Según MSPowerUser , la próxima actualización de Windows 10 se instalará mucho más rápido de lo habitual. Esto se debe a que Microsoft ha reducido el tamaño de las actualizaciones del sistema operativo. Cuanto mayor sea el tamaño de la actualización, más tardará en descargarse la información relacionada, especialmente si la conexión es inestable.
La velocidad de actualización de Windows 10 mejorará gracias al tamaño reducido
En concreto, el informe señala que la nueva actualización acumulativa de Windows 10 se diferencia de las anteriores en cuanto a tamaño. Normalmente, los paquetes de actualización ocupan alrededor de 830 MB, pero la próxima cifra será de tan solo 650 MB, lo que supone una reducción del 20 %. Esto no significa que las actualizaciones se instalen un 20 % más rápido, sino que los usuarios notarán una clara diferencia en el tiempo de procesamiento general.
Esta información es importante, ya que antes, cada actualización de Windows solía tardar unos minutos si el usuario contaba con una PC potente y una buena conexión a internet. En el caso de una PC con poca configuración y una conexión a internet lenta, el proceso de actualización podía tardar aún más, obligando al usuario a ajustar cuidadosamente la programación de actualizaciones para evitar afectar el rendimiento del equipo.
Esta mejora beneficia principalmente a los usuarios con conexiones a internet más lentas de lo habitual. La actualización está disponible desde el 23 de abril y debería estar disponible en todos los ordenadores próximamente. Microsoft está trabajando en un método llamado UPP que promete reducir significativamente la velocidad de actualización en PC con Windows 10 y 11.
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