Desde la perspectiva de una persona que dirige directamente una institución educativa , responsable de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, este artículo pretende presentar puntos de vista derivados de la práctica educativa para aclarar la racionalidad y la urgencia de esta solución.

Herencia, eficiencia, ahorro y lucha contra el desperdicio: problemas prácticos de las instituciones educativas
El primer argumento, y el más evidente, es el económico y el de eficiencia. Tras muchos años de implementar la política de «un programa, muchos libros de texto», además de los logros iniciales, resulta inevitable reconocer las consecuencias en términos de despilfarro.
Para las escuelas y los docentes, cambiar los libros de texto cada año mediante un complejo proceso de selección ha supuesto una enorme carga. Cada vez que se cambian los libros, todo el profesorado debe recibir una nueva formación desde cero. Esta carga de trabajo es ingente. Si se opta por elaborar un conjunto de libros completamente nuevo, todo el sistema debe embarcarse en una capacitación a gran escala sin precedentes, con métodos y estructuras totalmente nuevos. Esto requerirá mucho tiempo, esfuerzo y presupuesto. En cambio, elegir uno de los tres conjuntos de libros actuales permite aprovechar al máximo los logros de la formación ya adquirida. Los docentes están familiarizados con al menos un conjunto de libros, por lo que cambiar a otro dentro del mismo ecosistema metodológico actual será mucho más fácil y económico que empezar de cero.
Para padres y alumnos, la situación es la más directamente afectada. Cada vez que cambian los libros, los padres tienen que gastar mucho dinero en comprar nuevos. Los libros viejos no se pueden reutilizar para los niños más pequeños ni para el siguiente curso, ya que el colegio podría elegir otros. Contar con un conjunto de libros uniforme y estable durante mucho tiempo les dará a los padres la tranquilidad de saber que su inversión está en buenas manos. Los libros viejos se pueden reutilizar, lo que ayuda a reducir la carga económica, sobre todo para las familias con dificultades. Los beneficios económicos y el ahorro que supone esta solución son evidentes.
Para la sociedad, hemos contado con tres conjuntos de libros de texto cuidadosamente compilados, revisados y utilizados en la práctica. Eliminarlos repentinamente para crear un conjunto nuevo representa un terrible desperdicio de recursos sociales. La opción de seleccionar un conjunto para cada nivel educativo aprovecha la esencia y la inteligencia que se han condensado en estos tres conjuntos, convirtiéndolos de «competitivos» a «complementarios» entre sí en los distintos niveles de enseñanza. Esto también protege a las empresas y editoriales que han invertido con valentía en el campo de la «socialización de los libros de texto», evitando el riesgo de quiebra y las consiguientes consecuencias socioeconómicas.
Consistencia, uniformidad y calidad profesional: garantizar objetivos educativos coherentes
Desde la perspectiva de la gestión profesional, la sincronización del programa es un factor vital para garantizar la calidad de la educación. El uso de varios conjuntos de libros de texto en el mismo nivel, aunque sigan un programa unificado, en la práctica genera ciertas diferencias en la lógica de la organización del contenido, el enfoque e incluso algunos materiales lingüísticos.
Cuando cada nivel utiliza un conjunto unificado de libros de texto, se establece un proceso de aprendizaje continuo para los estudiantes. Aprenden según un sistema de métodos, una cadena de conocimiento lógica y coherente desde el principio hasta el final del nivel. Esto es especialmente importante en la educación primaria, donde se forman las bases del conocimiento y las habilidades fundamentales de los niños pequeños. La transición entre grados será muy fluida; los docentes de los grados superiores pueden comprender fácilmente lo que los estudiantes han aprendido y cómo lo aprendieron en los grados inferiores, para así garantizar una adecuada transmisión y desarrollo de los conocimientos.
Los tres libros de texto actuales (Conectando el conocimiento con la vida, Horizontes creativos y Cometa) son producto de prestigiosos comités editoriales y han superado un riguroso proceso de revisión. Cada uno tiene sus propias ventajas y se adapta a diferentes públicos y regiones. En lugar de arriesgarse con un conjunto de libros completamente nuevo, que no ha sido probado en la práctica, elegir uno de estos tres conjuntos de libros seleccionados es una decisión segura y responsable. Esta elección se basa en heredar lo mejor, no en partir de lo desconocido.
