El cerebro está en constante cambio y adaptación a lo largo de la vida, un fenómeno llamado neurogénesis. El ejercicio regular, especialmente el que estimula el cuerpo y desafía la mente, puede favorecer este proceso. Esto, a su vez, ayuda al cerebro a producir nuevas células, mejorando la memoria, la capacidad de aprendizaje y la flexibilidad mental.
Aquí tienes tres ejercicios científicamente probados que pueden ayudar a que las células cerebrales crezcan de forma natural:
1. Entrenamiento de resistencia: Aumenta la fuerza muscular y la capacidad cerebral
- 1. Entrenamiento de resistencia: Aumenta la fuerza muscular y la capacidad cerebral
- 2. Ejercicio dual: Activa tu mente y tu cuerpo al mismo tiempo.
- 2.1 Caminar combinado con contar o charlar
- 2.2 Bailar o practicar danza rítmica
- 2.3 Entrenamiento deportivo táctico (como fútbol, bádminton, tenis de mesa)
- 3. Ejercicios de piernas: Una base sólida para la salud cerebral
- 4. ¿Cómo incorporar estos ejercicios a tu rutina diaria?
El entrenamiento de resistencia (también conocido como entrenamiento con pesas) incluye muchas formas de ejercicio en las que los músculos deben trabajar contra una fuerza externa, como pesas, bandas de resistencia o el propio peso corporal.
Estudios neurológicos demuestran que el entrenamiento de resistencia puede aumentar los niveles de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), lo que ayuda a estimular la formación de nuevas neuronas en áreas importantes como el hipocampo, centro del aprendizaje y la memoria.
Entre los ejercicios de resistencia más comunes se encuentran el levantamiento de pesas, las sentadillas, las zancadas, las flexiones y los ejercicios con bandas elásticas. Si se realizan con regularidad, estos ejercicios no solo ayudan a desarrollar músculo, sino que también mejoran la función cognitiva al promover la neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para adaptarse, crear y fortalecer nuevas conexiones neuronales.

Los ejercicios de entrenamiento de fuerza tienen importantes beneficios para la salud y el rendimiento cerebral.
Numerosos estudios han demostrado que incluso un entrenamiento de resistencia moderado, realizado de 2 a 3 veces por semana, aporta importantes beneficios para la salud y el rendimiento cerebral. En particular, el ejercicio regular ayuda a combatir la pérdida muscular relacionada con la edad (sarcopenia), mejora la movilidad y reduce el riesgo de caídas o traumatismos craneoencefálicos, factores que pueden afectar negativamente la salud cognitiva a largo plazo.
2. Ejercicio dual: Activa tu mente y tu cuerpo al mismo tiempo.
El entrenamiento de doble tarea es una forma de ejercicio que combina el entrenamiento físico y mental, ayudando al cuerpo y al cerebro a trabajar en sincronía. Estos ejercicios requieren que la persona se mueva mientras se concentra en procesar información o reaccionar rápidamente, por lo que ofrecen mejores resultados para la salud cerebral en comparación con el entrenamiento unidireccional.
Esta forma de ejercicio «multitarea» activa simultáneamente múltiples redes neuronales responsables de la atención, la coordinación y la función ejecutiva, mejorando la capacidad de procesamiento y respuesta del cerebro. Estudios de neurociencia demuestran que, al requerir la participación simultánea de múltiples regiones cerebrales, el ejercicio dual aumenta los niveles de BDNF, estimulando así la plasticidad sináptica y promoviendo la formación de nuevas neuronas.
La combinación de estimulación mental y actividad física ayuda al cerebro a desarrollar redes neuronales más fuertes, lo que favorece el pensamiento flexible y mejora la memoria y la concentración. En adultos mayores, se ha demostrado que el entrenamiento dual también ralentiza el deterioro cognitivo y aumenta la autonomía en las actividades diarias.
Aquí tenéis algunos ejemplos concretos de "ejercicio dual", es decir, actividades que mueven el cuerpo y activan el cerebro, que los neurocientíficos han descubierto que son muy eficaces para mantener la memoria, aumentar la concentración y prevenir el deterioro cognitivo:
2.1 Caminar combinado con contar o charlar
- Cómo hacerlo: Mientras camina, cuente el número de pasos a diferentes ritmos (por ejemplo, cuente 2 pasos, luego 3 pasos), o hable, recite poesía o cante al ritmo.
- Efecto: Activa el área del cerebro responsable del lenguaje, la memoria a corto plazo y la coordinación motora.
2.2 Bailar o practicar danza rítmica
- Cómo hacerlo: Baila al ritmo de la música con diferentes secuencias de movimientos, lo que requiere memorización y cambios de ritmo.
- Efecto: Estimula el hipocampo (memoria), la corteza motora y la corteza prefrontal (función ejecutiva, toma de decisiones).
2.3 Entrenamiento deportivo táctico (como fútbol, bádminton, tenis de mesa)
- Cómo hacerlo: Participa en deportes que requieran que los jugadores se muevan rápidamente, observen y tomen decisiones instantáneas.
- Efecto: Practica la capacidad de manejar situaciones, calcular el espacio y coordinar manos, ojos y pies.

