Las leyes sólo son viables cuando se aplican en la vida social de manera regular, justa y significativa y se aplican a todos.
En el contexto de la construcción y el perfeccionamiento del Estado de derecho socialista en Vietnam, la aplicación de la ley debe convertirse en un foco de reforma. La Resolución Nº 66-NQ/TW del Politburó identificó claramente la necesidad de "innovar y mejorar la calidad de la labor legislativa y de aplicación".
Esto no es sólo una dirección técnica, sino un requisito estratégico para la institución. Y si la elaboración de leyes es el primer contenido, entonces el segundo contenido, la aplicación de la ley, es igualmente importante en los avances institucionales estratégicos: "un avance de avances", pero también un "cuello de botella de cuellos de botella".
Aclarar el marco conceptual: el primer paso de la innovación
La aplicación de la ley es el proceso de hacer realidad las normas jurídicas promulgadas a través del comportamiento real de los sujetos de la sociedad. Para un análisis preciso y una reforma eficaz, es necesario distinguir claramente cuatro formas que constituyen actividades de aplicación de la ley, entre ellas:
1. Cumplimiento de la ley – es no realizar actos prohibidos por la ley (pasivo);
2. Cumplimiento de la ley : es el cumplimiento proactivo de las obligaciones legales que la ley exige (proactivo);
3. Uso del derecho : es el ejercicio de los derechos legales que la ley permite hacer o no hacer (selectivo);
4. Aplicación de la ley : es la actividad de un organismo estatal competente, que utiliza el poder público para emitir decisiones jurídicas específicas (de naturaleza de poder estatal).
Distinguir claramente estas formas no sólo tiene valor académico, sino que también ayuda a determinar con precisión las responsabilidades de cada sujeto, desde los ciudadanos y las empresas hasta las autoridades públicas. Esto también ayuda a que las políticas de reforma sean sustanciales, estén en el lugar correcto y tengan el propósito correcto, evitando la ambigüedad y la superposición, que son algunas de las razones por las que muchas políticas de reforma no logran los resultados esperados.
Estrechamente vinculado a estas actividades está el concepto de costos de cumplimiento , un concepto que ahora debe entenderse de forma más amplia y precisa. Aunque el nombre es "costo de cumplimiento", de hecho, este es el costo total que los individuos, las organizaciones y las empresas deben pagar para hacer cumplir la ley en general ; no solo el costo para evitar violaciones, sino que también incluye: costos para cumplir con las obligaciones legales (por ejemplo: declaración de impuestos, instalación de equipos de protección ambiental); costos de ejercer derechos legales (por ejemplo, obtener una licencia comercial, presentar una demanda administrativa); costos de comprender y abordar la ambigüedad y las superposiciones en las regulaciones legales y costos derivados de procedimientos administrativos complejos y opacos.
Así entendidos, los costos de cumplimiento no son sólo una medida de la "pesadez" de las regulaciones legales, sino también un indicador que refleja la calidad de todo el sistema de aplicación de la ley : desde la capacidad de hacer leyes y organizar su implementación hasta la efectividad del aparato de autoridad pública. Un sistema legal altamente efectivo es aquel que reduce los costos de cumplimiento en todas las etapas , creando condiciones para que las personas y las empresas cumplan con la ley de una manera conveniente, transparente y confiable.
El sistema jurídico actual ha ampliado enormemente los derechos de los ciudadanos y las empresas.
Problemas actuales en la aplicación de la ley en nuestro país
1. Cumplimiento de la ley: Cuando la "ilegalidad" se convierte en un hábito social
El cumplimiento de la ley es la forma más básica: cuando las personas y las empresas no hacen cosas que están prohibidas por la ley. Sin embargo, ésta es también la forma que muestra más claramente el actual estado de "anarquía".
Las infracciones de la ley son habituales en numerosos ámbitos: tráfico, medio ambiente, construcción, orden urbano, suelo... En las zonas urbanas, las intrusiones en las aceras y las construcciones ilegales ya no son hechos aislados; En las zonas rurales, la extracción ilegal de arena y el vertido incontrolado de residuos ocurren ante los ojos de las autoridades locales y, en muchos casos, no se abordan a fondo. Según el Ministerio de Transporte (ahora Ministerio de Construcción ), solo en 2023, el país registró más de 2,3 millones de infracciones de tránsito que fueron sancionadas, una cifra que refleja la prevalencia del incumplimiento de la ley en el nivel más simple.
