
La IA participa cada vez más en el proceso de elaboración de perfumes.
Numerosas empresas emergentes de perfumería utilizan la IA para analizar, recomendar y simular fórmulas olfativas a partir de grandes volúmenes de datos. El sistema no posee olfato, pero puede «percibir» fragancias mediante algoritmos, prediciendo la respuesta emocional del usuario y optimizando cada elección.
Lo que antes era prerrogativa de los “perfumistas” experimentados ahora se está recreando utilizando modelos de aprendizaje profundo, dando paso a un futuro en el que los perfumes se podrán personalizar según el estado de ánimo, la estación del año o incluso los gustos musicales .
La IA simula emociones utilizando datos olfativos.
Según la investigación de Tuoi Tre Online , la tecnología detrás de esta tendencia son los modelos de aprendizaje automático, modelos entrenados con datos que describen sabores, percepciones de los usuarios, clasificación de mercado y contexto de uso.
En lugar de percibir directamente los olores, la IA los "comprende" mediante modelos vectoriales: cada componente de la fragancia, como la bergamota, el sándalo o el jazmín, está representado por parámetros relacionados con la retención del aroma, la difusión, las capas y la respuesta emocional.
El aprendizaje profundo permite a la IA detectar relaciones complejas que un perfumista humano difícilmente puede reconocer solo con la experiencia. Por ejemplo, el sistema podría observar que los jóvenes en climas cálidos suelen preferir notas cítricas ligeras combinadas con almizcle, y sugerir mezclas óptimas para ese mercado. La IA también puede detectar combinaciones de aromas nunca antes usadas, pero con el potencial de causar una gran impresión.
Lo especial es que el sistema no solo analiza los ingredientes, sino que también simula las reacciones de los usuarios . No es necesario que una receta sea real para probarla. La IA puede ejecutar miles de simulaciones basadas en datos artificiales, seleccionando las recetas más viables para las pruebas físicas finales. Un proceso que antes tardaba meses ahora se mide en días.
Uno de los ejemplos más destacados de esta tendencia es Osmo, una startup estadounidense especializada en la aplicación de la IA a la creación de fragancias. Desarrollaron un modelo que analiza las respuestas emocionales y, al mismo tiempo, digitaliza las moléculas aromáticas, reduciendo así el proceso de creación de perfumes a 48 horas. Osmo ha dado amplia difusión a este logro, no solo como un avance técnico, sino también como un mensaje de innovación en la industria tradicional y artesanal de la perfumería.
No solo Osmo, sino también importantes empresas de perfumería como Givaudan, DSM-Firmenich, IFF y Symrise han integrado la IA en el proceso creativo. IBM colaboró con Symrise para desarrollar Philyra, el sistema de IA que ayudó a O Boticário (Brasil) a lanzar un perfume formulado con inteligencia artificial. Givaudan utiliza Carto, una plataforma de recomendación de fragancias basada en datos, para ayudar a los perfumistas profesionales a optimizar su creatividad.
Personaliza tu fragancia según tu estado de ánimo, el clima y tu personalidad.
La combinación de la IA y los datos de comportamiento del usuario abre posibilidades de personalización sin precedentes en la industria del perfume. Algunas plataformas ya permiten a los usuarios introducir sus preferencias, tiempos de uso e incluso listas de reproducción musicales, y el sistema les recomendará fragancias adecuadas .
Emociones como “querer relajarse”, “necesitar confianza”, “prepararse para una cita” pueden asignarse a combinaciones de aromas correspondientes que la IA ha aprendido del comportamiento previo del usuario.
En algunos mercados emergentes, las fragancias también se adaptan al clima: la lluvia sugiere aromas cálidos, mientras que el sol da paso a fragancias ligeras y frescas. Algunos dispositivos personales experimentan con la combinación de inteligencia artificial y biosensores para personalizar los aromas según la frecuencia cardíaca o el nivel de estrés.
A diferencia de la producción en masa, este proceso permite fabricar pequeñas cantidades bajo pedido, manteniendo la rapidez y precisión gracias a la optimización automatizada. Los usuarios pueden disfrutar de una fragancia personalizada y una sensación de exclusividad en cada frasco de perfume.
La IA redefine el proceso de creación de fragancias
Contrario a los temores de que la IA reemplace el arte de la perfumería, la realidad es que esta tecnología desempeña principalmente un papel fundamental en la aceleración y expansión de la creatividad. Los perfumistas ahora pueden usar la IA como aliada para analizar cientos de fórmulas en tan solo unas horas, encontrando opciones únicas y viables para perfeccionar.
Fuente: https://tuoitre.vn/ai-giup-dieu-che-nuoc-hoa-chi-trong-2-ngay-20250701105034927.htm






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