Pasar mucho tiempo con los padres no solo fomenta el afecto, sino que también puede influir en su coeficiente intelectual (CI). Foto: Colaborador |
La carga de ganarse la vida y los niños “solitarios”
La Sra. HTH trabaja en un centro médico en el distrito de Tay Hoa. Su esposo cría camarones en la ciudad de Song Cau, por lo que solo viene a casa unas pocas veces al año. Aunque tienen buenos ingresos y solo tienen un hijo, debido a su gran actividad, el niño pasa la mayor parte del tiempo en la escuela o en clases para superdotados.
Cuando su hijo era pequeño, la Sra. H pensaba que estaba bien. Pero a medida que su hijo crecía, no le hacía caso cuando hablaba de sus amigos, la escuela ni de sus conflictos en clase, sino que se sumergía cada vez más en el mundo de los celulares y las computadoras. Al hablar con su madre, su hijo siempre respondía brevemente: "sí" y luego hacía lo que quería. Se volvió cada vez más terco y difícil de controlar, pero ella no podía comunicarse para cambiar su comportamiento. Preocupados e impotentes, ella y su esposo no se atrevieron a tener más hijos, a pesar de que la familia era pequeña y económicamente acomodada.
La familia de la Sra. H no es un caso raro de padres que no tienen tiempo para sus hijos debido a la ajetreada vida adulta actual. Según algunos profesores de secundaria, al pasar la primaria, los alumnos comienzan a experimentar muchos cambios psicológicos y fisiológicos. Este es un hito importante; los padres deben comprender y acompañar a sus hijos para que puedan desarrollarse en la dirección correcta. Esa es la teoría, pero hoy en día, muchos padres ocupados no tienen mucho tiempo para sus hijos. Al no recibir suficiente atención, muchos estudiantes se vuelven hoscos, callados, descuidan sus estudios y se comunican de forma ineficaz; algunos incluso desarrollan una mentalidad rebelde. Al contactar con sus familias, la mayoría de los padres trabajan lejos, dejando a sus hijos con sus abuelos. O hay niños cuyos padres trabajan en casa, pero están demasiado ocupados para comprarles teléfonos y darles dinero para que gasten libremente sin preocuparse por lo que comen o cómo estudian.
Según una investigación del Dr. Schulte (EE. UU.), cada 10 minutos de tiempo de calidad pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo de un niño y deberían ser al menos 10 minutos al día. Es decir, los niños no necesitan que se les dedique demasiado tiempo al día; basta con al menos 10 minutos a actividades de calidad; incluso una sola actividad de calidad es realmente beneficiosa para ellos.
Según los psicólogos, la falta de amor y cuidado parental puede tener graves consecuencias para el desarrollo infantil. Los niños pueden sentirse solos, perdidos, con falta de confianza e incluso deprimidos. Muchos recurren a dispositivos electrónicos y redes sociales para distraerse, pero esto los distancia aún más de sus familias y los hace más susceptibles a la información negativa en línea. Además, la falta de supervisión y orientación parental también los hace susceptibles a los males sociales.
Pasa tiempo de calidad con tus hijos
En la vida moderna, los padres siempre trabajan duro con la esperanza de brindarles a sus hijos un mejor punto de partida y un futuro más prometedor. Para asegurar una vida cómoda para su familia, muchos optan por irse lejos, trabajar horas extra y trabajar horas extra para ganar más dinero. Entonces, ¿cuál es la solución para ayudar a los padres a acompañar a sus hijos a pesar del estrés y la carga laboral?
Según la experta en nutrición, la Dra. Anh Nguyen, subdirectora de la revista Harvard Public Health Review de la Universidad de Harvard, los padres ocupados no pueden pasar demasiado tiempo con sus hijos, pero deben asegurarse de que el tiempo que pasan con ellos sea un tiempo de calidad, dedicado al desarrollo educativo del niño.
El tiempo de calidad puede incluir: Los padres pueden dedicar tiempo a actualizar sus conocimientos y leer libros sobre el desarrollo psicológico infantil; aprender sobre las necesidades nutricionales y de salud de los niños a cada edad; ser creativos con los niños; leer libros con ellos y fomentar el amor por los libros. Además, el tiempo de calidad se da cuando los padres interactúan bidireccionalmente con los niños: por ejemplo, preguntando y respondiendo, conversando y escuchando sus opiniones para responder adecuadamente; jugando con ellos, enseñándoles habilidades importantes... Estos momentos de calidad son justo lo que un niño necesita cuando es pequeño.
Muchos psicólogos han señalado algunos momentos clave del día que ayudan a los padres, sin importar lo ocupados que estén, a conectar con sus hijos. Estos momentos surgen en momentos cotidianos, como cuando el niño se despierta por la mañana, al llegar de la escuela, a la hora de la cena o antes de acostarse. Además, los padres también deben crear un ambiente familiar cálido y amoroso donde los niños puedan compartir con confianza sus pensamientos y sentimientos.
Fuente: https://baophuyen.vn/hon-nhan-gia-dinh/202504/ap-luc-cuoc-song-va-su-hy-sinh-tham-lang-cua-con-tre-9dd3950/
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