Los coches que pierden el control son la principal causa de accidentes de tráfico graves, así que ¿cuál es la causa y cómo actuar con seguridad?
La pérdida de control es un fenómeno en el que el conductor pierde el control del vehículo. Generalmente, ocurre de forma repentina e inesperada, lo que dificulta al conductor reaccionar o manejar la situación. La pérdida de control es una de las principales causas de accidentes de tráfico.
Causas de la pérdida de control del vehículo
Hay muchas razones por las que un coche pierde el control, incluyendo factores objetivos y subjetivos. Generalmente, las causas se dividen en dos grupos principales: errores de conducción del conductor o incidentes relacionados con problemas técnicos del vehículo.
Las causas de pérdida de control del coche se deben a técnicas de conducción habituales como: no controlar la velocidad, exceso de velocidad, adelantamientos imprudentes, confundir el pedal del acelerador con el de freno, subviraje o sobreviraje en curvas, no controlar bien el coche al circular por carreteras resbaladizas...
Si el conductor no gestiona la situación con calma, el vehículo puede perder fácilmente el control y provocar un accidente. (Foto ilustrativa).
La causa de que un coche pierda el control se debe a problemas técnicos comunes como: el coche pierde los frenos, el volante del coche está descentrado, la cremallera de dirección está descentrada, el neumático explota de repente, una pieza importante en el sistema de dirección o en el sistema operativo está dañado, atascado...
Cómo actuar cuando el coche pierde el control
Cuando un coche pierde el control, cuanto más pánico tenga el conductor, más difícil será manejar la situación. Por eso, lo importante es intentar mantener la calma.
Primero, reduzca la velocidad del vehículo reduciendo lentamente el acelerador y cambiando a una marcha más baja para frenar el motor. Tenga en cuenta que solo debe pisar el freno ligeramente, no con fuerza ni de forma continua. Si el vehículo circula a alta velocidad o las ruedas delanteras o traseras patinan y pierden tracción, frenar bruscamente puede agravar la situación, como bloquear los frenos, perder tracción o desequilibrar el vehículo, lo que puede provocar derrapes, trompos o vuelcos.
Tocar la bocina continuamente y hacerse a un lado de la carretera es una forma de actuar ante un vehículo que pierde el control. (Foto ilustrativa).
A medida que el vehículo comience a disminuir la velocidad y el conductor recupere el control, mantenga la vista en la carretera y con calma, regrese el vehículo a su carril. Si es posible, busque un lugar seguro para estacionar y piense en cómo manejar la situación.
Notas importantes al manejar la pérdida de control del vehículo
En caso de que el camino por delante no esté resbaladizo, no haya obstáculos, el vehículo tenga funciones de asistencia de frenado ABS, EBD, BA... el conductor puede frenar de forma repentina.
En caso de que el camino por delante esté resbaladizo o presente obstáculos, sólo se debe frenar suavemente (no frenar bruscamente) y cambiar a una marcha más baja para frenar el motor.
La situación más peligrosa es perder el control en una zona con muchos vehículos o en una autopista. Si esto ocurre, el conductor debe encender inmediatamente las luces de advertencia y tocar la bocina continuamente para advertir a quienes se encuentren cerca. Realice acciones combinadas, usando los frenos y cambiando a una marcha más baja, para recuperar el control del vehículo. En caso de emergencia, el conductor puede tener que estar mentalmente preparado para una colisión. Lo mejor es maniobrar el vehículo para evitar la colisión o conducir hacia lugares con los menores daños posibles, como un campo o un arbusto.
En caso de que el coche pierda los frenos, el conductor nunca debe ponerlo en punto muerto, ya que esto puede provocar la pérdida de control. Si el coche va cuesta abajo, ponerlo en punto muerto acelerará.
Cómo limitar la pérdida de control del vehículo
Puedes limitar el fenómeno de perder el control de tu vehículo con las siguientes experiencias:
Sujete correctamente el volante y siéntese en una posición de conducción cómoda para poder conducir con flexibilidad en todas las situaciones.
Conduzca a la velocidad prescrita, no exceda el límite de velocidad, ya que es peligroso. Mantenga una distancia de seguridad con los vehículos que circulan en la misma dirección.
Reduzca la velocidad antes de entrar en una curva. Al entrar en una curva, sujete firmemente el volante y tenga mucho cuidado. No acelere demasiado, reduzca el acelerador ni frene bruscamente en medio de una curva. Utilice únicamente la técnica de dirección cruzada al conducir a baja velocidad. Al conducir a alta velocidad, utilice la técnica de dirección de empuje y tracción.
Al conducir con mal tiempo, niebla o carreteras resbaladizas, los conductores no deben confiarse. Encienda las luces correctamente y mantenga una velocidad baja. Evite frenar bruscamente.
Además de prestar atención a las técnicas de conducción, también es importante prestar atención al estado del vehículo. Para garantizar un funcionamiento fluido y sin problemas, es necesario realizar revisiones y mantenimiento periódico del motor, la caja de cambios, el sistema de dirección, la suspensión, los neumáticos, etc.
Durante el uso del vehículo, si detecta alguna señal inusual, especialmente en el sistema de dirección como volante flojo, dirección inestable, desgaste desigual de los neumáticos, luz de falla del motor, luz de falla de la transmisión encendida, etc., debe hacer revisar el vehículo lo antes posible.
Fuente: https://vtc.vn/nhung-nguyen-nhan-khien-o-to-mat-lai-va-cach-xu-ly-an-toan-ar807105.html
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