Esto no es sólo una solución al problema de la falta de profesores especializados, un problema de larga data, sino también una visión a largo plazo para la educación integral, cuyo objetivo es despertar y nutrir la profundidad cultural, emocional y física de la joven generación de Vietnam desde sus primeros pasos en la vida.
En el panorama actual de la educación moderna, las artes y los deportes suelen clasificarse como "materias menores", infravaloradas tanto en puntaje como en valor. Esto lleva al hecho de que muchos estudiantes, al graduarse, todavía no saben tocar un instrumento musical, no saben dibujar y no han formado hábitos de ejercicio saludables. Más peligroso aún es que los niños pierden gradualmente la capacidad de percibir la belleza y carecen de habilidades para expresar emociones, lo que conduce a la sequedad mental y la pasividad física. En un mundo digital, donde las personas se enfrentan cada vez más a la presión y a la información negativa, los momentos tranquilos para que los niños convivan con el arte y liberen energía positiva a través del deporte se vuelven más valiosos que nunca.
Invitar a artistas o deportistas famosos (personas que han pasado por un entrenamiento riguroso y han experimentado tanto la gloria como la amargura) al aula es una forma de brindarles a los estudiantes lecciones de vida reales y vívidas. Por supuesto, no todos los artistas o deportistas tienen habilidades pedagógicas formales, pero poseen algo que ningún libro de texto puede transmitir: creatividad, inspiración, pasión, la capacidad de despertar sueños... Eso es exactamente lo que falta en la educación artística y en el deporte escolar. Imagínese el impacto cuando un cantante famoso aparece en clase y cuenta su trayectoria desde la pobreza hasta llegar al gran escenario; Un atleta comparte el sentimiento de sostener la bandera nacional en el podio de la gloria: estos son momentos que pueden tocar los corazones de los niños, encendiendo en ellos el deseo de vivir con ideales y realizar esfuerzos constantes. ¡Seguramente éstas serán lecciones que ningún libro podrá reemplazar!
El arte es el lenguaje de las emociones, un puente entre las personas, entre individuos y comunidades. Un niño con capacidad musical también sabrá empatizar, conmoverse ante la belleza y vivir más profundamente. Una buena pieza musical, una imagen bella, una obra conmovedora pueden cambiar las percepciones y hacer que las personas se vuelvan amables y humanas. Los deportes no sólo entrenan la resistencia, sino que también enseñan el espíritu de equipo, la voluntad de superar las dificultades y la resiliencia. Éstas son las cualidades que hacen que una persona sea saludable tanto física como mentalmente, algo que toda educación busca. Es por eso que en sistemas educativos avanzados como Finlandia, Japón, Corea, etc., las artes y el deporte siempre ocupan un lugar importante en el camino de los niños hacia la edad adulta. Lo que se necesita es "aprendizaje real, práctica real". Los estudiantes deben poder sostener pinceles, tocar instrumentos musicales y actuar bajo la guía de artistas profesionales y dedicados.
Recientemente, muchas organizaciones e individuos han realizado esfuerzos para llevar programas de artes escénicas a las escuelas, pero todavía son principalmente de pequeña escala. Si desea crear un impacto profundo, necesita una estrategia a largo plazo, junto con una inversión exhaustiva en instalaciones, beneficios y mecanismos de coordinación. La sugerencia del Secretario General To Lam puede convertirse en una política si las agencias, unidades y escuelas saben cómo hacer un buen uso de los recursos sociales. Contratar a artistas y atletas profesionales para que enseñen ayudará a que la clase sea animada, creativa e inspiradora, no sólo para los estudiantes sino también para los profesores y los padres.
En el contexto actual, cuando las redes sociales hacen que los jóvenes se vuelvan fácilmente emocionalmente insensibles, cuando muchos valores de la vida se ponen patas arriba, el arte y el deporte, con su autenticidad, emoción y humanidad, necesitan ser apreciados e invertir en ellos de forma adecuada. Aprender música, dibujar o hacer deporte no es para que todos los alumnos se conviertan en artistas profesionales o deportistas, sino para que maduren y se conviertan en personas más completas: que sepan escucharse a sí mismos, que sepan compartir con los demás, que sean físicamente sanos, espiritualmente profundos y emocionalmente ricos. Es hora de que pongamos las artes y los deportes en el lugar que les corresponde en el viaje de madurez de la joven generación de Vietnam, como parte indispensable en el desarrollo armonioso de la inteligencia humana, las emociones y la personalidad.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/truyen-cam-hung-nghe-thuat-tu-hoc-duong-post794694.html
Kommentar (0)