Para el pueblo coreano, el Año Nuevo Lunar (Seollal) no es sólo una forma de dar la bienvenida al nuevo año, sino también una ocasión para mostrar respeto a la familia y a los antepasados.
Los preparativos para el Año Nuevo Lunar en Corea suelen comenzar con una semana de antelación. Los miembros de la familia limpian la casa, hacen las compras y preparan comida y regalos para el Tet. Los coreanos creen que limpiar la casa ayudará a alejar la mala suerte del año viejo y dará la bienvenida a la buena suerte en el año nuevo.
Los coreanos valoran mucho el culto ancestral y lo consideran una característica cultural durante el Tet. La bandeja de ofrendas generalmente está dividida en cinco filas. En orden de arriba a abajo: Tableta ancestral, Tteokguk (sopa de pastel de arroz, plato tradicional del Año Nuevo Lunar), Songpyeon (pastel de arroz), copa de vino. La segunda fila incluye pollo, carne y otros platos a la parrilla, colocados en el lado oeste de la bandeja de ofrendas. El plato de pescado se coloca en el Este (la cabeza del pescado mirando hacia el Este y la cola hacia el Oeste).
A continuación vienen el tofu, el guiso, las verduras, el kimchi y las guarniciones y, por último, los postres (Yakkgwa y frutas). En cada localidad los platos pueden ser diferentes pero todos siguen las reglas generales a la hora de presentar la bandeja de ofrendas.
Hoy en día, los rituales de culto durante los días festivos en la ciudad se han simplificado mucho. Sin embargo, en el campo, especialmente para las familias numerosas, este ritual todavía se mantiene como una característica cultural tradicional indispensable durante la tradicional fiesta del Tet.
La bandeja de ofrendas se exhibe sobre una mesa grande y baja de madera, ubicada en el centro de la habitación y generalmente orientada hacia el norte, con una mampara detrás. Se colocan dos velas a cada lado de la bandeja de ofrendas.
Básicamente, una bandeja de ofrendas tradicional coreana incluye ofrendas y sigue la disposición anterior, pero esto también varía según la cultura local o las costumbres familiares. Además, los coreanos también conceden gran importancia a la forma, el color y la combinación armoniosa de los platos en el altar ancestral.
Al igual que en Vietnam, el hijo mayor o el hombre más anciano de la familia suele ser quien se encarga de realizar los rituales durante el Año Nuevo Lunar.
MINH CHAU
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