Las políticas del presidente Donald Trump: "La gota que colmó el vaso"
Una serie de políticas de línea dura recientes de la administración Trump han sacudido las comunidades de investigación y las universidades estadounidenses. El gobierno federal ha recortado la financiación a la investigación en una variedad de áreas, en particular la financiación a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), el mayor financiador de investigación biomédica en el mundo. A muchos proyectos de investigación importantes relacionados con el VIH/SIDA, la Covid-19 y el cáncer se les ha retirado la financiación a mitad de camino, lo que ha interrumpido la investigación y ha dejado a los científicos en una posición pasiva. Hasta la fecha, se han producido despidos masivos en organizaciones como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF), el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
El profesor Xiao Wu (Universidad de Columbia) dijo que la repentina cancelación de su primera beca del NIH le hizo temer por la estabilidad de su carrera y su futuro en la industria, sintiéndose "obligado a abandonar las instituciones académicas estadounidenses". Una subvención de 4,2 millones de dólares a otro grupo de investigación de la Universidad de Columbia también fue cancelada después de sólo tres meses de funcionamiento.
Además de recortar la financiación, la administración estadounidense también está apuntando a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Los investigadores canadienses que solicitan financiación estadounidense ahora deben confirmar que sus proyectos no contienen un elemento “DEI”. Varias agencias federales han tenido que eliminar términos como “diversidad”, “género” y “ciencia del clima” de sus sitios web.
La interferencia política en el ambiente académico también se ha hecho más evidente. El gobierno federal está presionando a universidades como Harvard y Columbia luego de incidentes relacionados con protestas y libertad de expresión. Harvard se ha convertido en la primera escuela en demandar a la administración Trump después de que ésta amenazara con recortar la financiación si no cumplía con las demandas del gobierno. El presidente Donald Trump ha calificado públicamente a Harvard de "amenaza a la democracia" y de "institución de extrema izquierda y antisemita".
Los estudiantes internacionales enfrentan dificultades
Las políticas de inmigración y visas también plantean obstáculos para los estudiantes y académicos internacionales. A muchos estudiantes se les niegan visas o son deportados por delitos como estacionar en el lugar equivocado o conducir a exceso de velocidad. Cientos de visas fueron revocadas repentinamente. El miedo a no poder regresar a EE.UU. si se van hace que muchos estudiantes internacionales vivan en inseguridad. Esta situación afecta negativamente a la capacidad de atraer talento internacional, que desde hace tiempo ha sido un punto fuerte de la educación estadounidense.
Ante esta nueva situación, muchos académicos de prestigiosas instituciones educativas estadounidenses han decidido trasladarse a otro lugar. El profesor Jason Stanley (Universidad de Yale) se trasladó a enseñar en la Universidad de Toronto (Canadá); Otros dos historiadores de la Universidad de Yale tomaron medidas similares; Valerie Niemann, ingeniera química, dejó la Universidad de Stanford para irse a Suiza.
Según una encuesta de la revista Nature, el 75% de los científicos estadounidenses encuestados dijeron que estaban considerando abandonar Estados Unidos. El número de solicitudes procedentes de EE. UU. para puestos de investigación en el extranjero aumentó del 32 % al 41 % en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período de 2024. Al mismo tiempo, el número de solicitudes procedentes de Europa a instituciones de investigación estadounidenses disminuyó un 41 %.
Causa principal
The Atlantic señala que si bien las políticas de Trump son un factor clave que impulsa el cambio actual, el fenómeno "antiintelectual" y los desafíos a los académicos en Estados Unidos no son nuevos.
Según el periodista Ibram X. Kendi, los académicos pertenecientes a minorías, las personas de color, las mujeres, los homosexuales y la clase trabajadora a menudo no son vistos como iguales en el ámbito académico. Se ven obligados a mantener una actitud “objetiva” y “neutral”, evitando expresar opiniones personales o políticas si quieren avanzar. Muchas personas quedan excluidas del sistema y su reputación queda manchada por "no seguir la corriente dominante".
Oportunidades para Canadá y Europa
Mientras Estados Unidos pierde su atractivo, muchos otros países se apresuran a aprovechar la oportunidad. Canadá es considerado un destino ideal por su proximidad geográfica, similitudes culturales y prestigiosas universidades. La provincia canadiense de Quebec, cuyas leyes garantizan la libertad académica, está reclutando activamente a académicos de los Estados Unidos. La proporción de candidatos científicos estadounidenses que solicitaron puestos en Canadá aumentó un 41% de enero a marzo de 2025 en comparación con el mismo período del año pasado.
Europa también está intensificando sus políticas de atracción de talento. La Universidad de Aix-Marsella (Francia) lanzó el programa «Safe Place for Science» para acoger a científicos estadounidenses, atrayendo más de 50 candidaturas en pocas semanas, de las que el 70% procedían de Estados Unidos. El ministro de Investigación francés llama públicamente a las universidades a abrir sus puertas a los académicos estadounidenses. Alemania, el país que atrae a más estudiantes internacionales en la Unión Europea (UE), también está viendo un aumento en las solicitudes procedentes de EE. UU. El sistema del Instituto Max Planck de Alemania también ha recibido solicitudes de numerosos investigadores de Estados Unidos que desean permanecer en Alemania más tiempo del previsto. Otros países como Reino Unido, Australia y China también buscan aprovechar esta oportunidad para atraer talento estadounidense.
Sin embargo, en Canadá, el gobierno está endureciendo las políticas de inmigración y algunas universidades y colegios han tenido que recortar personal y cancelar programas. En Europa, los recortes del gasto público en algunos países están amenazando el modelo de desarrollo de la educación superior. Sin reformas concertadas en materia de subsidios, salarios y políticas académicas, la ola de "fuga de cerebros" de Canadá y Europa sólo puede detenerse en lo potencial.
La “fuga de cerebros” está planteando grandes preguntas sobre el lugar de Estados Unidos en el sistema académico global. La pérdida de investigadores de primer nivel no sólo afecta la capacidad de innovación, sino que también debilita la influencia internacional de Estados Unidos en los campos de la ciencia, la tecnología y la educación.
Fuente: https://phunuvietnam.vn/my-doi-mat-lan-song-chay-mau-chat-xam-20250513110728354.htm
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