Durante años, la nación del sudeste asiático ha luchado con un dilema que es visto como la envidia de países como Japón y Corea del Sur, donde los gobiernos ofrecen incentivos en efectivo a las parejas que tienen hijos.
La población filipina sigue creciendo rápidamente. Foto: EPA-EFE
Mientras muchos países registran más muertes que nacimientos, Filipinas es una estrella brillante para aquellos que creen que una fuerza laboral joven generará una mayor productividad.
Pero las autoridades filipinas, una nación de 113 millones de habitantes, ven las cosas de otra manera. El gobierno del presidente Ferdinand Marcos Jr. advierte que el país no puede alcanzar un amplio éxito económico sin abordar sus desafíos demográficos.
Filipinas, a pesar del alto crecimiento registrado durante la mayor parte de la última década, sigue siendo uno de los países más pobres de la región y reducir su tasa de fertilidad (más del doble de la de Corea del Sur) es una estrategia clave para los indicadores de desarrollo.
En Filipinas, el crecimiento demográfico supone una enorme presión sobre los recursos limitados, según la Autoridad Nacional de Economía y Desarrollo. El gobierno ha convertido la planificación familiar en una de sus principales prioridades presupuestarias este año.
Aun así, la tasa de fecundidad de Filipinas descendió a 1,9 hijos por mujer en 2022, frente a los 2,7 de cinco años antes, según datos preliminares del gobierno. La tasa de 2,1 se considera generalmente el nivel en el que una población se renueva de una generación a la siguiente.
Según la agencia de estadísticas, aproximadamente la mitad de las mujeres filipinas casadas actualmente no desean tener más hijos. Las mujeres de las zonas rurales, donde el acceso a la anticoncepción suele ser limitado, tuvieron una tasa de fecundidad más alta, de 2,2 hijos por mujer, el año pasado, en comparación con 1,7 en las zonas urbanas.
El gobierno filipino está dando “máxima prioridad” a su fuerza laboral joven al asignar fondos para ayudar a los recién graduados a encontrar trabajo, según la Secretaria de Presupuesto, Amenah Pangandaman.
Mai Van (según SCMP)
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