Euronews informó que los investigadores han encontrado un método para hacer que las células cancerosas se autodestruyan debido a la presión.
Y su investigación ha arrojado resultados prometedores con el glioblastoma, uno de los tumores cerebrales más comunes y mortales en adultos. Se espera que la enfermedad afecte a unas 19.000 personas cada año en la Unión Europea (UE).
Los tratamientos para el glioblastoma no han cambiado mucho desde principios de la década de 2000, incluida la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía. El tiempo medio de supervivencia de un paciente diagnosticado con esta enfermedad es de 15 meses.
Eric Chevet, jefe del Laboratorio de Investigación del Cáncer del Instituto Nacional Francés de Salud y Medicina, afirmó: “Las células cancerosas son células bajo presión. No son normales. Utilizan mecanismos de respuesta al estrés para obtener una ventaja”.
Según él, tienen la ventaja de ser más resistentes, más fuertes y móviles, por lo que pueden soportar mejor cargas adicionales como la quimioterapia.
En el caso del glioblastoma, las células utilizan una proteína llamada IRE1 como parte de un mecanismo de respuesta al estrés, lo que hace que se vuelvan más resistentes a los medicamentos contra el cáncer. Esta fase se llama “focalización”.
Investigadores franceses y suecos han investigado si la manipulación de este proceso puede debilitar las células cancerosas. Y acaban de publicar resultados prometedores en la revista iScience.
Procedieron en tres pasos. Primero, el equipo de Suecia trabajó en modelos computacionales. Examinaron alrededor de 15 millones de moléculas y realizaron simulaciones para predecir cómo reaccionarían con las proteínas del cuerpo. Z4P fue identificada como una molécula potencialmente útil.
El segundo paso es un experimento celular para probar el efecto de esa molécula en las células cancerosas.
Descubrieron que la molécula Z4P no sólo hace que las células cancerosas sean menos resistentes, sino que también suprime su capacidad de moverse, una de las tendencias que hace que el glioblastoma sea tan peligroso.
Finalmente, los investigadores probaron sus hallazgos in vivo. Utilizaron la molécula para atacar células cancerosas en ratones en combinación con el fármaco temozolomida (TMZ), una quimioterapia comúnmente utilizada en el glioblastoma.
Descubrieron que el tratamiento combinado debilitaba la capacidad de las células cancerosas para resistir la presión, al tiempo que reducía significativamente el tamaño del tumor. Y el papel de la molécula Z4P está claro.
Cuando se utilizó TMZ solo, los tumores regresaron después de un período de 100 a 150 días. Pero con la combinación de TMZ y la molécula Z4P, todas las células cancerosas desaparecieron y los ratones quedaron libres de cáncer después de 200 días.
A pesar de los resultados prometedores, los científicos todavía necesitan una investigación más profunda para crear un nuevo fármaco de tratamiento.
Chevet señaló que en el caso más optimista, los pacientes podrían tener que esperar otros 15 años para recibir este tratamiento. La molécula Z4P necesita más modificaciones para ser más eficaz en la lucha contra las células cancerosas, así como pruebas en más animales antes de realizar ensayos clínicos en humanos.