
El papel de los probióticos en la salud intestinal de los niños
¿Sabías que dentro de nuestro sistema digestivo existe una microflora muy diversa que tiene un gran impacto en la salud general? Esta microflora es un ecosistema complejo con billones de microorganismos, incluyendo microorganismos beneficiosos y perjudiciales que coexisten en desarmonía. Cuando los intestinos se desarrollan de forma estable, la microflora intestinal se mantiene en equilibrio y los microorganismos beneficiosos pueden controlar la actividad de las bacterias dañinas. Sin embargo, cuando el equilibrio natural de la microflora intestinal se ve alterado por factores como una dieta poco saludable, el estrés, una enfermedad o el abuso de antibióticos, los niños corren el riesgo de sufrir problemas como diarrea, enteritis, síndrome del intestino irritable, etc.
Por lo tanto, mantener la microflora intestinal estable es fundamental. Una de las soluciones para equilibrarla es la suplementación con probióticos: microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, pueden aportar beneficios como aumentar la cantidad y diversidad de bacterias intestinales beneficiosas, estimular la producción de enzimas digestivas, fortalecer la barrera mucosa intestinal y mejorar la salud del sistema inmunitario. Gracias a estos mecanismos, los probióticos no solo ayudan a prevenir y tratar trastornos digestivos, sino que también contribuyen a un funcionamiento intestinal más eficaz, sentando las bases para una salud integral.
¿Por qué los probióticos ayudan a los niños a comer bien y absorber bien los nutrientes?

Numerosos estudios han demostrado que la microbiota intestinal ayuda a estimular el apetito. En concreto, la microbiota intestinal no solo influye en las hormonas que regulan el apetito a través del eje cerebro-intestino, sino que también puede participar en el metabolismo de los nutrientes, creando metabolitos importantes que influyen en el mecanismo de regulación del apetito.
Por ejemplo, los productos de fermentación de los probióticos son ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que pueden favorecer el proceso digestivo y de absorción, mientras que algunas bacterias producen ciertas sustancias activas que pueden ayudar a estimular el apetito. Además, la composición y la diversidad de la microbiota intestinal también están estrechamente relacionadas con la capacidad del organismo para regular el apetito.
Teniendo en cuenta las funciones mencionadas, la suplementación con probióticos para mantener la microflora intestinal en un nivel equilibrado contribuirá a mejorar el apetito infantil. De esta manera, se les ayudará a comer bien, a mantener un peso saludable y a mejorar su salud inmunitaria.
¿Cómo complementar los probióticos en niños?
Para complementar los probióticos infantiles, los padres pueden añadir alimentos ricos en probióticos, como el yogur, a sus comidas diarias. Para niños mayores de un año, las madres pueden considerar darles yogur de cultivo vivo con sabor a naranja. Este no solo es un alimento delicioso, sino que el sabor a naranja también es uno de los que más se adapta a las preferencias de los niños. En productos de calidad, cada botella de 65 ml está hecha con aproximadamente 13 mil millones de probióticos L.CASEI 431 ™ de Europa, una cepa probiótica que puede sobrevivir a través del estómago hasta el intestino delgado y grueso, comprobado por más de 90 estudios científicos y clínicos.
Además, estos productos, además de contener miles de millones de probióticos L.CASEI 431 ™ , tienen un delicioso sabor a naranja y están suplementados con hasta 104 mg de lisina, vitamina B1, zinc y vitaminas del complejo B (B1, B2 y B12) para ayudar a estimular el apetito y la alimentación del bebé. Las madres pueden dar a sus bebés dos biberones al día después de cada comida para ayudar a mantener un sistema digestivo saludable.

Además de los alimentos fermentados, las madres también deben priorizar la alimentación de sus hijos con alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, verduras, tubérculos y frutas. Estos favorecerán el crecimiento de bacterias beneficiosas, como las bifidobacterias o los lactobacilos, y, al mismo tiempo, aumentarán la producción de sustancias biológicamente activas beneficiosas, como los ácidos grasos de cadena corta, para fortalecer el sistema inmunitario infantil.
En general, una dieta variada y saludable, rica en fibra, limitada en sal, azúcar y grasas saturadas, y complementada con alimentos que contengan probióticos, es clave para mantener un equilibrio biológico de la microflora intestinal, ayudando así a los niños a comer bien y a absorber mejor los nutrientes. Esto también constituye una base sólida para el desarrollo integral de los niños en el futuro.
Nota: Los productos de bebida de yogur de cultivo vivo no son para niños menores de 1 año.
Fuente: https://hanoimoi.vn/loi-khuan-probiotics-chia-khoa-ho-tro-con-an-ngon-hap-thu-tot-724773.html






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