La llegada de ChatGPT y las herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa marca un gran avance en el desarrollo de la inteligencia artificial. Actualmente, el impacto de la IA en las relaciones entre países sigue siendo una gran incógnita.
La propuesta de Ley de Inteligencia Artificial (IA) de la Unión Europea (UE) está generando controversia. (Fuente: CNN) |
La imagen quedará algo más clara si se responden las siguientes preguntas.
Equilibrio de fuerzas
La primera pregunta es: ¿Cómo cambiará la IA el equilibrio de poder entre las naciones? ¿Reducirá la brecha de poder entre ellas o concentrará más poder en manos de unas pocas grandes naciones?
Históricamente, el poder nacional se ha medido únicamente por el potencial económico y la fuerza militar . En el futuro, la capacidad de desarrollar tecnología de IA, así como la de aplicarla e integrarla en el aparato de gobierno nacional, generará una ventaja significativa, permitiendo que este funcione con mayor fluidez, eficacia y estabilidad. Esto probablemente beneficiará a países que lideran la carrera tecnológica, como Estados Unidos y China, dos países que han estado explotando la IA para obtener ventajas estratégicas en áreas clave como la economía, el ejército, la diplomacia y la gestión social.
Por lo tanto, la IA concentrará el poder en manos de unos pocos países en lugar de descentralizarlo, ya que solo unos pocos poseen enormes reservas de datos y la infraestructura tecnológica y financiera para operar y actualizar continuamente los sistemas de IA de forma eficaz. La superioridad que estas dos superpotencias ya ostentan en el ámbito de la IA fortalecerá su posición en el ámbito internacional, impidiendo que el orden actual se desplace hacia la multipolaridad. En general, la IA puede ampliar la brecha entre los países con tecnología de IA avanzada y el resto.
Sin embargo, este resultado no es seguro. Varios factores pueden influir en el impacto de la IA en el equilibrio de poder entre países. Uno de ellos es la aparición de avances inesperados en IA en países pequeños y medianos, que romperán inadvertidamente el monopolio de la IA de los países grandes. El segundo factor a considerar es la diferente velocidad con la que los países aplican e integran la IA. Los países pequeños pueden llegar tarde y no podrán crear los sistemas de IA más avanzados, pero en teoría, pueden explotar la tecnología de IA con mayor eficacia y sabiduría que los países grandes.
Los conflictos armados en la era de la IA
La segunda pregunta es: ¿Cómo cambiará la IA la probabilidad e intensidad de los conflictos armados? En otras palabras, ¿se producirán conflictos con mayor o menor frecuencia, con más o menos víctimas, en un mundo impulsado por la IA?
La llegada de la IA al ámbito militar crea una paradoja sobre los futuros conflictos armados. Por un lado, la IA podría reducir drásticamente las bajas en la guerra. Las técnicas de precisión de objetivos y la toma de decisiones algorítmica podrían conducir a una guerra más precisa que nunca, minimizando el daño a ambos bandos.
Sin embargo, que la IA haga que los conflictos armados sean más económicos y limpios podría llevar a que los Estados participen en ellos con mayor frecuencia. Es probable que haya más guerras si se reduce significativamente el riesgo de bajas en ambos bandos. Los líderes podrían estar más dispuestos a utilizar opciones militares si la guerra impulsada por la IA promete resultados rápidos, efectivos y claros.
Aun así, el impacto de la IA en la frecuencia e intensidad de los conflictos será complejo y multifacético. El riesgo de escalada persiste, así como la posibilidad de una reacción internacional contra los Estados que participan en guerras impulsadas por la IA sin la debida consideración del juicio humano ni la rendición de cuentas. Además, la respuesta de la comunidad internacional, a través de posibles marcos jurídicos, también podría regular el grado de integración de la IA en las operaciones militares.
Resolver problemas globales
La tercera pregunta es: ¿Puede la IA ayudar significativamente a los humanos a lidiar con problemas globales como el cambio climático?
