El cáncer de tiroides es una enfermedad que se produce cuando hay una anomalía en el crecimiento de las células tiroideas. Aunque la tasa de curación es alta, probablemente sea difícil para cualquiera aceptar la verdad al descubrir que tiene cáncer, incluso cáncer de tiroides.
Examen de pacientes tras cirugía de cáncer de tiroides - Foto: BSCC
El doctor Nguyen Van Thai, del Instituto Militar de Medicina de Radiación y Oncología, afirmó que el cáncer de tiroides afecta a personas cada vez a edades más tempranas y que en muchos casos, tres o cuatro personas de una misma familia padecen esta enfermedad. Por lo tanto, es importante prestar atención a las señales de alerta y acudir al médico ante cualquier síntoma.
Los primeros cambios cuando aparece la enfermedad
- Cambios de humor: Las personas con niveles bajos de hormona tiroidea tienen mayor probabilidad de sufrir cambios de humor o depresión. Las personas con niveles altos de hormona tiroidea tienen mayor probabilidad de sufrir irritabilidad, enojo o ansiedad.
- Anormalidad en las heces: Un nivel bajo de hormona tiroidea provoca estreñimiento, lo que ralentiza el tránsito intestinal. Las personas con exceso de hormona tiroidea tienen mayor frecuencia de evacuaciones, llegando a defecar con regularidad durante el día.
- Peso anormal: Muchos factores pueden causar aumento o pérdida de peso, pero si los hábitos alimenticios y de ejercicio no cambian y el peso aumenta o disminuye repentinamente, es muy posible que exista un problema con la tiroides.
Cuando la glándula tiroides secreta muy poca hormona, se produce un aumento de peso significativo. Por el contrario, cuando secreta demasiada hormona, se produce una pérdida de peso significativa.
Sudoración anormal: La disminución de las hormonas tiroideas puede provocar una menor producción de sudor y sebo, lo que da como resultado una piel seca y áspera. El aumento de las hormonas tiroideas hidrata la piel y provoca una mayor sudoración, lo que hace que el sudor sea más pegajoso.
Cuello anormalmente grueso: La glándula tiroides se encuentra en la parte frontal del cuello. Cuando algo falla, la glándula tiroides puede agrandarse, haciendo que el cuello parezca más grueso. En casos graves, puede incluso afectar al habla, la deglución y la respiración.
Presta atención a la zona del cuello y evita el pánico ante señales inesperadas al beber agua.
Muchas personas se sorprenden al descubrir un cáncer de tiroides por casualidad. Por ejemplo, una joven descubrió repentinamente un gran tumor que le sobresalía del cuello mientras bebía agua. Estaba tan asustada que acudió al hospital, donde le diagnosticaron cáncer de tiroides.
Un bulto en el cuello es el signo más evidente de cáncer de tiroides, pero pocas personas lo notan.
Uno de los primeros signos del cáncer de tiroides es la presencia de ganglios linfáticos anormales y tumores en el cuello, que además se encuentra inflamado. Estos tumores suelen ser duros, de bordes definidos y se mueven rítmicamente al tragar. Los signos comunes incluyen:
Tumor cervical: Generalmente, el paciente o un familiar descubre un tumor cervical de forma accidental. El tumor tiende a crecer progresivamente, se mueve al ritmo de la deglución, puede ser único o múltiple y puede localizarse en cualquiera de los lóbulos de la glándula tiroides. Al tacto, puede resultar áspero y duro.
En la etapa tardía, el tumor invade la piel del cuello causando ruptura, ulceración, sangrado e infección local.
Ronquera, dificultad para respirar, dificultad para tragar, sensación de ahogo: Estos síntomas se presentan en distintos grados debido al crecimiento del tumor, su invasión y la compresión de los órganos circundantes. Suelen aparecer con frecuencia y de forma precoz, sobre todo en el cáncer indiferenciado.