Los ejercicios de piernas mantienen la salud general del cuerpo y la claridad mental.
3. Ejercicios de piernas: Una base sólida para la salud cerebral
Los ejercicios de piernas, como las sentadillas, las zancadas, subir escaleras y otros movimientos similares, no solo ayudan a mantener el cuerpo sano, sino que también benefician al cerebro. Esto se debe a que activan los grupos musculares más grandes del cuerpo. Cuando estos músculos se contraen, generan y envían potentes señales bioquímicas al cerebro, estimulando una mayor producción de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), un factor clave que ayuda a las células nerviosas a crecer y conectarse de manera más eficaz.
Además, ejercicios como caminar a paso ligero o trotar —conocidos por sus beneficios cardiovasculares— también ayudan a aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, transportando oxígeno y nutrientes esenciales para la recuperación y regeneración de las células nerviosas. Gracias a ello, el cerebro funciona con mayor flexibilidad y la memoria y la concentración mejoran significativamente.
Además de sus efectos directos en el cerebro, los ejercicios de piernas también ayudan a mejorar el equilibrio, la coordinación y la resistencia, reduciendo así el riesgo de caídas y lesiones, especialmente en adultos mayores. Mantener las piernas sanas es fundamental para conservar la salud general y la claridad mental.
4. ¿Cómo incorporar estos ejercicios a tu rutina diaria?
Es recomendable incorporar los tres tipos de ejercicio (resistencia, ejercicios compuestos y ejercicios de piernas) a tu rutina de entrenamiento habitual para maximizar los beneficios cerebrales y cognitivos.
Entrenamiento de resistencia: Realízalo al menos 2 o 3 veces por semana con ejercicios como sentadillas, peso muerto, zancadas, flexiones o con bandas de resistencia. Estos movimientos ayudan a fortalecer los músculos y estimulan el cerebro para producir BDNF, un factor importante para la formación de nuevas neuronas.
Ejercicios duales: Se recomienda practicarlos a diario o varias veces por semana. Se puede caminar y hablar, lanzar una pelota y contar, o bailar al ritmo de la música. Estas actividades obligan al cerebro y al cuerpo a coordinarse simultáneamente, lo que ayuda a mejorar la memoria, la concentración y los reflejos.
Ejercicios para las piernas: Realícelos a diario con actividades sencillas como caminar a paso ligero, subir escaleras o hacer sentadillas. Este grupo de ejercicios ayuda a aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, mejora la salud cardiovascular y el equilibrio.
Mantener estos hábitos no solo ayuda a desarrollar músculo y aumentar la resistencia, sino que también crea un entorno favorable para que el cerebro genere nuevas células, aumente las conexiones neuronales y conserve su flexibilidad. A largo plazo, estas formas de ejercicio también pueden reducir el riesgo de demencia y Alzheimer, y ayudar a proteger el cerebro del daño causado por la edad o el estrés.
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Fuente: https://suckhoedoisong.vn/3-bai-tap-kich-thich-nao-bo-san-sinh-te-bao-moi-tang-cuong-tri-nho-va-su-tap-trung-169251104211308211.htm






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