La era del auge de la nación vietnamita no es solo una era de fuerte desarrollo, sino también de enormes desafíos. En la tendencia de la transformación digital, la tecnología y el ciberespacio se convierten en herramientas clave. No solo debemos enfrentar el riesgo de guerras armadas o conflictos fronterizos, sino también una guerra silenciosa, pero no menos feroz: la guerra ideológica.
En el "frente silencioso", fuerzas hostiles utilizan la tecnología para distorsionar, dividir y destruir la confianza de la gente en el Partido y el gobierno. Estos ataques no requieren armas ni balas, pero tienen el poder de destruir los cimientos ideológicos y quebrantar la estabilidad política y social.
Los jefes del Comando 86 entregaron Certificados de Mérito a los colectivos con logros destacados en la implementación de la Resolución No. 35, dignos de ser una fuerza de “escudo de acero” que protege los valores fundamentales del Partido. |
En ese contexto, un "escudo de acero" para proteger la base ideológica del Partido no es solo un concepto, sino un requisito vital. Es el momento de alzarnos con fuerza y construir un sistema de defensa integral, no solo con medidas políticas y legales, sino también con una combinación fluida de tecnología avanzada e inteligencia humana. Ese es el "escudo de acero" que protege los valores fundamentales del Partido y nos ayuda a enfrentar con firmeza los desafíos de la nueva era.
Este frente silencioso exige que cada ciudadano y cada miembro del partido sea un soldado firme, dispuesto a defender la ideología, la fe y el país contra las conspiraciones divisorias, tanto internas como externas. La era del auge de la nación vietnamita, donde la tecnología y la gente se fusionan, es tanto una oportunidad como un desafío para construir un sólido "escudo de acero", que impulse al país a nuevas alturas, no solo preservando, sino también desarrollando la base ideológica del Partido en la nueva era.
Proteger la base ideológica del Partido significa proteger el sistema de valores, las perspectivas marxistas-leninistas, el pensamiento de Ho Chi Minh, así como las directrices, políticas y leyes del Estado del Partido. En la era del auge de la nación vietnamita, cuando el país entra en una nueva era con el fuerte desarrollo tecnológico y la globalización, esta tarea se vuelve más urgente e impostergable. Para proteger firmemente la base ideológica del Partido, no solo debemos evitar argumentos falsos, distorsiones y negaciones de su liderazgo, sino también aclarar su identidad y valores fundamentales, sensibilizando así a los cuadros, militantes y personas de todos los ámbitos. El alcance de la protección de la base ideológica abarca desde la propaganda y la educación política a través de los medios de comunicación hasta el establecimiento de un sistema de monitoreo y análisis de la información en el ciberespacio y la protección de la seguridad de las bases de datos nacionales.
La era del auge de la nación vietnamita es también la era de la Cuarta Revolución Industrial, donde el Internet de las Cosas, las redes sociales, la inteligencia artificial y el análisis de macrodatos crean un entorno de información global que se propaga rápidamente, pero también es el punto de partida de una "guerra de la información" con noticias falsas, vídeos deepfake y campañas que utilizan botnets para difundir información tóxica. Fuerzas hostiles han estado aprovechando la tecnología para amplificar argumentos distorsionados, sembrar confusión pública y debilitar la resistencia ideológica de la sociedad. Por lo tanto, además de la labor de propaganda, el establecimiento de un mecanismo de monitoreo continuo, alerta temprana y refutación oportuna mediante herramientas técnicas avanzadas es un factor clave que contribuye a la firme protección de la base ideológica.
En retrospectiva, durante la Guerra Fría, tanto la Unión Soviética como Estados Unidos construyeron sólidos sistemas de propaganda y legales para proteger la confianza social. Recientemente, la Unión Europea promulgó la "Ley de Servicios Digitales" para fortalecer la responsabilidad de las plataformas digitales en el control de contenido inapropiado, mientras que China implementó el "Gran Cortafuegos" y una estrategia de propaganda proactiva. Otros países desarrollados del este asiático, como Japón y Corea del Sur, también aplicaron mecanismos de colaboración público-privada para rastrear y gestionar las noticias falsas. Aprender de la experiencia internacional y combinar estrechamente las luchas político-ideológicas, legales y tecnológicas serán lecciones valiosas para que Vietnam perfeccione su mecanismo de protección de la base ideológica, en consonancia con sus instituciones, cultura y leyes en la era del desarrollo.
En el auge de la globalización y la era digital, la base ideológica del Partido no solo enfrenta la oportunidad de afirmarse, consolidarse y difundirse, sino que también enfrenta graves desafíos globales. Dado que las fuerzas hostiles cambian constantemente sus formas, herramientas y métodos de sabotaje, identificar claramente su naturaleza se convierte en un factor clave para defender firmemente el campo de batalla ideológico.
