Lam Sanyo (nacido en 2000) es un recién graduado de la Escuela de Turismo de Saigón. Este guía turístico de origen jemer comentó que su familia fue un importante punto de partida para hacer realidad su sueño profesional. Desde joven le apasiona viajar, ya que sus padres lo llevaban a menudo a muchos lugares, por lo que pronto despertó en él el deseo de usar sus conocimientos y esfuerzos para contribuir al desarrollo del turismo en su país.
Sanyo (de pie, a la izquierda) y sus padres y su hermana son siempre compañeros que pueden confiar cómodamente el uno en el otro (Foto proporcionada por el personaje)
Sin embargo, cuando Sanyo eligió esta carrera, su familia no estuvo de acuerdo de inmediato por temor a que su hijo tuviera dificultades. Para demostrar su determinación, Sanyo encontró un trabajo para financiar sus estudios. Al ver sus esfuerzos, sus padres lo comprendieron, lo comprendieron y lo apoyaron cada vez más. El padre de Lam Sanyo, el Sr. Lam Kim (68 años), y su madre, la Sra. Tang Thi Sa Mai (58 años), seguían con frecuencia las actividades y viajes de su hijo y lo animaban con entusiasmo.
El principio rector que Lam Sanyo tenía presente era el consejo de su padre: «Tu vida es tu decisión». Gracias a esta sencilla pero confiable frase, Lam Sanyo maduró en sus pensamientos y acciones. Comprendió que no debía depender de los demás, sino esforzarse por aprender y crecer continuamente. Lam Sanyo dijo: «En cada decisión, tanto en la vida como en el trabajo, siempre uso a mi familia como referencia para decidir si vale la pena o no».
En el contexto del conflicto común debido a la brecha generacional entre la Generación Z y la generación anterior, Lam Sanyo afirmó: "La brecha depende de cada persona; lo importante es si cada uno está dispuesto a abrir su corazón para aceptar las diferencias o si simplemente su ego es demasiado grande para controlar el afecto y la razón". A menudo se considera a la Generación Z como una persona con una personalidad fuerte. Nacida en una época de rápido desarrollo tecnológico, la Generación Z también debe enfrentarse a la presión de grupo y a las preocupaciones de la feroz competencia, viviendo con prisas. El secreto de Lam Sanyo es que los jóvenes deben ser más abiertos y estar dispuestos a aprender cosas útiles. Según él, los padres pueden regañar y enseñar con severidad, pero todo lo hacen por amor. Al comprender esto, los jóvenes se sienten menos estresados. "La forma más sencilla de comprender a los adultos es intentar ponerse en su lugar. Si fueras ellos, habría momentos en los que no podrías comprender y te preocuparías, regañarías y criticarías a tu hijo. Sin embargo, lo fundamental es desear que tu hijo mejore", afirmó Lam Sanyo.
Sanyo siempre agradece que sus padres y él puedan convertirse en almas gemelas, más cercanos y confiables. Escuchar y dialogar son catalizadores indispensables para crear un puente de pensamiento y sentimiento entre los jóvenes y las generaciones mayores.
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