Cabe destacar que el nivel de penalizaciones en muchas zonas es muy alto, superando incluso el nivel promedio de muchos países desarrollados. Pero las violaciones siguen siendo rampantes. Esto demuestra que la disuasión no depende necesariamente de la severidad de las sanciones, sino de la capacidad de detectarlas y gestionarlas con rapidez y coherencia. La gente cumple no sólo por las altas multas, sino principalmente porque creen que "si violo, seré castigado y no habrá excepciones". Lo preocupante aquí no es sólo la aplicación laxa de la ley, sino la pérdida de confianza en la imparcialidad y la inevitabilidad de la ley, que es la base de una sociedad gobernada por el estado de derecho.
2. Cumplimiento de la ley: Las obligaciones legales se descuidan en la práctica
El cumplimiento de la ley es cuando los individuos y las organizaciones cumplen con las obligaciones legales que la ley les exige, desde la declaración de impuestos, el registro de residencia, la protección del medio ambiente hasta la implementación de las decisiones de las agencias estatales. Sin embargo, en la actualidad se emiten muchas regulaciones pero no se implementan o no se implementan de manera formal.
Una causa común es que la regulación no es viable, no es adecuada a la práctica local o al tema de aplicación. Pero lo que es más importante, faltan mecanismos de cumplimiento que impliquen responsabilidades claras. Por ejemplo, muchas políticas sociales, programas de reforma administrativa o planes de transformación digital a nivel comunal todavía están “colgados” en el papel porque los funcionarios no los implementan o no rinden cuentas si no los implementan.
Además, la dispersión de responsabilidades entre los organismos y la falta de claridad sobre quién es el principal responsable de muchos programas de reforma, planes de acción y reglamentos de implementación han provocado retrasos o formalidades debido a la falta de responsables específicos. Esto es una manifestación de la degradación de la disciplina administrativa y jurídica, de la reducción de la eficacia de la gestión estatal y del debilitamiento de la capacidad de aplicación de la ley por parte del sistema político.
3. Uso de la ley: Tener derechos pero no ejercerlos fácilmente
El uso de la ley es cuando los individuos y las organizaciones ejercen de manera proactiva sus derechos legales que la ley les permite -como el derecho a hacer negocios, quejarse, denunciar, acceder a la información...
En teoría, el sistema legal actual ha ampliado enormemente los derechos de los ciudadanos y las empresas. Sin embargo, en la realidad, la implementación de los derechos enfrenta muchas barreras en términos de procedimientos, actitudes administrativas y capacidad de las personas para acceder a la ley.
El informe de 2022 de VCCI muestra que: el 59% de las empresas tienen que “pagar sobornos” para obtener licencias o realizar trámites administrativos, aunque en principio tienen derechos legales. Por otro lado, muchas personas tienen miedo de entrar en conflicto con el gobierno, carecen de conocimientos jurídicos o no creen en la eficacia del mecanismo de protección de sus derechos, lo que les lleva a tener una mentalidad de limitar sus propios derechos o de renunciar a ellos en silencio.
El fenómeno de “tener derechos pero no poder ejercerlos” es una forma silenciosa pero grave de pérdida de derechos, porque erosiona el papel protector de la ley y obstaculiza la autonomía de la sociedad.
4. Fuerzas del orden: las más poderosas, pero también las que más necesitan mejoras
La aplicación de la ley es una actividad del poder público: cuando un organismo estatal competente emite decisiones jurídicas específicas, como sancionar infracciones, conceder licencias, resolver quejas, juzgar...
Esta es la etapa en la que se demuestra más claramente el poder del Estado, pero es también donde surgen muchos riesgos de abuso de poder, arbitrariedades e injusticias si no se controlan bien. La realidad muestra que muchas decisiones administrativas carecen de una base jurídica clara, son injustas o se "aplican de forma flexible" y sesgada hacia los intereses locales. Parte de la razón se debe al limitado conocimiento jurídico y a las limitadas habilidades de los funcionarios para manejar situaciones; Otra parte se debe a la falta de mecanismos de seguimiento independientes y de herramientas para hacer transparente el proceso de toma de decisiones.
