Vietnam es el principal productor y exportador mundial de arroz. El arroz no solo alimenta a decenas de millones de agricultores, sino que también contribuye significativamente a la balanza comercial, la seguridad alimentaria y la imagen nacional a nivel internacional. Sin embargo, la industria arrocera también enfrenta enormes desafíos debido al cambio climático, la contaminación ambiental derivada de las actividades agrícolas y la presión competitiva sobre la calidad y la marca en el mercado global.
Por lo tanto, el primer lote de arroz de bajas emisiones "exportado" a un precio de 820 USD/tonelada, 100-150 USD más alto que el nivel general, muestra que si cambiamos nuestra forma de pensar y hacer las cosas, el arroz vietnamita no solo se venderá a un precio alto sino que también conquistará los mercados más exigentes.
Sin embargo, no es posible producir arroz de bajas emisiones sin cambios drásticos en el cultivo. El proyecto de arroz de alta calidad y bajas emisiones de un millón de hectáreas, implementado por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, es la columna vertebral de dicho cambio. A diferencia de la antigua forma de optimizar la tierra para lograr altos rendimientos, ahora se guía a los agricultores en técnicas de cultivo que combinan productividad, calidad y protección ambiental. Esto supone un cambio de mentalidad: de priorizar la producción a optimizar la eficiencia y el desarrollo sostenible.
El viceministro de Agricultura y Medio Ambiente, Tran Thanh Nam, afirmó que se trata de un proceso de profunda transformación de mentalidad. Cuando los agricultores cambian su forma de pensar y trabajar, no solo producen arroz, sino que también se convierten en "guerreros verdes" para proteger el medio ambiente global. La aceptación del arroz vietnamita de bajas emisiones en el mercado japonés, un país famoso por sus estrictas normas de seguridad alimentaria y medioambientales, tiene múltiples significados. En primer lugar, confirma que el proceso de cultivo de arroz, según los estándares del proyecto de un millón de hectáreas, cumple plenamente con los requisitos del mercado de alta gama. En segundo lugar, abre la puerta a otros mercados potenciales como la UE, Estados Unidos y Corea del Sur, donde las normas "verdes" se están convirtiendo gradualmente en un requisito indispensable para los productos agrícolas.
Para lograrlo, tanto las empresas como los agricultores deben cumplir estrictamente con el proceso de producción, con más de 600 ingredientes activos que deben controlarse según los requisitos japoneses. Esto significa que las bajas emisiones son solo uno de los muchos factores en la cadena de control integral de la calidad del grano de arroz.
Un punto destacable es que la Asociación de la Industria Arrocera de Vietnam (VIETRISA), en coordinación con organizaciones internacionales como IRRI, BM y SNV, ha desarrollado y emitido rápidamente regulaciones sobre el uso de la marca "Arroz Verde Vietnamita de Bajas Emisiones". A partir de un proyecto técnico, Vietnam ha dado un gran paso adelante al establecer un sistema de identidad, un mecanismo de certificación y la protección de la marca para productos de arroz de bajas emisiones. Esta es también una acción estratégica que genera valor añadido y garantiza beneficios a largo plazo para agricultores y empresas. Además, es fundamental mencionar el papel de los proyectos de transformación de la cadena de valor del arroz, que han apoyado la capacitación, la transferencia de tecnología y han acompañado a los agricultores desde el campo hasta el mercado. Forman parte del "triángulo de acción": política, tecnología y mercado, contribuyendo a que el sueño del "arroz verde vietnamita" se haga realidad.
Así, el primer lote de arroz "verde" exportado al mundo no solo genera valor económico, sino que también sirve como semilla para el crecimiento de la agricultura vietnamita. Si bien el primer lote de arroz de bajas emisiones es de tan solo 500 toneladas y Vietnam solo ha otorgado la certificación a siete empresas, lo importante es que el camino está allanado, la mentalidad está establecida y el mercado lo acepta. El reto pendiente es ampliar la escala y estandarizar el proceso de producción para mantener la confianza del consumidor.
Fuente: https://hanoimoi.vn/tu-duy-xanh-cho-xuat-khau-gao-705058.html
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