Por ejemplo, con el modelo actual del mercado eléctrico, Vietnam Electricity (EVN) es la única entidad que compra electricidad, pero el PPA carece de términos claros de "compra obligatoria", lo que significa que EVN podría no ser capaz de comprar toda la producción de la planta debido a factores objetivos como fuertes lluvias, que priorizan la energía hidroeléctrica barata, líneas de transmisión limitadas o incluso una disminución en el consumo de electricidad que requiere una reducción correspondiente en el suministro…
Además, hay ocasiones en que el marco de precios de compra de electricidad anunciado utiliza el dong vietnamita (VND) como moneda de pago y no tiene en cuenta las fluctuaciones de los tipos de cambio, lo que puede provocar fácilmente riesgos en los préstamos en moneda extranjera de instituciones de crédito internacionales.
Por lo tanto, existen organizaciones de crédito internacionales que no pueden calificar el crédito de los proyectos de energía renovable en Vietnam a un nivel aceptable para el desembolso.
En un informe relacionado con este tema, el Banco Mundial comentó que el 82% de los inversores internacionales en energía calificaron a Vietnam como un mercado con “potencial, pero de alto riesgo”, principalmente debido a la falta de “financiabilidad” (capacidad de obtener capital prestado) de los PPA.
El informe del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) de 2024 también señaló que solo alrededor del 15 % de los proyectos de energía renovable en Vietnam pueden acceder a préstamos a largo plazo en moneda extranjera de instituciones financieras internacionales, principalmente gracias a las garantías de los fondos de desarrollo. La mayoría de los demás proyectos deben obtener financiamiento en moneda local con tasas de interés entre 3 y 5 puntos porcentuales más altas. En cuanto al marco legal para las finanzas verdes, se afirma que el problema no radica en la falta de proyectos, sino en la ausencia de un marco legal específico para los Acuerdos de Compra Directa de Energía (ACDE) entre inversionistas y grandes consumidores de electricidad.
Anteriormente, muchos inversores esperaban que la información sobre el DPPA impulsara la llegada de capital privado en los próximos años. Incluso se preveía que Vietnam atrajera los mayores flujos de capital verde de la región gracias a su gran potencial de energía eólica marina y solar (aproximadamente 475 GW y 205 GW, respectivamente). Sin embargo, las estadísticas de BloombergNEF (2024) muestran que el valor total de los bonos y préstamos verdes para el sector energético de Vietnam solo alcanzará los 1.900 millones de dólares en 2023, una cifra muy inferior a la de Tailandia (4.600 millones de dólares) e Indonesia (3.200 millones de dólares).
Las estadísticas también muestran que para finales de 2024, todo el país tendrá solo unos 20 proyectos a los que se les hayan otorgado créditos internacionales de carbono (CER/VER), mientras que en Tailandia hay cerca de 200 proyectos y en Indonesia hay más de 300 proyectos que participan en el mercado de carbono voluntario y obligatorio.
La realidad descrita anteriormente hace que el objetivo de movilizar 135 mil millones de dólares en inversiones para la industria eléctrica, tal como se establece en el Plan Energético VIII y el Plan Energético VIII ajustado para el período 2021-2030, contribuyendo así a la consecución de la meta de la transición energética en Vietnam, de la cual aproximadamente el 75% debe provenir del sector privado, sea muy difícil de alcanzar.
Otro desafío radica en que los proyectos de nuevas energías, como la eólica marina, la energía de hidrógeno, el almacenamiento de energía y los sistemas híbridos (fotovoltaicos + baterías), son de alta tecnología, tienen largos periodos de amortización y conllevan altos riesgos de inversión. Actualmente, no existe una tasa de inversión estándar para cada tipo de nueva energía según la región, en función del terreno, la infraestructura y las condiciones oceanográficas. Por otro lado, la Agencia Internacional de la Energía considera que, solo en el sector de la energía eólica marina, si se cuenta con un mecanismo estable de acuerdos de compra de energía (PPA), Vietnam podría atraer entre 25.000 y 30.000 millones de dólares de capital de inversión privada entre 2025 y 2040.
Esta realidad exige la implementación urgente de mecanismos y políticas más claras en materia de inversión y desarrollo energético. Solo así podremos atraer decenas de miles de millones de dólares en capital de inversión privado e internacional para impulsar la transición energética en Vietnam, logrando así los objetivos de la Estrategia Nacional de Crecimiento Verde, el Plan Energético VIII y su versión revisada. Inevitablemente, este es también un factor clave para el éxito en la consecución del objetivo de reducción neta de emisiones al que Vietnam se comprometió en la 26.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).
Fuente: https://baodautu.vn/thach-thuc-trong-chuyen-dich-nang-luong-d345658.html






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