Las tácticas de los vehículos aéreos no tripulados de Ucrania redibujan el rostro de la guerra moderna
Ucrania ha estado llevando a cabo ataques de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia. Su objetivo es debilitar la capacidad de combate rusa atacando refinerías y fábricas de petróleo. Al mismo tiempo, Ucrania quiere enviar un mensaje a los países de apoyo: la victoria rusa no es inevitable. Finalmente, la campaña busca presionar políticamente al presidente ruso, Vladímir Putin, para que negocie un acuerdo favorable a Ucrania para poner fin al conflicto.
Paralelamente, Rusia ha lanzado operaciones similares contra Ucrania, centrándose en su infraestructura energética y su industria de defensa. La campaña se ha intensificado recientemente, con cientos de vehículos aéreos no tripulados atacando Ucrania cada noche. Durante el fin de semana, Rusia y Ucrania lanzaron intensos ataques de largo alcance contra objetivos del otro.

Rusia atacó a Ucrania con más de 400 vehículos aéreos no tripulados y misiles. Por su parte, Ucrania lanzó un ataque sorpresa contra varias bases aéreas rusas, destruyendo varios bombarderos.
Si bien los ataques ucranianos son impresionantes, es improbable que tengan un impacto estratégico en el conflicto. Rusia lleva tiempo sufriendo este tipo de ataques, y el Kremlin insiste en que no abandonará sus objetivos maximalistas. Sin embargo, los ataques seguirán teniendo un impacto en el conflicto en Ucrania.
En primer lugar, al igual que ataques anteriores, obligarán a Rusia a reconsiderar dónde despliega sus activos aéreos estratégicos y cómo protege sus bombarderos e infraestructura asociada. Esto podría implicar mover sus aviones con mayor frecuencia para evitar ser detectados o alejarlos del territorio ucraniano. Rusia también podría verse obligada a reubicar sus sistemas de defensa aérea desde otros lugares, aunque no está claro si será en primera línea o en otros puntos estratégicos.
En segundo lugar, dependiendo del número de aeronaves destruidas o dañadas, Ucrania podría reducir el número de bombarderos rusos capaces de transportar y lanzar misiles de largo alcance contra Ucrania. Este es un objetivo importante para Kiev, ya que estos misiles son más difíciles de interceptar, más precisos y más destructivos que los drones. Los misiles lanzados desde bombarderos penetran regularmente las defensas aéreas ucranianas a una velocidad mayor que los UAV. Debilitar esta capacidad rusa de ataque con misiles es clave para que Ucrania pueda proteger a su población, su infraestructura y sus operaciones de combate en general.
En segundo lugar, la campaña afectará la moral del pueblo y los soldados ucranianos, algo siempre importante en una guerra. Dado que Ucrania se enfrenta a ataques con drones casi todas las noches, la gente necesita ver que el país aún es capaz de contraatacar. Si bien Ucrania ha respondido con ataques a gran escala contra objetivos estratégicos en Rusia en numerosas ocasiones, este ataque podría ser el más espectacular en mucho tiempo.
Por último, como preludio a las conversacionesde paz de Estambul, Ucrania está enviando una señal a sus partidarios de que sigue comprometida con la lucha y que Rusia sigue teniendo dificultades para avanzar en territorio ucraniano, y que la postura negociadora de Rusia debe considerarse con cautela.
“Este ataque debería ser una llamada de atención para los ejércitos de todo el mundo”, declaró Stacie Pettyjohn, directora del Programa de Defensa del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS). “En muchos sentidos, el ataque del 1 de junio fue más efectivo que los anteriores ataques con drones de largo alcance de Ucrania, ya que estos pequeños vehículos aéreos no tripulados (UAV) pueden dispersarse, desplazarse de forma autónoma hacia múltiples objetivos y atacar con precisión sobre una amplia zona de una gran base aérea”.
“El elemento clave del ataque fue la infiltración encubierta y el despliegue justo al lado de bases aéreas, que parecían estar relativamente mal defendidas porque poca gente había temido previamente que Ucrania pudiera atacar tan profundamente en territorio ruso”, dijo el experto.
Nueva pesadilla de la base militar rusa
No está claro desde dónde se controlaban los drones ni si usaron inteligencia artificial para identificar las aeronaves rusas como objetivos. Ucrania afirmó que las cubiertas de los camiones que transportaban los drones se abrieron "a distancia" para permitir el despegue. Kiev también afirmó haber destruido unas 41 aeronaves, pero un bloguero prorruso afirmó que solo 10 fueron destruidas.
“Existen muchas tecnologías antidrones disponibles, pero la mayoría son inútiles contra sistemas de circuito cerrado con cables de fibra óptica”, afirmó Michael Boyle, profesor asociado de la Universidad de Rutgers y autor de un libro sobre guerra con drones. “Las fuerzas armadas deben replantear sus estrategias antidrones, incluso si ataques como los observados en Rusia siguen siendo poco frecuentes y difíciles de replicar”.
Las bases aéreas suelen estar protegidas por un sistema de defensa multicapa, que incluye radares de largo alcance, misiles interceptores e inhibidores de interferencias para desactivar los vehículos aéreos no tripulados (UAV) radiocontrolados. Sin embargo, los ataques del 1 de junio inutilizaron prácticamente todas estas defensas. Al despegar a corta distancia, los UAV se acercaron a sus objetivos sin ser detectados por los radares de alerta temprana, y al atacar en enjambre, pudieron saturar incluso los sistemas de misiles de defensa aérea más avanzados. Algunos videos grabados el 1 de junio también mostraron el sonido de disparos de infantería, probablemente de soldados rusos que intentaban derribar los UAV.
El coronel Markus Reisner, jefe de investigación y desarrollo de la Academia Militar Austriaca, afirmó que el ataque ofreció "un vistazo a la guerra futura". Desde el inicio del conflicto, Moscú ha utilizado bombarderos de largo alcance como el Tu-22, el Tu-160 y el Tu-95 para atacar a Ucrania. En estos ataques, estos aviones pesados suelen lanzar misiles de crucero desde una distancia segura, fuera del alcance de los sistemas de defensa aérea ucranianos. Como resultado, Ucrania ha intentado repetidamente destruir estos bombarderos, así como los aviones de mando y control aéreo A-50, en los últimos años.
Más allá del conflicto en Ucrania, el ataque pone de relieve el papel de los drones en la guerra moderna. Es una lección reveladora sobre cómo equilibrar un número reducido de armas avanzadas con un gran número de armas baratas. Al mismo tiempo, demuestra que las bases militares, ya sea en primera línea o en el interior, son más vulnerables que nunca a armas baratas, fáciles de ocultar y desplegadas rápidamente y sin previo aviso. Los últimos ataques ucranianos contra aeródromos militares rusos influirán sin duda en el curso del conflicto, pero es poco probable que cambien el cálculo político de los líderes rusos. Sin embargo, son otra señal de cómo será el futuro de la guerra, uno para el que muchos ejércitos occidentales aún no están completamente preparados.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/nga-doi-mat-moi-de-doa-moi-sau-don-tan-cong-thuc-sau-cua-ukraine-post1545457.html
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