
La "recarga" de células humanas envejecidas abrirá amplias aplicaciones en el tratamiento de enfermedades - Foto: SCIENCE PHOTO LIBRARY
En la mayoría de las células, la cantidad y la eficiencia de las mitocondrias (las diminutas "centrales energéticas" del interior de las células) disminuyen con la edad. Cuando las mitocondrias fallan, contribuyen a diversas enfermedades del cuerpo, desde enfermedades cardíacas hasta enfermedades cerebrales.
En un nuevo estudio, un equipo de científicos de la Universidad Texas A&M (EE.UU.) utilizó nanopartículas especiales con forma de flor, llamadas nanoflores, para eliminar moléculas de oxígeno dañinas y activar genes que aumentan drásticamente el número de mitocondrias en las células madre humanas.
Sorprendentemente, estas células madre ricas en energía pueden compartir sus mitocondrias con las células circundantes viejas y dañadas, dándole a las células que han perdido su función la oportunidad de funcionar nuevamente.
"Hemos entrenado a células sanas para que compartan sus 'baterías de repuesto' con células más débiles. Aumentar la cantidad de mitocondrias en las células ayuda a que las células envejecidas o dañadas se recuperen sin intervención genética ni medicamentos", afirmó el ingeniero biomédico Akhilesh Gaharwar, citado por ScienceAlert el 3 de diciembre.
Las nanoflores, elaboradas a partir del compuesto disulfuro de molibdeno , tienen una estructura porosa microscópica que actúa como una esponja, capaz de absorber moléculas que causan estrés oxidativo.
La eliminación de estas moléculas incita a las células madre a producir más mitocondrias, que comparten fácilmente con las células vecinas.
En el experimento, el número de mitocondrias compartidas se duplicó en comparación con lo normal, mientras que las células musculares lisas, que son especialmente importantes para el corazón, aumentaron entre tres y cuatro veces.
En las células cardíacas dañadas por la quimioterapia, la tasa de supervivencia de las células tratadas también mejoró significativamente.
El equipo cree que el método podría aplicarse a muchos tejidos del cuerpo, como implantarlo cerca del corazón para tratar enfermedades cardiovasculares o inyectarlo directamente en el músculo para tratar la distrofia muscular.
Sin embargo, el equipo enfatizó que esto es sólo el comienzo y que se necesitan ensayos en animales y humanos para aprender más sobre la colocación de implantes, qué dosis es segura y los efectos a largo plazo de este método.
El estudio fue publicado en la revista PNAS .
Fuente: https://tuoitre.vn/tim-ra-cach-sac-pin-cho-te-bao-gia-yeu-mo-huong-tri-benh-tim-mach-lao-hoa-20251203133639996.htm






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