La grasa visceral es la capa de grasa que rodea el hígado, el páncreas y los intestinos. Es más peligrosa que la grasa subcutánea porque aumenta el riesgo de síndrome metabólico, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e hígado graso. Por lo tanto, elegir la comida adecuada para la cena no solo ayuda a mantener el peso, sino que también previene la acumulación silenciosa de grasa visceral, según el sitio web de salud Eatingwell (EE. UU.).
Reemplazar el arroz blanco por arroz integral por la noche ayudará a acumular grasa visceral.
FOTO: AI
Estudios científicos han demostrado que los siguientes alimentos pueden regular el metabolismo del azúcar y las grasas, mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la inflamación, limitando así la acumulación de grasa en el abdomen.
Pescado rico en omega-3
Los pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas contienen ácidos grasos omega-3, que reducen la inflamación y mejoran los lípidos sanguíneos. Un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism reveló que la suplementación con ácidos grasos omega-3 redujo la grasa visceral en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico.
El mecanismo biológico es que el omega-3 regula la expresión de genes implicados en la oxidación de ácidos grasos, a la vez que reduce la actividad enzimática lipogénica, limitando así el almacenamiento de triglicéridos en el hígado y el abdomen. Comer pescado en la cena también ayuda a sentirse saciado por más tiempo sin aumentar demasiado la insulina, creando las condiciones para quemar grasa mientras se duerme.
Verduras de hojas verdes bajas en almidón
Las espinacas, la col rizada y la berza aportan abundante fibra soluble, folato y antioxidantes. Las dietas ricas en verduras de hoja verde reducen el riesgo de acumulación de grasa abdominal y mejoran la sensibilidad a la insulina.
Además, la fibra soluble presente en las verduras también ralentiza la absorción de glucosa, previene la hiperglucemia posprandial y reduce la necesidad de insulina. Esto se debe a que, cuando los niveles de insulina se mantienen altos, el cuerpo no solo almacena glucógeno, sino que también aumenta la síntesis de ácidos grasos y el almacenamiento de grasa, especialmente la grasa visceral.
Además, los polifenoles antioxidantes presentes en las verduras también combaten el estrés oxidativo, protegiendo las células hepáticas del hígado graso. Comer verduras hervidas o mixtas por la noche ayuda a que el estómago se sienta ligero, a la vez que garantiza la absorción de nutrientes.
Frijoles
Las lentejas, los frijoles negros y los garbanzos son ricos en proteína vegetal y almidón resistente. El almidón resistente de los frijoles no se digiere completamente en el intestino delgado, sino que se fermenta en el intestino grueso, creando ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Estos AGCC mejoran la sensibilidad a la insulina, regulan la saciedad y reducen la acumulación de grasa visceral. Por lo tanto, cenar un plato de sopa de frijoles no solo te mantendrá saciado por mucho tiempo, sino que también te ayudará a perder peso.
Granos integrales en lugar de arroz blanco
El arroz integral, la avena y la quinoa son ricos en fibra y minerales. Un análisis del American Journal of Clinical Nutrition reveló que sustituir el arroz blanco por cereales integrales ayuda a reducir la grasa abdominal y a mejorar los niveles de lípidos en sangre.
El mecanismo principal de este fenómeno reside en el contenido de betaglucano y fibra soluble de los cereales, que ayuda a reducir la absorción de glucosa, los niveles de azúcar en sangre después de las comidas y la secreción de insulina. En comparación con el arroz blanco, el arroz integral libera energía lentamente, evitando el exceso de energía por la noche, un factor que fácilmente favorece la acumulación de grasa visceral, según Eatingwell .
Fuente: https://thanhnien.vn/an-gi-vao-buoi-toi-de-tranh-tich-mo-noi-tang-185250919234303519.htm
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