Una preocupación que debe abordarse es si un conjunto unificado de libros de texto eliminará la creatividad docente. La realidad demuestra lo contrario. El Programa de Educación General de 2018 se diseñó con una perspectiva abierta, y los libros de texto actuales también están concebidos en esa misma dirección. Los libros de texto son solo un medio; los docentes son los sujetos creativos. Cuando existe un conjunto estable de libros de texto, los docentes disponen de más tiempo para realizar investigaciones exhaustivas, innovar en sus métodos de enseñanza y desarrollar materiales didácticos complementarios, en lugar de esforzarse por adaptarse a nuevos conjuntos de libros de texto cada año. La estabilidad es la base de una creatividad profunda y sostenible.
Equidad y viabilidad en la gestión y la dirección: la perspectiva de un experto
Desde mi posición como responsable directo de la formación en el centro, considero que esta opción aporta equidad y una alta viabilidad en la gestión y la dirección desde el nivel central al local.
La opción de que «cada nivel elige un conjunto» garantiza la equidad para las tres editoriales. Cada unidad tiene la oportunidad de aportar al menos un conjunto de libros para cada nivel educativo a nivel nacional. Esto no solo reconoce sus contribuciones, sino que también evita disputas y quejas que podrían surgir si se eligiera un solo conjunto para todos los niveles y se eliminaran por completo los otros dos. Se trata de una solución armoniosa que demuestra respeto por las organizaciones y personas que han participado en el proceso de distribución de los libros de texto.
Es evidente que si el Ministerio de Educación y Formación debe compilar un conjunto de libros completamente nuevo, la carga de trabajo será enorme y la presión del tiempo, muy alta. El riesgo de trabajar contrarreloj puede afectar la calidad del conjunto de libros. En cambio, elegir entre tres conjuntos de libros disponibles ayudará a acortar significativamente el proceso, centrándose en la evaluación y la comparación para seleccionar el conjunto de libros más óptimo para cada nivel educativo.
En el sector de la educación y la formación, la labor de dirección y capacitación docente se simplificará y unificará considerablemente. En lugar de gestionar y capacitar a docentes con diversos materiales didácticos en una misma área, los niveles directivos solo tendrán que centrarse en un único material para cada nivel educativo. Esto contribuye a mejorar la eficacia de las sesiones de formación, garantizando que todo el profesorado adquiera los conocimientos y las habilidades pedagógicas de forma sistemática y uniforme.
Al mismo tiempo, a las escuelas les resultará más fácil elaborar planes educativos, organizar actividades profesionales e intercambiar experiencias docentes. Cuando todo el distrito y la escuela utilicen el mismo conjunto de libros, la observación, la práctica y la evaluación de la eficacia docente contarán con una «medida» común, lo que propiciará el intercambio y el progreso mutuo entre el profesorado.
Tras el análisis anterior, y en calidad de responsable de la gestión educativa a nivel de base, el autor considera que la opción más razonable, viable y responsable en el contexto actual es la de seleccionar un conjunto unificado de libros de texto por nivel escolar, basado en los tres conjuntos actuales. Esta opción armoniza los factores de tradición e innovación, eficiencia económica y calidad educativa, unidad y creatividad, requisitos de gestión y derechos del alumnado.
El noble objetivo inicial de la política de múltiples conjuntos de libros de texto es innegable, pero su implementación ha revelado deficiencias que deben corregirse con prontitud. Esta corrección es un paso correcto y necesario para consolidar las bases, estabilizar el sistema y avanzar hacia una educación de mayor calidad, más eficaz y más humana. Con esta sabia decisión, el sector educativo se consolidará en la senda de la innovación, y nuestros hijos serán, sin duda, los principales beneficiarios.
Fuente: https://tienphong.vn/lua-chon-sach-giao-khoa-theo-cap-hoc-giai-phap-hop-ly-tu-goc-nhin-quan-ly-co-so-giao-duc-post1797495.tpo






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