Alemania ganó como un gran equipo

Alemania reafirma su fuerza en las eliminatorias para la Copa Mundial de 2026.

Alemania cierra el 2025 con un partido que significa mucho más que un boleto para el Mundial. Tras una fase de clasificación complicada y una serie de dudas, el equipo de Julian Nagelsmann necesitaba un partido para confirmar que aún podía ser la versión fuerte que había puesto nerviosa a Europa. Y lo hicieron de la manera más sencilla: jugando como un gran equipo.

Alemania regresa

Leipzig vio al equipo alemán que sus aficionados esperaban. Presionaron sin descanso, atacaron sin cesar y dominaron el partido con velocidad y potencia. Eslovaquia no tuvo espacios para jugar el balón. Alemania ganaba por cuatro goles al descanso, y el 6-0 final reflejó su absoluta superioridad.

Nagelsmann sabía que su equipo necesitaba una actuación así. No se trataba solo de una victoria para asegurar el primer puesto del grupo. Era una declaración de que Alemania seguía por el buen camino, aunque con altibajos. El partido resultó familiar: una Alemania organizada, rápida en acelerar el ritmo y con la suficiente precisión para rematar a los rivales cuando se presentaba la oportunidad.

Nick Woltemade ha sido uno de los descubrimientos más emocionantes de la temporada. El joven delantero no solo marca goles, sino que además tiene el perfil del delantero moderno: fuerte, físico y con gran capacidad de asociación. Sus cuatro goles en tres partidos sugieren que está listo para competir con Kai Havertz por un puesto en el once titular cuando el astro regrese. Siempre es una buena señal cuando un nuevo jugador logra hacerse un hueco en la selección nacional.

Pero la figura más influyente fue Florian Wirtz. En el Liverpool, estaba bajo mucha presión porque llevaba 15 partidos sin marcar en todas las competiciones. Pero en Alemania, Wirtz jugó con libertad, explosividad y determinación.

Alemania consiguió su plaza para el Mundial de 2026.

Contra Eslovaquia, la estrella del Liverpool no solo dio dos asistencias, sino que también demostró seguridad en cada jugada, desde la presión y la recuperación del balón hasta los pases para abrir espacios. Cuando Wirtz tiene espacio para lucirse, Alemania siempre es un rival más peligroso.

No es raro que un jugador que ha sido puesto en duda en su club se convierta en una inspiración para su país, pero la forma en que Wirtz se ha resurgido en Leipzig sugiere que su problema no es consigo mismo, sino con su entorno.

Nagelsmann otorga a sus jugadores roles más claros, exigencias más sencillas y la confianza suficiente para aliviar la presión. Así es como una selección nacional crea un punto de apoyo para sus jugadores.

Leroy Sané mantuvo su excelente nivel, demostrando una vez más que es el delantero más importante del fútbol alemán en la actualidad. Su velocidad, determinación y habilidad en el área lo convierten en un jugador muy difícil de detener. El mediocampo, con Pavlovic y Goretzka, aporta equilibrio y experiencia, lo que permite a Alemania controlar el ritmo del partido desde el primer minuto.

Alemania avanza

Por supuesto, una noche brillante no puede borrar todos los problemas. La posición de lateral en Alemania sigue siendo irregular. La falta de profundidad en la plantilla continúa siendo un problema de cara a un torneo de un mes de duración. Pero el fútbol es mucho más que táctica. Se trata de sincronización, confianza y espíritu de equipo. Alemania afronta el Mundial con todo esto en mente.

Nagelsmann ha dicho que quiere ganar la Copa del Mundo.

Nagelsmann afirmó en su momento que quería ganar el Mundial. Aquella declaración generó opiniones encontradas. Pero tras Leipzig, ya no parece una utopía. Alemania cuenta ahora con más juventud, velocidad, flexibilidad táctica y espíritu de equipo que en la preparación para la Eurocopa 2024.

También tienen la ventaja de estar en el Bombo 1 cuando se realice el sorteo el 5 de diciembre. Eso podría ayudarles a evitar el grupo de la muerte, que les ha costado caro en los dos últimos Mundiales.

Y lo más importante, Alemania por fin tuvo un partido del que poder decir: “¡Hemos vuelto de verdad!”.

La victoria sobre Eslovaquia no los convierte en favoritos, pero sí en un equipo que sabe rendir al máximo en los momentos cruciales. Y con una base sólida, Alemania tiene motivos para creer que el Mundial de 2026 podría marcar el renacimiento de una generación.

Alemania regresa

Alemania avanza

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