La decisión, anunciada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) el 19 de junio, es un gran paso adelante en la lucha de décadas para controlar la pandemia mundial, y abre la oportunidad de proteger a millones de personas, aunque el acceso sigue siendo un gran interrogante.
“Esto realmente podría acabar con la transmisión del VIH”, dijo Greg Millett, director de políticas públicas de la Fundación para la Investigación del SIDA (amfAR).
A diferencia de las vacunas tradicionales, el lenacapavir es un medicamento antiviral que funciona manteniendo niveles del fármaco suficientemente altos en el organismo para eliminar cualquier virus que entre en él. Según dos estudios de Gilead Sciences, la empresa que fabrica el medicamento, su eficacia fue del 96 % en la protección de mujeres heterosexuales y del 100 % en la protección de hombres que tienen sexo con hombres y personas de género diverso. Este resultado es mejor que el de las pastillas de PrEP tomadas a diario.
Lenacapavir abre una nueva vía para la prevención del VIH, un punto de inflexión para el sector sanitario mundial, que ha estado luchando contra la disminución de la inversión en programas contra el VIH. El Dr. David Ho, pionero en el tratamiento del VIH en la Universidad de Columbia, lo calificó de "gran avance".
Anteriormente, la FDA aprobó el lenacapavir en 2022 para el tratamiento del VIH en pacientes farmacorresistentes. Tras exhaustivas pruebas, los científicos descubrieron que el fármaco posee dos propiedades excepcionales: su larga duración en el organismo y su inhibición eficaz de la replicación viral. Esta es la premisa que ha impulsado a Gilead a cambiar la dirección del desarrollo del fármaco, pasando del tratamiento a la prevención.

Tras más de 40 años de investigación, las vacunas contra el VIH aún no han demostrado una eficacia clara. El lenacapavir, en cambio, ha demostrado una protección sólida. Esto dificulta a los científicos diseñar ensayos clínicos para nuevas vacunas, ya que no pueden exigir a los participantes que renuncien a una opción de protección comprobada.
El potencial científico del lenacapavir también se ve amenazado por obstáculos prácticos. Los pacientes deben acudir a un centro de salud para recibir la inyección y deben hacerse la prueba del VIH antes de cada inyección. Además, el costo sigue siendo un obstáculo importante. Si bien Gilead se ha comprometido a ofrecer lenacapavir a un precio comparable al de los medicamentos actuales de la PrEP, este precio podría seguir siendo inaccesible para millones de personas en países de bajos ingresos.
Los recortes presupuestarios a programas de salud global como USAID y PEPFAR amenazan la infraestructura para la distribución de medicamentos. "Acabamos de construir el mejor avión del mundo , pero lamentablemente destruimos todas las pistas", advirtió Kevin Frost, director ejecutivo de amfAR.
Para abordar este problema, Gilead ha licenciado el fármaco a seis empresas en 120 países en desarrollo sin pagar regalías. Mientras tanto, los expertos piden que se investigue una forma autoinyectable de lenacapavir, similar a la insulina, para superar las barreras médicas en zonas remotas.
"Los medicamentos de acción prolongada como el lenacapavir pueden ayudar a aumentar la adherencia al tratamiento y ampliar el acceso. Esta es una oportunidad para acelerar la prevención del VIH en la próxima década", afirmó Hui Yang, director del Fondo Mundial de Lucha contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria.
Fuente: https://baohatinh.vn/my-phe-duyet-thuoc-ngua-hiv-dau-tien-tren-the-gioi-post290186.html
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