Según el Instituto de Nutrición, la dislipidemia (dislipidemia) es un estado anormal de uno o más índices de lípidos en la sangre, incluidos el colesterol total alto, el colesterol LDL alto (colesterol malo), los triglicéridos altos o el colesterol HDL bajo (colesterol bueno).
La doctora Bui Thi Thuy, del Departamento de consulta de nutrición de adultos del Instituto de Nutrición, dijo que la mayoría de los casos de trastornos del metabolismo de los lípidos se deben a dietas poco saludables, hábitos sedentarios (falta de ejercicio) y causas secundarias debido al sobrepeso, la obesidad y los trastornos metabólicos.
Dieta poco saludable:
Según el profesor Tran Thanh Duong, director del Instituto de Nutrición, los vietnamitas tienen una alimentación poco saludable y presentan un desequilibrio nutricional. De hecho, consumen mucha carne y grasa animal, pero pocas verduras y frutas. Esta es la razón del mayor riesgo de obesidad, hipertensión arterial, diabetes, gota y dislipidemia.

Los alimentos procesados y las comidas rápidas se están volviendo cada vez más familiares para muchos vietnamitas (Ilustración: Getty).
En particular, el hábito de consumir demasiadas grasas saturadas, grasas trans, alimentos ultraprocesados y azúcares libres está aumentando entre los jóvenes, lo que conduce a una mayor incidencia de trastornos lipídicos en ellos.
Los alimentos fritos (patatas fritas, pollo frito, palitos de masa fritos, pasteles fritos...); galletas industriales, pasteles, tartas de crema; patatas fritas, fideos instantáneos; salchichas, tocino; bebidas gaseosas... son cada vez más habituales entre muchos vietnamitas, no sólo entre los jóvenes.
Estos alimentos son ricos en grasas saturadas, grasas trans y azúcar libre: grupos de alimentos que no son buenos para la salud del corazón y pueden aumentar el riesgo de dislipidemia, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas.
Falta de actividad física
Según el informe 2024 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de inactividad física a nivel mundial sigue siendo alarmante: un 31% de los adultos no realiza suficiente actividad física.
Se espera que esta tasa aumente al 35% en 2030, específicamente al 38% en mujeres y al 32% en hombres.
En Vietnam, las estadísticas muestran que aproximadamente el 25% de los adultos no participan en suficiente actividad física.
En el grupo de edad adolescente, sólo 1 de cada 4 jóvenes de entre 13 y 17 años cumple el objetivo de estar activo durante al menos una hora al día.
La falta de actividad física (sedentarismo) reduce la capacidad del organismo para metabolizar los lípidos, lo que también contribuye a la dificultad de controlar la enfermedad.
La OMS recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana y al menos 75 minutos de actividad de intensidad más vigorosa por semana.
Además, para aumentar los beneficios para la salud, aumente a 300 minutos/semana de actividad moderada o 150 minutos/semana de actividad vigorosa (o una combinación equivalente).
Debido a la genética, otros trastornos metabólicos
El Dr. Thuy dijo que los trastornos lipídicos también pueden ser causados por factores genéticos o tener causas secundarias como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la presión arterial alta o la enfermedad renal crónica...
Por lo tanto, la dieta también es un factor importante en el control y tratamiento de la dislipidemia.
Según las directrices sobre diagnóstico y tratamiento de los trastornos lipídicos emitidas por el Ministerio de Salud en 2020 (Decisión No. 3762/QD-BYT), la dieta juega un papel importante en el control de los niveles de colesterol en sangre y la prevención de complicaciones cardiovasculares.
La dieta recomendada para personas con trastornos lipídicos es la siguiente:
- Reducir las grasas saturadas a menos del 7-10% de la energía diaria total, minimizar o eliminar por completo las grasas trans que se encuentran en los alimentos fritos, los alimentos procesados y la confitería industrial.
- Fomentar el aumento de la ingesta de grasas insaturadas, especialmente omega 3 procedentes de pescados grasos como el salmón, la caballa y aceites vegetales como el de oliva o el de canola.
- También es importante aumentar la ingesta de fibra, especialmente fibra soluble (de avena, verduras, frutas con piel y legumbres), y se recomienda consumir al menos entre 20 y 30 g de fibra al día.

Una dieta rica en vegetales verdes evitará el riesgo de tener niveles altos de grasa en la sangre (Foto: Hong Hai).
- La dieta debe limitar el colesterol a menos de 200-300 mg/día, evitar comer muchas yemas de huevo, vísceras de animales y carnes rojas grasas.
- Limite el azúcar libre y el alcohol, especialmente cuando los triglicéridos estén altos, y reduzca el consumo de sal a menos de 5 g por día.
- La dieta debe priorizar cereales integrales como la avena y el arroz integral; verduras y frutas frescas con poco azúcar; pescado de mar; soja y productos derivados; junto con frutos secos sin sal ni azúcar, como nueces y almendras.
- Los alimentos que se deben evitar incluyen grasas animales, mantequilla, quesos grasos, carnes procesadas (salchichas, tocino, etc.), comida rápida, refrescos carbonatados y leche entera.
- La alimentación debe dividirse en 3-5 comidas al día, consumidas a su horario, limitar las cenas tardías y combinar con actividad física regular (al menos 150 minutos por semana) para lograr resultados óptimos del tratamiento.
- Estas recomendaciones deben ajustarse según la condición física, enfermedades asociadas y edad de cada paciente para asegurar la individualización y la efectividad a largo plazo.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/3-thoi-quen-hang-ngay-khien-mo-mau-tang-nhanh-20250729171410927.htm
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