- Sensación de tensión y rigidez en el cuello: Este es un síntoma común; el dolor se extiende al ángulo de la mandíbula y al oído del mismo lado debido a que el tumor de gran tamaño comprime y estimula el plexo nervioso cervical.
- Ganglios linfáticos cervicales: Pueden detectarse al mismo tiempo que el tumor o antes de que se palpe el nódulo tiroideo. Los ganglios linfáticos suelen detectarse en el mismo lado que el tumor.
Sin embargo, este síntoma es difícil de distinguir de un tumor benigno, por lo que cuando se encuentra un ganglio linfático en el cuello del mismo lado que el tumor, es necesario acudir a un examen médico para confirmar el diagnóstico de cáncer.
Médico explica a paciente los síntomas del cáncer de tiroides - Foto: BSCC
Señales de que necesitas ver a un médico inmediatamente
Según el Dr. Nguyen Van Thai, cuando la enfermedad de la tiroides comienza a convertirse en cáncer, habrá 3 signos en el cuerpo y las personas con factores de riesgo adicionales deben hacerse un chequeo.
Las personas estresadas que suelen trasnochar tienen problemas con la tiroides, ya que esta enfermedad está estrechamente relacionada con el metabolismo. El estrés físico prolongado, combinado con la dificultad para liberar emociones, dificulta la recuperación de las células tiroideas, lo que puede provocar daños a largo plazo en la tiroides.
Personas que recibieron radioterapia en el tórax o el cuello durante la infancia: En la infancia, las células del cuerpo se encuentran en un período de intensa proliferación, y la radiación constituye un estímulo adicional para dicha proliferación. Por lo tanto, puede provocar fácilmente una transformación maligna de las células.
- Personas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides: El cáncer de tiroides tiene dos formas: una de origen individual y otra genética. Si hay un familiar de primer grado con enfermedad tiroidea, se recomienda realizar controles periódicos de la tiroides.
Además, si las personas que viven contigo tienen cáncer de tiroides, aunque no sean familiares, tú también debes hacerte un chequeo de tiroides porque es muy posible que todos tengan hábitos alimenticios y estilo de vida similares.
Las señales que indican que necesita consultar a un médico de inmediato incluyen:
- Forma del tumor tiroideo: Los tumores tiroideos se clasifican principalmente en dos tipos: una masa redonda que puede aparecer en alguna parte de la glándula tiroides. Es importante prestar atención a este tumor, ya que podría tratarse de un quiste o de un cáncer de tiroides.
La segunda es la forma de mariposa. Esta suele deberse a tiroiditis o hipertiroidismo.
- Daño a los ganglios linfáticos: Cuando el cáncer de tiroides alcanza cierta etapa, el tumor comprime los tejidos y órganos circundantes, y el paciente presenta inflamación de los ganglios linfáticos.
Además, los pacientes con cáncer de tiroides en etapa temprana pueden experimentar ronquera, principalmente debido al crecimiento continuo del tumor y la compresión del nervio laríngeo recurrente.
- Dificultad para tragar, dificultad para respirar: Cuando el tumor continúa creciendo, comprime o bloquea los nervios del esófago y la laringe, lo que provoca que el paciente reciba radiación en las áreas del hombro, el cuello y el oído, lo que conlleva dificultad para tragar y dificultad para respirar.
No todas las personas con cáncer de tiroides necesitan cirugía; aquellas que presentan estos 5 factores solo necesitan ser monitoreadas:
- Núcleo de menos de 1 cm
- Nadie en la familia tiene cáncer de tiroides
- Sin antecedentes de radiación en el cuello
- Sin metástasis en los ganglios linfáticos
Cáncer papilar de tiroides. Tras un seguimiento de 10 años a este grupo, solo el 8 % requirió cirugía; el 92 % restante vivió sin complicaciones. Recuerde acudir a sus revisiones periódicas según lo prescrito por su médico.
Fuente: https://tuoitre.vn/nhung-dau-hieu-dau-tien-khi-benh-ung-thu-tuyen-giap-am-tham-nay-no-2024111906361703.htm






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