Los expertos tardaron cientos de años en estimar la masa de la Tierra y, hasta el día de hoy, no existe consenso sobre la cifra exacta.
Es muy difícil calcular la masa exacta de la Tierra. Foto: Science Times
La Tierra contiene de todo, desde rocas sólidas y minerales hasta millones de organismos vivos, y está cubierta por innumerables estructuras naturales y artificiales. Por lo tanto, no existe una respuesta exacta a la pregunta de cuánto pesa la Tierra. El peso de la Tierra depende de la fuerza de gravedad que actúa sobre ella, lo que significa que podría pesar billones de kilogramos o nada, según Live Science .
Según la NASA, la masa de la Tierra es de 5,9722 × 10²⁴ kg, lo que equivale a unos 13 cuatrillones de pirámides egipcias de Kefrén (cada pirámide pesa 4800 millones de kg). La masa de la Tierra fluctúa ligeramente debido al polvo cósmico y a los gases que se escapan de la atmósfera, pero estas pequeñas variaciones no afectan al planeta durante miles de millones de años.
Sin embargo, los físicos de todo el mundo aún no se han puesto de acuerdo sobre la cifra anterior, y el proceso de cálculo no es tarea fácil. Dado que es imposible pesar la Tierra entera, los científicos deben recurrir a la triangulación para calcular su masa.
Según Stephan Schlamminger, metrólogo del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos, el primer elemento fundamental de la medición es la ley de gravitación universal de Isaac Newton. Todo objeto con masa posee una fuerza gravitacional, lo que significa que entre dos objetos cualesquiera siempre actuará una fuerza. De acuerdo con la ley de gravitación universal de Newton, la fuerza gravitacional entre dos objetos (F) se puede determinar multiplicando las masas respectivas de los objetos (m₁ y m₂), dividiendo el resultado entre el cuadrado de la distancia entre sus centros (r²) y multiplicando el resultado por la constante gravitacional (G), es decir, F = G × ((m₁ × m₂)/r²).
Utilizando esta ecuación, los científicos podrían, en teoría, medir la masa de la Tierra midiendo la atracción gravitatoria del planeta sobre un objeto en su superficie. Sin embargo, el problema radicaba en que nadie había calculado aún un valor exacto para G. En 1797, el físico Henry Cavendish inició el experimento de Cavendish. Empleando un instrumento llamado balanza de torsión, compuesto por dos varillas giratorias con bolas de plomo adheridas, Cavendish determinó la fuerza gravitatoria entre ellas midiendo el ángulo de la varilla, que variaba a medida que la bola más pequeña era atraída por la más grande.
Conociendo las masas y las distancias entre las esferas, Cavendish calculó G = 6,74 × 10⁻¹¹ m³ kg⁻¹ s⁻². Hoy, el Comité de Datos del Consejo Internacional para la Ciencia determina G = 6,67430 × 10⁻¹¹ m³ kg⁻¹ s⁻², un valor ligeramente diferente al original de Cavendish. Posteriormente, los científicos utilizaron G para calcular la masa de la Tierra, empleando las masas conocidas de otros objetos, y obtuvieron el valor que conocemos hoy: 5,9722 × 10⁻²⁴ kg.
Sin embargo, Schlamminger destaca que, si bien las ecuaciones de Newton y la balanza de torsión son herramientas importantes, sus mediciones siguen siendo susceptibles al error humano. En los siglos transcurridos desde el experimento de Cavendish, distintos científicos han medido G decenas de veces, obteniendo en cada ocasión resultados ligeramente diferentes. Aunque minúsculas, estas diferencias son suficientes para alterar el cálculo de la masa de la Tierra y confundir a los científicos que intentan medirla.
An Khang (Según Live Science )
Enlace de origen






Kommentar (0)