Un manifestante intenta asaltar el Ayuntamiento de Belgrado el 24 de diciembre.
Manifestantes considerados pro occidentales intentaron irrumpir en edificios gubernamentales en Belgrado en la tarde del 24 de diciembre (hora local), en un complot que el presidente serbio Aleksandar Vucic dijo que tenía como objetivo incitar una revolución de colores contra el gobierno del país.
Aunque el presidente Vucic inicialmente sólo agradeció a la inteligencia extranjera y no nombró a ningún país, el primer ministro Brnabiс reveló más tarde que Belgrado había recibido una advertencia de la inteligencia rusa.
"Creo que es importante, especialmente esta noche, defender a Serbia y agradecer a los servicios de seguridad rusos por tener información y compartirla con nosotros", declaró la Sra. Brnabic en TV Pink la noche del 24 de diciembre (hora local).
"Solo puedo darles las gracias, y quizá eso no sea habitual en las potencias occidentales", dijo el primer ministro, y añadió: "Cuando compartimos esa noticia con otros, dijeron que eran noticias falsas de Rusia, que Rusia intentaba difundir desinformación".
Han estallado protestas antigubernamentales en Serbia, y la oposición acusa al gobernante Partido Radical Serbio (SNS) de fraude en las elecciones generales de Serbia del 17 de diciembre. El recuento de votos mostró que SNS derrotó a la coalición proeuropea Serbia Contra la Violencia (SPN).
El presidente Vucic rechazó las acusaciones como mentiras y dijo que las protestas habían recibido apoyo de Occidente. El propio Sr. Vucic mantiene desde hace mucho tiempo relaciones amistosas con Rusia.
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