
En medio de la vida moderna, que borra gradualmente las viejas huellas y deja de perseguir lo nuevo y vibrante, el joven Nguyen Duy Tai, nacido en 1993, regresó al pasado, buscando silenciosamente recuerdos fragmentados para crear un hermoso rincón rural. Sin estudiar Bellas Artes, ni ser arquitecto ni albañil, pero con pasión e ingenio, Tai ha creado cerca de 300 maquetas de espacios rurales. Compartiendo su destino con la profesión, Tai dijo: «Mi infancia está asociada a la casa de tejas que mis abuelos construyeron con tanto esfuerzo en 1973. No solo es un lugar para resguardarse de la lluvia y el sol, sino que también preserva la memoria de generaciones; cada ladrillo está empapado del sudor, el esfuerzo y la dedicación de mis abuelos. Mi abuelo falleció prematuramente, y con el deseo de preservar la casa, una parte imborrable de mi memoria, aprendí a hacer una maqueta de casa en línea y trabajé duro para completar la maqueta de la casa de mis abuelos como regalo para mi abuela en su cumpleaños». Al compartir mi modelo en redes sociales, recibió la atención y la compasión de muchas personas. Esta es la fuente de aliento e inspiración que me ayuda a crear obras con una fuerte huella nostálgica.
Crear una maqueta en miniatura no es difícil, pero conmover a la gente requiere meticulosidad, especialmente en la observación, el cálculo minucioso y el equilibrio de las proporciones entre los detalles para recrear la imagen más realista. La pintura también requiere el ingenio del artesano para crear el efecto musgoso y descascarillado, dándole vida al modelo. Tai elaboró con esmero cada detalle, ya que cada proyecto no es solo una maqueta, sino también una "idea original", un lugar donde reviven recuerdos. Dependiendo de la escala y la complejidad del modelo, el tiempo de finalización varía, desde unos pocos días hasta uno o dos meses, y el valor también oscila entre varios millones y decenas de millones de dongs. Los materiales principales utilizados en cada modelo son cemento, terracota, madera, plástico... Para darles mayor vida, Tai utiliza accesorios como árboles, estatuas humanas, objetos, mascotas... No se limita a crear modelos, sino que también aprovecha el poder de las redes sociales, tomando fotos y grabando videos para compartir el proceso, cada etapa hasta la obra final, atrayendo a cientos de miles de seguidores. Los clientes que acuden a Tai no son solo personas de mediana edad y mayores con el deseo de conectar el presente con el pasado, sino también jóvenes entusiastas que encuentran en ellos la imagen familiar de su tierra natal, de su infancia. Las obras de Tai han "llegado al extranjero", a niños que viven lejos de casa, para consolarlos y calmar su nostalgia.

Cada persona que nace en el pueblo tiene un pueblo natal, una infancia asociada a la imagen de banianos, muelles de agua, casas comunales y casas de tejas cubiertas de musgo y manchadas por el tiempo. Seguramente, a todos nos dará un escozor al ver la imagen de toda la familia reunida en una cama de bambú en el porche de una casa de tejas de tres habitaciones o un arrozal maduro repleto de cosechadores, acarreadores de arroz, niños jugando alrededor de los almiares y búfalos pastando tranquilamente... Tai no solo vive y satisface su pasión por la profesión, sino que también crea empleos y un ingreso estable para cinco trabajadores. Pero lo que más le enorgullece y le da confianza no son los ingresos, sino ayudar a los clientes a preservar parte de los recuerdos de su ciudad natal a través de cada maqueta de casa antigua. "Me dediqué a la creación de paisajes en miniatura no solo para conservar mis propios recuerdos, sino también para preservar los valores tradicionales, la belleza rústica y la rica identidad de la arquitectura vietnamita, para difundir y recordar a los jóvenes, aquellos que crecen en la vida moderna, que conozcan, amen y aprecien aún más los valores antiguos". - Tai confió.
Fuente: https://baohungyen.vn/ve-hon-qua-khu-bang-trai-tim-hoai-niem-3187022.html






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