BiVACOR es el primer corazón artificial implantable del mundo que puede reemplazar completamente el corazón humano. (Foto: BiVACOR)
Anteriormente, este hombre tenía insuficiencia cardíaca terminal y se ofreció como voluntario para convertirse en el primer paciente en Australia, y la sexta persona en el mundo, en recibir un dispositivo cardíaco artificial total llamado BiVACOR, mientras esperaba un trasplante de corazón donado.
Este corazón artificial fue inventado por el Dr. Daniel Timms, investigador australiano. El dispositivo utiliza tecnología de levitación magnética para simular la forma en que el corazón bombea la sangre por el cuerpo.
BiVACOR es un dispositivo diseñado para ayudar a pacientes con insuficiencia cardíaca terminal, una afección grave que a menudo es la siguiente etapa de un ataque cardíaco, una enfermedad coronaria o diabetes.
La operación, que duró seis horas, fue realizada por el cirujano cardiotorácico Paul Jansz y sus colegas del Hospital St. Vincent de Sídney. El paciente se recuperó satisfactoriamente y recibió el alta en febrero, antes de someterse a un trasplante de corazón en marzo.
El profesor Chris Hayward, cardiólogo del Hospital St Vincent, dijo que este era un gran avance que abre una nueva era para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca a nivel mundial.
Sin embargo, según el profesor David Colquhoun, de la Universidad de Queensland (Australia), todavía quedan muchos desafíos antes de que los dispositivos cardíacos artificiales puedan sustituir por completo a los trasplantes de corazón.
El Sr. Colquhoun enfatizó que un corazón donado puede funcionar durante más de 10 años (más de 3.000 días), mientras que el tiempo operatorio de BiVACOR es de solo más de 100 días.
Aún así, es un gran paso adelante que promete dar a miles de pacientes una mejor posibilidad de supervivencia.
Anteriormente, cinco pacientes en EE. UU. también habían recibido trasplantes de corazón artificial. En concreto, el primer caso de trasplante cardíaco BiVACOR tuvo lugar el 9 de julio de 2024. Se trataba de un hombre de 57 años que recibió un trasplante de corazón en el Texas Heart Institute (EE. UU.) tras sufrir insuficiencia cardíaca terminal. La cirugía fue exitosa y, al séptimo día del trasplante, el paciente podía caminar unos 150 metros.
El paciente vivió con el corazón artificial durante ocho días antes de recibir un corazón de donante, lo que marcó el inicio de los ensayos clínicos de BiVACOR.
Ese mismo año, otros cuatro pacientes en Estados Unidos recibieron el implante del dispositivo BiVACOR. Todos recibieron corazones de donantes antes de ser dados de alta, y la supervivencia más larga con el dispositivo fue de 27 días. Ninguno de estos pacientes recibió el alta con el corazón artificial aún en funcionamiento.
Así, el caso del paciente de Sydney es la primera vez que una persona puede vivir de forma independiente con un corazón artificial durante más de 100 días, antes de recibir un trasplante de corazón donado.
Actualmente, más de 23 millones de personas padecen insuficiencia cardíaca cada año, pero solo unas 6.000 reciben trasplantes de corazón. Se espera que BiVACOR sirva de puente para ayudar a los pacientes a sobrevivir hasta que haya un donante disponible.
Sin embargo, el objetivo a largo plazo de los investigadores es convertir la tecnología en una alternativa permanente. El gobierno australiano ha aportado 50 millones de dólares para desarrollarla y comercializarla, con la esperanza de ofrecer una solución médica a millones de pacientes con insuficiencia cardíaca en todo el mundo.
El trasplante de Sydney es el primer paso de un programa de investigación más amplio dirigido por la Universidad de Monash para desarrollar dispositivos cardíacos artificiales avanzados.
Los expertos esperan que en la próxima década esta tecnología se convierta en una opción alternativa para los pacientes que no pueden esperar un corazón de donante.
Se prevé realizar más ensayos en 2025, con al menos cuatro pacientes más en Australia programados para recibir implantes BiVACOR. De tener éxito, la tecnología podría cambiar radicalmente el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, especialmente en un contexto donde escasean los donantes de corazón.
Con el éxito del último trasplante, la medicina australiana está demostrando su posición pionera en el campo de los trasplantes de corazón artificial, abriendo oportunidades de vida para millones de pacientes con insuficiencia cardíaca en todo el mundo.
Según VNA
Fuente: https://baothanhhoa.vn/nguoi-dan-ong-song-sot-hon-100-ngay-voi-trai-tim-nhan-tao-242705.htm
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