Incluso en el sector judicial, considerado el "más cauteloso", la tasa de sentencias anuladas o modificadas por aplicación incorrecta de la ley en primera instancia aún fluctúa entre el 1,5 y el 2,5% (periodo 2016-2021), según la supervisión de la Asamblea Nacional . Esto demuestra que la capacidad de aplicar la ley –en términos de personas, procesos e instituciones– sigue siendo el mayor cuello de botella en la cadena de funcionamiento del Estado de derecho.
Una sociedad está verdaderamente gobernada por el imperio de la ley sólo cuando la ley se internaliza como un valor moral: cuando las personas no la obedecen simplemente porque temen el castigo, sino porque se sienten avergonzadas si la violan y orgullosas si viven de acuerdo con la ley.
Solución: Restablecer la vigencia y afirmar la dignidad de la ley
Un sistema jurídico no puede estar verdaderamente presente si sólo está bien diseñado en el papel. Las leyes sólo son viables cuando se aplican en la vida social de manera regular, justa y significativa y se aplican a todos. Por lo tanto, la innovación y la mejora de la calidad de la aplicación de la ley no pueden limitarse a modificar las leyes o la propaganda, sino que deben ser un esfuerzo sincrónico y sistemático: desde los mecanismos de aplicación hasta la cultura de cumplimiento, desde las habilidades de servicio público hasta la confianza de la comunidad. Sobre la base de las cuatro formas constitutivas de la aplicación de la ley (cumplimiento, ejecución, uso y aplicación de la ley), se pueden identificar cinco grupos clave de soluciones:
En primer lugar, en términos de aplicación de la ley , la cuestión no es la severidad de las sanciones, sino la eficacia de su aplicación. Cuando la gente ve que las violaciones no se abordan o solo se abordan de manera selectiva, automáticamente considerarán que la ley es "buena para tener, pero no tenerla también está bien". Por lo tanto, es necesario restablecer la equidad y la imparcialidad en la aplicación de la ley. Esto requiere mejorar la capacidad para detectar y gestionar las infracciones desde el nivel de base, promover mecanismos de monitoreo comunitario y aplicar fuertemente tecnología como cámaras de tránsito y sistemas de alerta de infracciones administrativas. Más importante aún, las decisiones disciplinarias deben tomarse de manera transparente, sin excepciones, para enviar un mensaje claro: violar la ley es un comportamiento socialmente inaceptable, no una “flexibilidad negociable”.
En segundo lugar, en materia de aplicación de la ley , es necesario reconstruir la disciplina pública y la responsabilidad de cumplir las obligaciones legales en el sistema administrativo. Es necesario definir claramente los deberes legales de cada unidad y de cada oficial, asociados a un mecanismo de evaluación cuantitativa y de divulgación pública de resultados. La inspección y la auditoría no deben centrarse únicamente en las infracciones, sino también en las obligaciones incumplidas. Recompensar a quienes cumplen la ley y castigar severamente a quienes la ignoran es la manera de restablecer la disciplina y la eficacia de la aplicación de la ley.
Además de fortalecer la disciplina pública, también es necesario centrarse en aumentar la conciencia y la capacidad de cumplimiento de la ley de las personas y las empresas . Muchas obligaciones legales aparentemente obvias –como la declaración de impuestos, el registro de residencia temporal, la protección del medio ambiente, el cumplimiento de las normas de prevención y lucha contra incendios, etc.– todavía se pasan por alto o se evitan deliberadamente, especialmente en el sector informal. La razón no se debe necesariamente a la falta de buena voluntad, sino a veces a la falta de comprensión, a la falta de instrucciones específicas o a procedimientos engorrosos y poco amigables.
Para mejorar esta situación, es necesario: Estandarizar y simplificar las obligaciones legales de los ciudadanos y las empresas , presentarlas claramente en el portal de servicios públicos e integrarlas en las aplicaciones digitales; Fortalecer el apoyo jurídico a las pequeñas y medianas empresas y a los hogares empresarios individuales, a través de centros de consultoría, asociaciones profesionales y organizaciones sociales; Realizar “educación sobre obligación jurídica” desde la escuela a la comunidad , para que las personas comprendan no sólo sus derechos, sino también las responsabilidades que deben cumplir como ciudadanos del Estado de derecho; Construir mecanismos para recordar, advertir y apoyar el cumplimiento de las obligaciones legales en lugar de sólo aplicar sanciones cuando se producen las violaciones.
