¿Qué es una convulsión febril?
- ¿Qué es una convulsión febril?
- Los signos de convulsiones en niños debido a la fiebre requieren primeros auxilios inmediatos.
- ¿Las convulsiones febriles dejan alguna secuela?
- Los niños tienen fiebre alta y convulsiones ¿qué deben hacer los padres?
Las convulsiones febriles son causadas por un aumento repentino de la temperatura corporal por encima de 38 grados Celsius, sin ninguna enfermedad subyacente que las cause, como: enfermedad del sistema nervioso central, alteraciones electrolíticas, traumatismo o antecedentes conocidos de epilepsia. La temperatura máxima que puede provocar convulsiones depende de la constitución de cada niño, y cuanto más alta sea la temperatura, mayor será la probabilidad de que se produzcan convulsiones.
Los niños pequeños corren un alto riesgo de sufrir convulsiones febriles. Cada convulsión suele durar entre uno y dos minutos. Sin embargo, hay casos en los que las convulsiones febriles duran hasta 15 minutos. En ese momento, el niño comienza a ponerse rígido, las convulsiones aparecen en brazos y piernas, y su cuerpo muestra síntomas de trastorno del tono muscular. Además, puede echar espuma por la boca y tener los ojos en blanco debido a la inversión de las pupilas.
Al finalizar la convulsión, el niño suele caer en un estado de letargo, lentitud de reacción y somnolencia. Estos síntomas duran varias horas. La progresión desde el inicio hasta el final puede durar 24 horas.

Los niños pequeños tienen un alto riesgo de sufrir convulsiones febriles. Foto ilustrativa.
Los signos de convulsiones en niños debido a la fiebre requieren primeros auxilios inmediatos.
Las convulsiones pueden ocurrir cuando un niño tiene fiebre alta superior a 38 grados Celsius. Por lo tanto, cuando un niño tiene fiebre, los padres deben prestar atención a los siguientes signos para detectar convulsiones rápidamente:
- Niño inconsciente
- Los niños mueven constantemente los brazos y las piernas, perdiendo el control.
- Dos mandíbulas apretadas, con espuma en la boca.
- Brazos y piernas contraídos, ojos blancos.
- Aguanta la respiración durante unos segundos.
- Vómitos, incontinencia urinaria y fecal.
- Las convulsiones febriles suelen consistir en rigidez de todo el cuerpo o convulsiones continuas.
Según la gravedad, las convulsiones febriles se dividen en dos formas clínicas básicas: convulsiones febriles simples y convulsiones febriles complejas. De estas, las convulsiones febriles simples tienen un pronóstico muy favorable. Sin embargo, los niños con convulsiones febriles complejas pueden necesitar un electroencefalograma, una tomografía computarizada cerebral o una punción lumbar para determinar la causa de la enfermedad, especialmente en los menores de 6 meses.
¿Las convulsiones febriles dejan alguna secuela?
En la mayoría de los casos, las convulsiones febriles no dejan secuelas físicas ni mentales graves. Sin embargo, si la convulsión dura más de 5 minutos o la fiebre se complica, los padres deben tener cuidado y llevar al niño a un centro médico de inmediato para recibir tratamiento.
Las convulsiones febriles comunes en niños rara vez causan parálisis cerebral, excepto en casos de enfermedades como encefalitis o meningitis. Sin embargo, un pequeño porcentaje de niños desarrolla epilepsia después de una convulsión febril. Por lo tanto, para limitar el riesgo, es necesario realizar una vigilancia estrecha y tomar medidas de tratamiento de emergencia para prevenir nuevas convulsiones y limitar las consecuencias.
Los niños tienen fiebre alta y convulsiones ¿qué deben hacer los padres?
Cuando un niño sufre una convulsión, pierde el control por completo y se muerde fácilmente los labios o la lengua, lo que provoca sangrado. Las convulsiones pueden repetirse durante un tiempo prolongado, desde unos minutos hasta varias horas, por lo que los padres deben prestar atención a sus hijos regularmente para tratar las convulsiones con fiebre alta y así ayudar al niño a prevenir posibles cambios adversos.
La forma de tratar las convulsiones por fiebre alta en los niños es:
Hacer:
- Coloque al bebé de lado, no deje que la cabeza se incline hacia abajo para facilitar la respiración.
- Deje al niño en un lugar fresco y limpio.
- Afloje o retire alguna ropa, no cubra al niño con mantas.
- Administre un medicamento antipirético por vía rectal si la fiebre supera los 38 °C. Dependiendo del peso del niño, administre el medicamento antipirético en una dosis adecuada (generalmente de 10 a 15 mg/kg/vez).
- Compresa fría: Sumerja una toalla limpia en agua tibia y escúrrala para colocarla en las axilas, las ingles y detrás de las orejas del niño. Cambie la compresa fría con frecuencia para bajar rápidamente la temperatura corporal del niño.
- Coloque un paño suave o una gasa limpia entre los dientes para evitar que el niño se muerda la lengua.
- Lleve rápidamente al niño al centro médico más cercano para recibir tratamiento de emergencia.
No hacer:
- No les dé a los niños nada de beber (incluidos medicamentos) porque puede causar fácilmente asfixia y dificultad para respirar.
- No intente abrir los dientes del niño.
- No utilice la fuerza para detener la convulsión de un niño porque puede provocar lesiones en los ligamentos, dislocaciones, fracturas de huesos, etc.
- No introduzca las manos en la boca del niño para evitar que le muerda y sangre, lo cual es antihigiénico.
- No utilice hielo ni alcohol para limpiar al niño.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/tre-sot-cao-co-giat-cha-me-nen-va-khong-nen-lam-gi-169251128180559817.htm






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