Una hora de actividad extracurricular de los estudiantes de la escuela secundaria Thanh Khe. Foto ilustrativa. |
Nguyen Gia Th, estudiante de la escuela secundaria Thanh Khe, admitió con franqueza: «A menudo me quedo despierto hasta las 2 o 3 de la madrugada jugando o viendo vídeos en línea. Aunque sé que estaré muy cansado y no podré concentrarme en la escuela al día siguiente, me he acostumbrado a la sensación de una noche tranquila sin interrupciones». La historia de esta no es única. Hoy en día, en muchas aulas, la imagen de estudiantes letárgicos y quedándose dormidos durante la clase ya no es extraña. La causa principal es la falta de sueño nocturno de los niños y una grave alteración de su ritmo biológico.
El hábito de trasnochar no sólo afecta el rendimiento académico, sino que también tiene consecuencias negativas para la salud. La psiquiatra Le Thi Thu Nga, quien trabaja en la Clínica Psiquiátrica-Neurológica del Centro Médico del Distrito de Lien Chieu y ha asistido a numerosos seminarios sobre salud mental escolar, afirmó: «Trasnochar mucho tiempo altera el reloj biológico natural del cuerpo, lo que hace que los jóvenes sean susceptibles al insomnio crónico, la pérdida de memoria y una inmunidad reducida. Psicológicamente, esta condición también contribuye a un mayor riesgo de ansiedad, depresión, irritabilidad y dificultad para controlar las emociones».
Los jóvenes de hoy tienen fácil acceso a las redes sociales, videojuegos, plataformas de video y una gran cantidad de otros contenidos de entretenimiento. Estas actividades son intrínsecamente atractivas y pueden enganchar a los usuarios fácilmente. Especialmente por la noche, cuando ya no están controlados por el trabajo o el estudio, muchos jóvenes lo consideran un momento “privado” para entretenerse sin límites. Sin embargo, la consecuencia de “tomar prestado” el tiempo de la noche es que el cuerpo se ve obligado a “pagar el precio” con fatiga y falta de alerta durante el día, un tiempo que debería dedicarse al estudio, al trabajo y a la interacción social.
Desde la perspectiva de los padres, muchas personas se sienten impotentes cuando sus hijos a menudo se quedan despiertos hasta tarde. La Sra. Bui Thi Huong Lan, profesora universitaria de Da Nang y madre de un estudiante de 11.º grado, compartió: «Mi familia tiene la regla de recoger el teléfono y la computadora de mi hijo a partir de las 22:00. Sin embargo, muchas veces descubrí que mi hijo seguía usando los dispositivos a escondidas en su habitación. Aunque insistía en recordárselo, a veces la presión del estudio y las tareas lo hacía trasnochar». En realidad, muchos estudiantes están “atrapados” en una espiral entre la presión del estudio y las necesidades de entretenimiento, lo que los lleva a un estilo de vida desequilibrado.
Otra razón importante para esta situación es la falta de habilidades de gestión del tiempo y la falta de disciplina personal. Muchos jóvenes no saben organizar adecuadamente su trabajo, lo que les lleva a posponer los estudios y el trabajo y a tener que “correr” por la noche. Otros creen que la noche es el momento en el que pueden concentrarse mejor, pero esto a largo plazo puede ser perjudicial para el cuerpo y la mente.
Cambiar el hábito de trasnochar y dormir durante el día no es fácil, especialmente cuando se ha convertido en parte de la vida. Sin embargo, esto es necesario si los jóvenes quieren mantener una buena salud y ser eficaces en sus estudios y en el trabajo. En primer lugar, los propios jóvenes deben ser conscientes de las consecuencias de dormir hasta tarde, y así establecer sus propios principios de vida y comprometerse con ellos. Mantener un horario de sueño regular, limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse y crear un ambiente cómodo para dormir ayudará al cuerpo a recuperar gradualmente su ritmo biológico natural.
La familia también juega un papel importante en la formación de hábitos de vida saludables. Además de controlar el uso de los dispositivos, los padres deben hablar con sus hijos sobre las razones por las que se quedan despiertos hasta tarde: puede deberse al estrés del estudio, a la presión por rendir o simplemente al aburrimiento. Comprender la psicología infantil ayudará a los padres a encontrar soluciones adecuadas, en lugar de simplemente imponer prohibiciones.
Desde el lado escolar, es necesario fortalecer los programas de propaganda sobre la salud mental, los efectos nocivos de la falta de sueño y las habilidades de gestión del tiempo. Organizar seminarios y talleres para compartir experiencias de expertos en psicología médica y escolar puede ayudar a los estudiantes a percibir adecuadamente la importancia del sueño.
Quedarse despierto hasta tarde y dormir durante el día ya no es simplemente un mal hábito sino que se ha convertido en un problema de salud pública entre los jóvenes. La implicación de la familia, la escuela y los propios jóvenes es el factor clave para cambiar esta situación. Cuando se respeta el sueño, el cuerpo y la mente pueden recuperarse y desarrollarse plenamente. Y sólo entonces las ambiciones y los sueños de los jóvenes tendrán una base sólida para hacerse realidad.
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Fuente: https://baodanang.vn/xa-hoi/202505/nguoi-tre-thich-song-ve-dem-4007651/
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