El potencial de la IA para abordar desafíos globales es enorme, ya que puede brindar soluciones innovadoras en una amplia gama de sectores. Su inigualable capacidad de procesamiento de datos le permite sintetizar múltiples formatos y grandes cantidades de información para diseñar estrategias adecuadas que aborden problemas globales urgentes como el cambio climático.
El nacimiento de ChatGPT y las herramientas de IA generativa marca un gran avance en el desarrollo de la inteligencia artificial. (Fuente: Internet) |
Al analizar datos continuamente, la IA puede predecir cambios ambientales con gran precisión, optimizar el consumo energético y desarrollar métodos innovadores para reducir las emisiones de carbono. En el ámbito de la salud pública, la IA puede actuar como un baluarte contra la propagación de epidemias y pandemias. Puede mejorar la velocidad y la precisión de los pronósticos, ayudarnos a controlar rápidamente los brotes mediante la extracción de datos de salud pública y distribuir vacunas rápidamente a las zonas más críticas.
Además, la contribución de la IA a la solución de los desafíos globales tiene el potencial de extenderse a la seguridad internacional y la ayuda humanitaria. Puede ayudar a monitorear zonas de conflicto, pronosticar los flujos de refugiados y optimizar la entrega de ayuda a las zonas más afectadas. De este modo, la IA podría servir como la columna vertebral de un nuevo sistema de cooperación internacional y entrega de ayuda más rápido y eficiente, reduciendo los tiempos de respuesta ante desastres humanitarios y mejorando la eficacia de estas respuestas.
Controlar la IA: ¿es posible?
La pregunta final y quizás la más importante es: ¿Pueden los países llegar a un acuerdo internacional para regular la IA antes de que sea demasiado tarde?
El Reino Unido, bajo la dirección del ministro de Hacienda Rishi Sunak, celebró recientemente su primera cumbre mundial sobre seguridad de la IA, un paso significativo hacia la cooperación internacional en la gestión de los riesgos asociados a la inteligencia artificial. El resultado es un frente unido no solo entre líderes políticos y empresas tecnológicas para establecer protocolos de seguridad para la IA, sino también entre las dos superpotencias tecnológicas en feroz competencia: Estados Unidos y China.
La primera cumbre mundial sobre inteligencia artificial (IA) se celebró en Bletchley, al norte de Londres, Reino Unido, los días 1 y 2 de febrero de 2023. (Fuente: Euronews) |
Pero esta cumbre es solo un primer paso simbólico. La capacidad de las naciones para alcanzar un acuerdo significativo para regular la IA en el futuro dependerá de una compleja interacción de numerosos factores.
Es importante que los líderes y los rezagados en IA encuentren puntos en común cuando sus intereses sean claramente contrapuestos: los países más fuertes favorecerán la explotación de la IA para obtener beneficios económicos y mantener su poder, mientras que los países más débiles favorecerán regulaciones más estrictas. Sin embargo, existen precedentes como la Convención sobre las Armas Químicas (CAQ), que demuestran que incluso en un contexto de feroz competencia, se puede encontrar un punto en común cuando los beneficios de colaborar para limitar una tecnología potencialmente peligrosa superan los riesgos de permitir su desarrollo sin control.
También es necesario fortalecer la capacidad de supervisión de la comunidad internacional. Establecer controles que puedan afrontar el rápido ritmo del desarrollo de la IA requerirá niveles sin precedentes de experiencia técnica y coordinación entre países. La transparencia en la investigación y el desarrollo de la IA será crucial para garantizar el cumplimiento, al igual que los protocolos de inspección son fundamentales para los tratados de control de armas nucleares.
Finalmente, y lo más importante, todo se reduce a la concienciación pública. Al fin y al cabo, los líderes se sienten más motivados a tomar medidas audaces cuando sus propios ciudadanos lo exigen. Si los ciudadanos de todos los países apoyan a sus gobiernos en la adopción de medidas reales para garantizar la seguridad de la IA, los países tendrán el incentivo para cooperar en este ambicioso esfuerzo. De lo contrario, corremos el riesgo de ser superados por la ola de la IA.
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