Country Garden, que en su día fue uno de los mayores promotores privados de China en términos de ventas, ha estado en racha este año, dejando de pagar un lote de bonos en dólares el mes pasado.
"Estimamos que todo el mercado tiene alrededor de 20 millones de casas que han sido pre-vendidas a clientes, pero aún no están terminadas", dijo a CNBC Ting Lu, economista jefe de Nomura Bank.
Según los analistas de Nomura, China necesita alrededor de 3,2 billones de yuanes (unos 10,7 billones de VND) para completar la construcción de estas casas.
En China, las viviendas suelen venderse antes de su finalización, y el gobierno está priorizando la construcción y la entrega de viviendas a los compradores. Si se retrasan, la gente se mostrará reacia a comprar apartamentos nuevos, lo que reducirá los ingresos de las inmobiliarias y agravará la crisis actual.
El sitio de construcción de un proyecto de Country Garden en Tianjin está desierto por los trabajadores (Foto: Reuters).
Según Nomura, en medio de la crisis del sector inmobiliario y de muchas empresas en quiebra, los compradores pueden volverse más impacientes esperando que les entreguen sus casas recién adquiridas.
El problema de la entrega de viviendas podría desencadenar disturbios sociales en 2024, y Pekín podría verse obligado a intensificar sus políticas de apoyo. Los expertos afirman que un mayor apoyo gubernamental es clave para restablecer la confianza en el mercado inmobiliario y la economía china.
El año pasado, muchos compradores de viviendas en China decidieron dejar de pagar sus hipotecas debido a los largos retrasos en la construcción.
"Si el número de viviendas nuevas terminadas este año aumenta un 20%, los promotores solo podrán entregar el 48% de las viviendas prevendidas en el periodo 2015-2020. Esto significa que el 52% de las viviendas restantes seguirán retrasadas", dijeron analistas de Nomura a CNBC .
Las empresas inmobiliarias han atravesado una crisis de liquidez desde que Pekín lanzó una estrategia para controlar el apalancamiento en el sector inmobiliario. Las restricciones por la COVID-19 también han obstaculizado la construcción.
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