El último modelo de teléfono del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei ha creado revuelo en el mercado tecnológico durante la última semana.
La medida demuestra que la tecnología de fabricación de chips nacionales de China ha logrado avances significativos a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por bloquearla mediante sanciones cada vez mayores a lo largo de los años.
Con el ascenso de los fabricantes de chips chinos, los observadores de la industria predicen que los gigantes estadounidenses de chips enfrentarán más desafíos en la reestructuración de la cadena industrial global, especialmente si Washington continúa manteniendo las sanciones vigentes.
La semana pasada, Huawei anunció inesperadamente que había comenzado a aceptar pedidos anticipados para su teléfono inteligente Mate 60 Pro. La compañía aún no ha revelado ningún detalle sobre el chip, pero algunos informes sugieren que el teléfono está equipado con un nuevo procesador nacional, el Kiri 9000, fabricado por SMIC (la fundición de chips más grande de China) utilizando el nodo de proceso de 7 nm.
Esto es sorprendente, ya que se dice que SMIC no cuenta con el equipo necesario para fabricar chipsets de 7 nm de alta calidad para smartphones. En el mundo , solo existe una empresa capaz de producir máquinas para esta tarea: ASML, de los Países Bajos. Sin embargo, los Países Bajos, aliado de EE. UU. en la guerra tecnológica con China, han restringido la exportación de estos equipos a China.
Un experto desmonta un smartphone Huawei Mate 60 Pro, que contiene un procesador avanzado que se cree es de SMIC, el principal fabricante de chips de China. Foto: SCMP/Bloomberg
Aunque EE. UU. aún desconoce cómo Huawei y SMIC fabricarán estos smartphones, una empresa estadounidense, Qualcomm, está a punto de sufrir importantes repercusiones. Según Ming-Chi Kuo, analista de TF International, Qualcomm es el gran perdedor en la capacidad de fabricación de chips de Huawei.
Según Kuo, el año pasado Huawei compró entre 23 y 25 millones de chipsets de Qualcomm, y este año esa cifra aumentó a 40-42 millones.
Se espera que Huawei adopte plenamente sus propios procesadores en los nuevos modelos a partir de 2024, afirmó Kuo. Como resultado, Qualcomm se arriesga a perder pedidos no solo de Huawei, sino también de otros fabricantes chinos de teléfonos, ya que enviarán menos teléfonos debido a la feroz competencia con Huawei.
El Sr. Kuo estima que los envíos de Qualcomm a las marcas de teléfonos inteligentes chinas en 2024 disminuirán en al menos 50-60 millones de unidades en comparación con 2023, y continuarán disminuyendo en los próximos años.
Los políticos estadounidenses han seguido de cerca el avance y han expresado su preocupación. El asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., Jake Sullivan, afirmó que Estados Unidos necesita más información sobre las características y componentes exactos del chip para determinar si las partes están eludiendo las sanciones estadounidenses.
Mientras tanto, el republicano Mike Gallagher, presidente del Comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre China, ha pedido a Estados Unidos que ponga fin a todas las exportaciones de tecnología a Huawei y SMIC .
Nguyen Tuyet (según Phone Arena, Global Times)
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