Hoy en día en nuestro país, no solo la fotografía, sino también otros campos del arte como la pintura, la literatura, la música ... las cuestiones de derechos de autor aún tienen muchos problemas dolorosos. La situación de plagio en música, literatura, fotografía y pintura todavía aparece aquí y allá, incluso en prestigiosos concursos de arte, junto a obras creadas a partir de un trabajo artístico serio.
Recientemente, el artista D.Q., cuyas acuarelas son actualmente las más vendidas, se vio envuelto en un escándalo de plagio cuando se descubrió que una de sus obras se parecía a una escena de una película vietnamita.
El director ML, quien descubrió esta coincidencia, dijo que la escena fue concebida y construida por el equipo de filmación a través de una combinación de antigüedades y tecnología CGI (imágenes generadas por computadora), y era completamente irreal en la vida real, por lo que no había forma de que pudiera ser coincidentemente similar. La delgada línea entre la inspiración artística y la imitación es siempre un tema candente en el mundo creativo.
Sin embargo, esta demanda es casi inédita en la industria (sospecha de plagio entre un cuadro y una escena de película). Y este caso demuestra una vez más que nuestras leyes aún tienen muchas lagunas, lo que hace que no sea sencillo determinar lo que está bien o mal en casos como el mencionado anteriormente.
En el contexto de la explosión de la tecnología, especialmente cuando la inteligencia artificial (IA) participa en el proceso de creación artística, las cuestiones de derechos de autor se vuelven aún más complicadas. Una pregunta simple como, si la imagen es creada por IA, ¿quién posee los derechos de autor, el software de tecnología de IA o la persona que creó el comando para que la IA lo ejecute?
Y el arte se diferencia de la ciencia y la tecnología en que el autor envía emociones como mensajes al público. ¿Las obras creadas regularmente mediante un proceso tecnológico de este tipo tienen suficientes emociones como para tocar el corazón de sus destinatarios?
Constantemente surgen nuevos problemas y a veces la ley no puede seguirles el ritmo. En este punto, la actitud y el respeto propio de los artistas son claves. Elige comportarte amablemente con los demás, con tu trabajo y con el público para ser digno de las dos palabras: artista. Porque de lo contrario, no se diferenciarían de una pieza de software tecnológico, sólo capaces de copiarse y reemplazarse en cualquier momento.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/ban-quyen-chuyen-cua-long-tu-trong-post796808.html
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