Al abrir una tumba antigua, los expertos se sorprendieron al ver que la piel del cadáver aún era elástica como la de una persona viva.

En la década de 1970, arqueólogos chinos encontraron un extraño ataúd en Chifeng, Mongolia Interior, China. Dentro del ataúd se halló el cadáver de una mujer que vestía una túnica con forma de dragón tachonada con innumerables perlas preciosas.

En la antigua época feudal, la túnica del dragón estaba reservada para el emperador. Cualquier otro que la vistiera cometería un gran pecado y sería castigado con el exterminio de sus nueve generaciones.

Eso no fue lo más sorprendente. El cuerpo de esta mujer, a pesar de tener cientos de años, seguía intacto; la piel aún era elástica como la de una persona viva. En cuanto abrieron el ataúd, los expertos quedaron atónitos ante semejante hallazgo.

El cadáver de esta mujer vestía una túnica real, lo que indica que debía pertenecer a la nobleza. Los arqueólogos de la época sentían una gran curiosidad por conocer la identidad de la persona enterrada en la tumba.

En la historia china, la única emperatriz fue Wu Zetian. ¿Podría ser esta su tumba? Sin embargo, tras un examen, los arqueólogos confirmaron que esta antigua tumba pertenece a la dinastía Qing.

Arqueólogos chinos han encontrado un extraño ataúd que contenía el cadáver de una mujer. (Foto: Sohu)

Esta tumba es muy grande, de 45 m de ancho de este a oeste, 105 m de largo de norte a sur, cubriendo un área de aproximadamente 5.000 m2. El dueño de la tumba también lleva una corona dorada de fénix.

El cadáver femenino medía entre 1,5 y 1,6 metros de altura, y su cabello tenía 75 cm de largo. En su mano llevaba un anillo y una pulsera de oro, y en sus pies, zapatos rojos bordados.

Al examinar el cuerpo de la dueña de la tumba, los expertos también descubrieron rastros de sangre en su muslo. Aún no han encontrado una respuesta sobre por qué esta mujer tenía esa herida.

Tras identificar las inscripciones de la estela, los expertos reconocieron que el cadáver de la mujer pertenecía a la princesa Vinh Hien, tercera hija del emperador Kangxi. Era la princesa predilecta del emperador. Su madre, Vinh Phi Ma Giai Thi, fue una de las concubinas favoritas de Kangxi.

Este cadáver femenino, ataviado con una túnica real, es el de la princesa Gu Lun Rong Xian. (Foto: Sohu)

Aunque era amada por su padre, la princesa Vinh Hien tuvo que ser comprometida con Wu Ergun, hijo del príncipe Ba Lin, Eqi'er, líder de Mongolia Interior, a la edad de 9 años. Esta era una forma que tenía la dinastía Qing de realizar matrimonios mixtos con las tribus de Mongolia Interior para mantener la estabilidad del país.

Cuando la princesa cumplió 19 años, se casó y abandonó la capital para regresar a la casa de su esposo. Tras este matrimonio político , Kangxi le otorgó a su amada hija el título de Princesa Gulun Rongxian, un título normalmente reservado para las princesas nacidas de emperatrices.

El matrimonio de la princesa Rongxian y Wu'ergon fue muy feliz. En el sexto año del reinado de Yongzheng (1728), la princesa Rongxian falleció a los 56 años a causa de una enfermedad.

En reconocimiento a las contribuciones de la princesa al país, el emperador Yongzheng le obsequió una preciosa túnica real bordada con perlas. En la historia de las dinastías feudales, solo la princesa Vinh Hien recibió tal honor. Esto demuestra, además, la gran nobleza de su estatus en vida.

Tras el fallecimiento de su madre, el hijo de la princesa Vinh Hien construyó un enorme mausoleo en medio de la estepa para honrar su memoria.

Quoc Thai (Fuente: Sohu)

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