La deficiencia de vitamina D provoca una disminución de los niveles de estrógeno en las mujeres, reduciendo así el deseo, el orgasmo y la satisfacción sexual.
Un estudio publicado en la Revista Europea de Obstetricia, Ginecología y Biología Reproductiva reveló que la deficiencia de vitamina D provocaba una actividad sexual anormal en las mujeres, lo que a su vez derivaba en síntomas de depresión. Además, las mujeres presentaban menores tasas de orgasmo.
Las mujeres con deficiencia de vitamina D después de la menopausia pueden ser más propensas al síndrome metabólico. Este síndrome está relacionado con el sistema metabólico del cuerpo y puede provocar afecciones como diabetes, obesidad, hipertensión arterial y afectar la vida sexual.
La deficiencia de vitamina D también reduce los niveles de estrógeno en las mujeres, lo que disminuye el deseo sexual. El estrógeno fortalece los músculos vaginales y mejora la secreción. Por lo tanto, la deficiencia de vitamina D causa indirectamente sequedad vaginal, lo que dificulta la actividad sexual.
En los hombres, la deficiencia de vitamina D puede provocar una disminución de la libido, además de afectar otras funciones como la erección y el orgasmo. Esta vitamina también es esencial para el desarrollo del pene y para mantener niveles elevados de testosterona.
Fuentes adicionales de vitamina D. Foto: BetterLiving
Todas las personas deben obtener vitamina D a través de la dieta y, si es necesario, mediante suplementos. Las necesidades de vitamina D varían según la edad y el estado de salud. La ingesta recomendada de vitamina D es de 600 unidades internacionales (UI) por persona, aumentando a 700 UI para personas mayores de 70 años. Una persona no debe consumir más de 4000 UI de vitamina D al día.
La forma más sencilla de obtener vitamina D es tomar el sol. Se recomienda reducir los efectos nocivos de los rayos UV aplicando protector solar con regularidad y evitando actividades bajo la luz solar intensa.
Muy pocos alimentos son ricos en vitamina D de forma natural; los pescados grasos y los aceites de pescado son las fuentes más ricas. Se encuentran cantidades menores en las yemas de huevo, el queso, los champiñones, la leche y los cereales fortificados.
Chile (Según Healthshots, Times of India )
Enlace de origen






Kommentar (0)