La aplicación de la ley no puede basarse únicamente en la coerción, sino que debe construirse como un comportamiento civilizado y proactivo, en el que el Estado apoya, la gente comprende, las empresas cooperan y toda la sociedad eleva los estándares legales.
Es necesario estandarizar y simplificar las obligaciones legales de los ciudadanos y las empresas, presentarlas claramente en el portal de servicios públicos e integrarlas en aplicaciones digitales.
En tercer lugar, en cuanto al uso de la ley , la ley sólo es verdaderamente significativa cuando las personas y las empresas pueden ejercer sus derechos de manera conveniente, segura y están protegidas si son violados. Es necesario reformar los procedimientos administrativos de manera que pongan los derechos de las personas y las empresas en el centro, lo que significa que las autoridades públicas no tienen que "otorgar permiso", sino que tienen la obligación de garantizar los derechos establecidos. Al mismo tiempo, es necesario ampliar la red de asistencia jurídica y difundir la ley en formas más familiares y vividas. Igualmente importante es fortalecer la confianza en el mecanismo de protección de los derechos: cuando las personas creen que, si se violan sus derechos, pueden denunciarlos y estarán protegidos por la ley de manera justa y eficaz.
En cuarto lugar, en cuanto a la aplicación de la ley , ésta es la etapa en la que el poder estatal se demuestra más directa y concretamente, y también el lugar más vulnerable si se distorsiona. Por lo tanto, mejorar la calidad de la aplicación de la ley debe ser el centro de cualquier reforma. En primer lugar, es necesario estandarizar y mejorar la capacidad de los agentes encargados de hacer cumplir la ley, desde los agentes de procedimiento, la policía, los inspectores hasta los jueces... mediante formación práctica, formación en habilidades de manejo de situaciones y formación en ética en el servicio público. Además, el proceso de aplicación de la ley debe ser transparente y rastreable, y debe minimizarse la arbitrariedad. El fortalecimiento del mecanismo de control transversal, de la supervisión por parte de la sociedad, de la Asamblea Nacional, del Frente y de la prensa, es una condición para que el poder público sea controlado. Finalmente, es posible pilotear un conjunto de indicadores para evaluar la calidad de la implementación de la ley (Índice de Implementación Legal) a nivel local, para clarificar la capacidad de implementación de cada sector y de cada funcionario, y así contar con una base objetiva para ajustar políticas y personal.
Y por último, pero quizás lo más fundamental, está el grupo de solución de profundidad cultural . La ley no puede ser sostenible si se basa únicamente en la coerción y el castigo. Una sociedad está verdaderamente gobernada por el imperio de la ley sólo cuando la ley se internaliza como un valor moral: cuando las personas no la obedecen simplemente porque temen el castigo, sino porque se sienten avergonzadas si la infringen y orgullosas si viven de acuerdo con la ley. Para ello es necesario crear una cultura. Estado de derecho: donde el derecho se comunica como una forma de vida, contada a través del cine, el arte, las redes sociales, no sólo mediante resoluciones o conferencias. El modelo de ciudadano de derecho —alguien que entiende la ley, la cumple, sabe proteger lo que es correcto y no se compromete con lo que está mal— necesita ser educado tempranamente, difundido a través de los medios de comunicación y honrado en la comunidad. En los organismos públicos, las escuelas y las empresas, es necesario formar una cultura de “decir no a las violaciones”, proteger a quienes hacen lo correcto y crear presión moral sobre las malas acciones. Cuando la gente comience a sentir que vivir de acuerdo con la ley es una manifestación del carácter, entonces la aplicación de la ley tendrá una base cultural para el desarrollo sostenible.
En resumen, la reforma de la aplicación de la ley no puede ser una parte separada del sistema de gobernanza nacional, sino que debe ser una reforma integral, desde las sanciones a la organización, desde las personas a la cultura. Es una reforma para restablecer el estado de derecho, mejorar la dignidad del servicio público y fomentar la confianza social en la justicia y la equidad. Cuando las personas obedecen la ley porque creen en ella, cumplen la ley porque se sienten responsables, usan la ley porque están protegidas y ven que el poder se aplica de manera justa, entonces la ley ya no es una herramienta, sino que se convierte en un símbolo de una nación civilizada, respetuosa y digna de confianza.
TS. Nguyen Si Dung
Fuente: https://baochinhphu.vn/thi-hanh-phap-luat-nghiem-minh-quoc-gia-vung-manh-102250527062450282.htm
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