La administración del presidente estadounidense Donald Trump está generando profundas preocupaciones en el ámbito académico y científico, ya que continúa implementando políticas que se dice interfieren profundamente con la investigación y la educación superior.
Desde miles de millones de dólares en recortes de financiación hasta amenazas de desmantelar las agencias científicas federales, esta ola de cambio está poniendo en riesgo el liderazgo científico global de Estados Unidos.
En sus primeros 100 días en el cargo, el presidente Trump ha tomado muchas medidas "impactantes", incluidos despidos masivos de personal en agencias federales de investigación, la prohibición del uso de términos relacionados con el género y el cambio climático y el endurecimiento del control sobre las universidades mediante amenazas financieras.
“Nunca en mis más de 40 años de carrera he visto algo así en Estados Unidos”, afirmó el profesor de la Universidad de Stanford Paul Edwards.
Más de 1.900 miembros de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos han emitido una advertencia conjunta, calificando los controles de financiación como “un ataque a gran escala a la misión central de la ciencia: la búsqueda de la verdad”.
Pidieron al gobierno poner fin a estas acciones dañinas y movilizar al público para proteger la base de conocimiento nacional.
Según la Sra. Jennifer Jones, directora del Centro para la Ciencia y la Democracia de la Unión de Científicos Preocupados, la campaña actual es más sistemática y de mayor escala que la del primer mandato de Trump.
Dijo que las medidas eran un claro reflejo del “Proyecto 2025”, un plan de políticas que exige reformar o desmantelar agencias como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que, según ella, “promueve la alarma climática”.
La interferencia política también está socavando instituciones académicas de larga trayectoria. La Universidad de Harvard ha sido objeto de congelaciones de fondos, amenazas de retirarle su exención de impuestos y restricciones a la matrícula de estudiantes internacionales.
El gobierno justifica estas medidas como un objetivo de combatir el “wokeismo” y el antisemitismo, pero para muchos expertos, se trata de un acto de politización de la educación.
Los temores de una “fuga de cerebros” también se están convirtiendo en una realidad a medida que muchos investigadores comienzan a abandonar Estados Unidos, mientras que países como Francia han preparado leyes para dar la bienvenida a los “refugiados científicos”.
El profesor Daniel Sandweiss, de la Universidad de Maine, advirtió que estas medidas aumentan el riesgo de perder una generación entera de jóvenes talentos en el futuro.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/my-dung-truoc-nguy-co-suy-mat-vi-the-dan-dau-khoa-hoc-toan-cau-post1034562.vnp
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