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El PSG destruye un superequipo y construye un imperio en el campeonato

Sin Messi, Neymar ni Mbappé, el PSG aún conquista la cima de Europa. Con Luis Enrique, se han transformado en una máquina moderna, cohesionada e inflexible.

ZNewsZNews02/06/2025

Mbappé dejó el PSG para irse al Real Madrid. Ese fue un punto de inflexión para el PSG.

En el mundo del fútbol moderno, donde los clubes compiten por fichar a superestrellas costosas y convertir el campo en un escenario personal, el PSG solía ser el símbolo más claro de la escuela de "comprar para ganar". Pero tras más de una década de gastos desmesurados, aún no ha logrado alcanzar la cima de Europa.

El PSG tuvo en su día a Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé —tres de las estrellas más brillantes del fútbol mundial— y no logró ganar la Champions League. Hasta que llegó el entrenador Luis Enrique y lo arrasó todo.

No necesito una estrella. Necesito una máquina.

Enrique llegó al PSG en el verano de 2023, trayendo consigo no sólo un currículum brillante (ganó la Champions con el Barcelona en 2015) sino también una filosofía futbolística moderna, pragmática y fría: el colectivo es el centro, nadie puede situarse fuera del sistema.

Desde el principio, tuvo roces con Mbappé, la última gran estrella que quedaba tras la marcha de Messi y Neymar. En una reunión a puerta cerrada, Enrique le dijo a Mbappé con palabras directas y de advertencia: "¿Crees que tu trabajo es solo marcar goles? Para mí, eso no es suficiente".

Le pidió a Mbappé que presionara, que se desmarcara del balón, que apoyara a sus compañeros, que se uniera al sistema defensivo; cosas que el astro francés nunca se había visto obligado a hacer en muchos años. Esa fue la primera sorpresa. Y también fue el momento que reveló el inminente "golpe" táctico.

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El Real Madrid de Mbappé se queda con las manos vacías en todas las competiciones esta temporada.

Mbappé, por supuesto, sigue siendo un talento excepcional. Pero con Enrique, si falla un solo eslabón, la máquina no funcionará. El equipo no puede presionar con 10 hombres. Y así, la marcha de Mbappé, considerada en su día una "pérdida irremplazable", se convirtió en el mayor punto de inflexión en la historia del PSG.

El PSG ha sido un símbolo de estrellato en el pasado. Ha gastado dinero en fichar a los jugadores más caros del mundo, desde Zlatan Ibrahimovic hasta Ángel Di María, desde Neymar hasta Messi. Pero lo que no ha comprado es la unidad.

En temporadas consecutivas de Liga de Campeones el PSG ha fracasado en momentos cruciales, a menudo porque esas mismas estrellas se niegan a presionar, no logran integrarse en el equipo o simplemente... no quieren sacrificarse por el sistema.

Por eso Enrique declaró con franqueza: "Nunca aceptaré dirigir al PSG si siguen con la política de fichar superestrellas".

Con Enrique, el PSG no gastó dinero para causar sensación, sino para construir una base sólida. Los 800 millones de dólares no se invirtieron en el "nuevo Messi" ni en el "próximo Ronaldo", sino en João Neves y Desiré Doué: jugadores jóvenes, llenos de ilusión y aún no dominados por el ego.

Y a partir de aquí el PSG empezó a convertirse en un auténtico equipo de fútbol.

El fútbol moderno consiste en 11 hombres corriendo juntos.

Enrique ha construido el PSG no solo con base en la táctica, sino con base en el principio fundamental del fútbol moderno: todos los jugadores deben trabajar. Desde los delanteros hasta los laterales, desde los porteros hasta los centrales, todos deben estar listos para moverse, presionar, interpretar las situaciones y coordinarse.

Se acabó Messi deambulando por la defensa. Se acabó todo el sistema teniendo que "proteger" a una estrella. El PSG ahora presiona al unísono, juega con alta intensidad, ataca con rapidez y defiende en bloque.

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El PSG ganó la Champions con un equipo sin estrellas.

Los octavos de final de la Champions League fueron un claro ejemplo: agotaron al Liverpool con su juego feroz, rápido y contundente. El entrenador Arne Slot admitió: «Nos presionaron constantemente, sin darnos ni un respiro».

Luego llegó el Aston Villa y después el Arsenal, rivales de gran nivel en la Premier League que no pudieron resistir la intensidad y la organización del PSG. No porque el PSG tuviera superestrellas excepcionales, sino porque era un equipo sin debilidades tácticas.

La victoria del PSG sobre el Inter de Milán fue más que una simple victoria en cuanto a puntuación. Fue una demostración de destreza táctica, espíritu y madurez.

Desde el primer toque, el PSG no jugó desde casa. Introdujeron el balón en el campo del Inter, empezaron a presionar y no dieron a sus rivales ninguna oportunidad de construir el juego.

En el minuto 11, el central Marquinhos seguía a un rival en el fondo de la cancha del Inter. Los centrocampistas se acercaron de inmediato. El Inter perdió el balón. Ocho pases después, el balón ya estaba en la red.

El partido terminó a los 20 minutos. Los minutos restantes fueron un escenario para que el PSG demostrara su presión, sus movimientos sin balón y su ingenio táctico.

Sin Messi. Sin Neymar. Sin Mbappé. Pero el PSG logró lo que esas estrellas no pudieron: ganar la Champions League por primera vez en la historia.

Enrique no solo ayudó al PSG a ganar títulos. Los liberó del lastre del pasado, de la sombra del estrellato y de las limitaciones que se habían impuesto.

Se acabó la dependencia individual. Se acabaron los momentos de "solo dale el balón a la superestrella y espera un milagro". El PSG de Enrique es prueba de ello: en el fútbol moderno, nadie es más grande que el sistema. Nadie tiene derecho a estar al margen del colectivo.

Luis Enrique no es solo el artífice de una temporada exitosa. Es quien sentó las bases de un PSG completamente nuevo: un equipo que ya no se obsesiona con el nombre, sino que solo se interesa por la eficiencia, la organización y un auténtico afán de conquista.

El triplete de la temporada 2024/25 pasará a la historia del PSG como un gran hito. Pero más importante que el título, es cómo lo consiguieron. Con fútbol moderno. Con un equipo. Y con espíritu de lucha.

Sin Messi, Neymar ni Mbappé, el PSG ganó el campeonato. Y por eso esta victoria es doblemente significativa.

Esto no es solo éxito. Es madurez.

5 goles del PSG en la final de la Champions League La madrugada del 1 de junio, el PSG se levantó y creó la final de la Champions League con mayor diferencia de la historia.

Fuente: https://znews.vn/psg-dap-tan-sieu-doi-hinh-dung-len-de-che-vo-dich-post1557674.html


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