
Cuando dedicas tiempo a ayudar a los demás, ya sea acompañando a un vecino al médico, cuidando a tu hijo o haciendo voluntariado en tu comunidad, no solo haces un bien a la sociedad, sino también a tu propio cerebro. - Foto: IA
Un nuevo estudio de la Universidad de Texas (EE. UU.) muestra que ayudar regularmente a los demás puede ser bueno para el cerebro, ralentizando el deterioro cognitivo hasta en un 20 % en personas de mediana edad y mayores, según Scitech Daily.
Durante más de 20 años, los científicos siguieron a más de 30.000 estadounidenses de 51 años o más. Descubrieron que aquellos que realizaban voluntariado con regularidad o ayudaban a vecinos y amigos presentaban un deterioro de la memoria y la capacidad cognitiva significativamente más lento.
El mayor efecto se observó en las personas que dedicaban entre 2 y 4 horas semanales a ayudar a los demás, un nivel moderado que produce beneficios acumulativos con el tiempo.
Cuando la bondad se convierte en "medicina" para el cerebro
El estudio, publicado en la revista Social Science & Medicine, descubrió que tanto las formas formales (como unirse a una organización de voluntarios) como las informales (ayudar a conocidos en la vida cotidiana) de ayuda eran igualmente efectivas.
"Me sorprendió descubrir que actos simples como llevar a un vecino al mercado o cortar el césped de una persona mayor eran tan beneficiosos para el cerebro como participar en grandes programas de voluntariado", dijo el autor principal, el Dr. Sae Hwang Han.
Cuando las personas se ayudan mutuamente, el cerebro activa áreas asociadas con las emociones positivas y los vínculos sociales. Estas actividades contribuyen a reducir el estrés, mejorar la circulación sanguínea, mantener la función nerviosa y generar una sensación de utilidad, lo cual es importante para que las personas conserven su agilidad mental a medida que envejecen.
Por el contrario, el aislamiento, la falta de comunicación y la falta de participación en actividades comunitarias pueden provocar un debilitamiento cerebral más rápido e incluso están relacionados con el riesgo de demencia.
Los científicos destacan que, incluso cuando su salud ya no es la misma, las personas mayores pueden seguir contribuyendo según sus capacidades, lo que a su vez les ayuda a mantenerse más sanas. «Las personas mayores pueden estar cansadas o tener movilidad reducida, pero mientras sigan teniendo oportunidades para ayudar a los demás, pueden mantener una actividad cerebral activa», afirmó el equipo de investigación.
Da para mantener la cordura.
Otro estudio del mismo equipo de la Universidad de Texas también demostró que el voluntariado para ayudar a los demás reduce el impacto del estrés crónico en la inflamación del cuerpo, un factor biológico estrechamente vinculado a la enfermedad de Alzheimer y al deterioro cognitivo. Al reducirse el estrés y la inflamación, el cuerpo y el cerebro están mejor protegidos.
Por lo tanto, los científicos han sugerido que "ayudar a los demás" debería considerarse como una solución de salud pública, especialmente en el contexto del envejecimiento de la población y la creciente frecuencia de la soledad.
Una sociedad en la que las personas mayores aún tengan la oportunidad de contribuir, aunque sea de maneras pequeñas, no solo será buena para la comunidad, sino que también les ayudará a mantener su lucidez, alegría de vivir y sentido de pertenencia.
Ayudar a los demás no solo es un acto hermoso, sino también una estrategia natural para mantener el cerebro sano. Quizás por eso el dicho «dar trae muchos beneficios» nunca ha sido más cierto: no solo brindamos bondad, sino que también mantenemos nuestra mente despejada.
Fuente: https://tuoitre.vn/vai-gio-giup-do-nguoi-khac-moi-tuan-giup-nao-tre-hon-10-tuoi-20251103084129916.htm






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