Estas fuerzas no se limitan a organizaciones reaccionarias en el exilio o grupos e individuos específicos con descontento político en el país, sino a campañas antigubernamentales, tras las cuales se esconde una compleja red de intereses entrelazados, que incluye organizaciones reaccionarias vietnamitas, agencias de medios internacionales, organizaciones no gubernamentales extranjeras que se autoproclaman defensoras de la democracia y los derechos humanos, y oportunistas políticos en el país. No actúan solas, sino que están unidas en una red organizada, apoyadas por instituciones, finanzas, tecnología y medios de comunicación de fuerzas antisocialistas, formando un frente blando que ataca directamente las creencias, la voluntad y la valentía política de los cuadros, los miembros del partido y la población.
Si en el pasado, las fuerzas hostiles solían centrarse en atacar cuestiones históricas, líderes y soberanía territorial, hoy el sabotaje ha alcanzado un nivel superior: ataca directamente la base ideológica del Partido. Buscan por todos los medios negar el marxismo-leninismo, difamar el pensamiento de Ho Chi Minh, exagerar las deficiencias del Partido y el Estado, y al mismo tiempo sembrar dudas sobre el camino de Vietnam hacia el socialismo. Sin partir de cuestiones macroteóricas, estas fuerzas han recurrido a la explotación de asuntos delicados, incidentes específicos de la vida cotidiana, desde disputas de tierras, contaminación ambiental, respuesta a enfermedades, acoso, corrupción, despilfarro, negatividad y nuevos fenómenos en la religión y conflictos étnicos. Es la infiltración en estos asuntos personales lo que hace peligrosos los argumentos de sabotaje, ya que afectan directamente las creencias y "sacuden" la conciencia de una parte del pueblo.
En la era del auge de la nación vietnamita, el ciberespacio se ha convertido en un terreno fértil para que fuerzas hostiles diseminen complots que socaven la base ideológica del Partido. A diferencia de los métodos tradicionales, los ataques en la era digital no requieren armas ni balas, ni cruzan fronteras físicas, sino solo unas pocas líneas de estado, una transmisión en vivo, una edición sofisticada o una serie de artículos provocativos. Estas fuerzas hostiles se han aprovechado de todos los avances tecnológicos, desde la inteligencia artificial, el big data, las botnets hasta las deepfakes, para desencadenar una guerra de información en el ciberespacio, aumentar su poder destructivo y erosionar la confianza ciudadana en el Partido y el Estado. Su objetivo no es simplemente difamar a un líder individual, sino también debilitar la resistencia ideológica de la sociedad, desorientar a la gente, sensibilizarla hacia el régimen y, gradualmente, empujar a la sociedad a un estado de autoevolución y autotransformación.
Lo particularmente peligroso en esta era de desarrollo es que las actividades de sabotaje ya no se limitan a un ámbito o ámbito específico. Están entrelazadas y coordinadas en múltiples frentes: desde la política, la economía, la cultura y la sociedad hasta el ciberespacio, desde las zonas urbanas hasta las rurales. Un video que circula en redes sociales puede generar inmediatamente una ola de ira en la vida real; un artículo distorsionado en los medios internacionales puede convertirse en una herramienta de presión diplomática; un pequeño grupo que llama a la desobediencia civil en línea puede derivar en reuniones y disturbios callejeros. Es esta sofisticación en la coordinación la que ha hecho que el sabotaje de los fundamentos ideológicos ya no sea un asunto distante, sino que se haya extendido a todos los ámbitos de la vida social.
Detrás de todas estas acciones se esconde una profunda conspiración: destruir la confianza del pueblo en el Partido, debilitar el gran bloque de unidad nacional, incitar la inestabilidad social y, en última instancia, erosionar las bases políticas y transformar el régimen. Las fuerzas hostiles comprenden claramente que una sociedad sin confianza política caerá fácilmente en crisis. Por lo tanto, la lucha por proteger las bases ideológicas del Partido es, en esencia, una lucha por proteger la confianza, la estabilidad y la justicia en la era del auge de la nación vietnamita.
En ese contexto, la tarea no consiste solo en detectar, refutar y abordar cada tema o incidente específico, sino, aún más importante, en construir una postura integral de defensa ideológica. Una postura integral, basada en la alerta y la conciencia de toda la sociedad, en la firme voluntad política de los cuadros y miembros del partido, en el dominio de la tecnología y en la coordinación armoniosa entre las fuerzas: política, justicia, seguridad, educación, medios de comunicación y diplomacia. Cuando se promueve esta fuerza combinada, cuando cada ciudadano se convierte en un "guerrero" para proteger sus creencias, cuando cada agencia y organización se convierte en una "fortaleza ideológica", cuando toda la sociedad se convierte firmemente en un "escudo de acero", entonces, por muy sofisticadas que sean las conspiraciones y los sabotajes, no podrán penetrar.
Teniente Coronel HO NGOC DUY, Comandante del Centro 386 (Comando 86)
Fuente: https://www.qdnd.vn/phong-chong-tu-dien-bien-tu-chuyen-hoa/xay-dung-la-chan-thep-bao-ve-nen-tang-tu-tuong-trong-ky-nguyen-vuon-minh-cua-dan-toc-viet-nam-bai-1-mat-tran-khong-tieng-sung-trong-ky-nguyen-vuon-minh-846147
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