Los investigadores están buscando formas de evitar que las corrientes oceánicas cálidas lleguen a los glaciares y los colapsen al ritmo actual.
El glaciar Thwaites pierde una gran cantidad de hielo cada año. Foto: NASA
Si el glaciar Thwaites, apodado el "glaciar del fin del mundo", colapsara, ciudades como Nueva York, Miami y Nueva Orleans quedarían inundadas. A nivel mundial, 97 millones de personas se verían afectadas por el rápido avance del agua, amenazando sus hogares, comunidades y medios de vida. Actualmente, la gigantesca capa de hielo de la Antártida impide que el agua cálida del océano llegue a otros glaciares. Si Thwaites desapareciera, provocaría un derretimiento masivo que podría elevar el nivel del mar en 3 metros, según informó Business Insider el 5 de marzo.
El derretimiento del glaciar Thwaites es responsable del 4% del aumento global del nivel del mar hasta la fecha. Desde el año 2000, Thwaites ha perdido más de un billón de toneladas de hielo. Pero no es el único glaciar en peligro. Por eso, los ingenieros están trabajando en diversas innovaciones tecnológicas que podrían ralentizar el ritmo de derretimiento de los glaciares. La solución más reciente es un dosel submarino. John Moore, glaciólogo e investigador en geoingeniería de la Universidad de Laponia, quiere instalar un gigantesco dosel submarino de 100 kilómetros de largo para evitar que el agua cálida del océano llegue al glaciar y lo derrita. Pero necesita 50 000 millones de dólares para hacer realidad la idea.
Una de las principales causas del derretimiento de los glaciares es el agua cálida y salada de las profundidades oceánicas. Esta agua cálida se desplaza por los flancos del glaciar Thwaites, derritiendo la gruesa capa de hielo que impide el colapso del borde. A medida que el océano se calienta debido al cambio climático, las corrientes cálidas erosionan cada vez más el glaciar Thwaites, acercándolo al colapso total. Moore y sus colegas investigan si es posible colocar un dosel sobre el lecho marino del mar de Amundsen para ralentizar el derretimiento. En teoría, el dosel podría impedir que las corrientes cálidas lleguen al glaciar Thwaites, deteniendo el derretimiento y dando tiempo a la capa de hielo para que se regenere.
Esta no es la primera vez que Moore propone una solución de bloqueo de este tipo. Su idea de la cortina se basa en una solución similar que compartió en 2018, que consistía en bloquear el agua caliente con un muro enorme. Pero Moore afirma que la cortina es una opción mucho más segura. Es eficaz para bloquear el agua caliente, pero mucho más fácil de quitar si es necesario. Si, por ejemplo, la cortina se vuelve perjudicial para el medio ambiente local, pueden retirarla y rediseñarla.
Aunque Moore y sus colegas aún están a décadas de usar la tecnología para salvar el glaciar Thwaites, ya están probando un prototipo a menor escala. Sus colegas de la Universidad de Cambridge se encuentran en las primeras etapas del diseño y las pruebas del prototipo, y podrían pasar a la siguiente fase en el verano de 2025.
Investigadores de la Universidad de Cambridge están probando actualmente una versión de un metro de la tecnología en tanques. Una vez comprobada su eficacia, la probarán en el río Cam, ya sea instalándola en el lecho del río o remolcándola con una embarcación. La idea es ampliar gradualmente la escala del prototipo hasta que se compruebe que la tecnología es lo suficientemente estable como para implementarla en el Ártico. Si todo marcha según lo previsto, los investigadores podrían estar probando un prototipo de 10 metros de largo del dosel en un fiordo noruego en unos dos años.
Los experimentos de este año costarán unos 10.000 dólares. Pero para que Moore y sus colegas puedan implementar la tecnología con confianza, necesitarán unos 10 millones de dólares. Necesitarán otros 50.000 millones de dólares para instalar el dosel en el mar de Amundsen. Los datos muestran que el glaciar Thwaites se está derritiendo a un ritmo sin precedentes debido al cambio climático. Sin embargo, la cuestión de cuándo colapsará sigue siendo un debate entre los glaciólogos. Necesitan recopilar datos más precisos, pero eso llevará tiempo, y a glaciares como el Thwaites puede que no les quede mucho tiempo.
An Khang (según Business Insider )
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