Ilustración
Según los astrónomos, el Sol existe desde hace unos 4.600 millones de años y actualmente se encuentra en la fase más estable del ciclo de vida de una estrella: la fase de secuencia principal. Durante esta fase, el Sol conserva su luz y calor convirtiendo el hidrógeno en helio en su núcleo mediante fusión termonuclear. Como resultado, emite energía en forma de radiación electromagnética: la luz y el calor que la Tierra recibe a diario.
Sin embargo, el Sol no es inmortal. Se predice que, en unos 4.500 a 5.000 millones de años, el hidrógeno de su núcleo se agotará gradualmente. En ese momento, experimentará una transformación drástica: se hinchará hasta convertirse en una gigante roja, engullirá planetas cercanos, incluida la Tierra, y finalmente degenerará en una enana blanca fría y silenciosa.
Aunque esto pueda parecer desalentador, para la humanidad, dentro de 4.500 millones de años es un período casi infinito. Durante ese tiempo, el Sol seguirá proporcionando vida, luz y energía a la Tierra, tal como lo ha hecho durante miles de millones de años.
Así que cada mañana, cuando vemos la luz del sol abriéndose paso entre las nubes, podemos estar seguros de que el Sol sigue haciendo su trabajo y continuará haciéndolo durante mucho tiempo.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/mat-troi-co-khi-nao-ngung-chieu-sang/20250416030156314
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