Australia acaba de alcanzar un hito histórico en el número de estudiantes internacionales. Los datos publicados por el Ministerio del Interior australiano muestran que, al 29 de febrero de 2024, había 713.144 estudiantes internacionales estudiando en el país oceánico, lo que contribuyó a un aumento récord en el número de migrantes temporales, que alcanzó un total de 2,8 millones de personas.

Representantes de estudiantes vietnamitas en Australia. Foto (documental): Van Linh/VNA, reportero en Sídney, Australia.
Este hecho demuestra que, a pesar del aumento de las denegaciones de visas de estudiante por parte del Gobierno australiano, el número de estudiantes internacionales que llegan a este país sigue aumentando a un ritmo récord. Anteriormente, para reducir el creciente número de estudiantes internacionales, el Gobierno del Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, implementó medidas descritas en la revisión de inmigración, incluyendo el aumento de los requisitos de inglés para las visas de estudiantes internacionales y la introducción de un examen de "estudiante genuino" para disuadir a quienes no vienen a estudiar a Australia.
A pesar de las cifras récord de estudiantes internacionales, los datos del gobierno australiano también muestran un aumento en los rechazos de visas de estudiantes, con más de 50.000 solicitudes rechazadas en los tres meses hasta febrero de 2024. Sin embargo, los expertos advierten que las medidas apresuradas para reducir las cifras de estudiantes internacionales podrían tener impactos negativos en el sector educativo y la economía en general, ya que la educación internacional es una importante exportación australiana, con un valor de alrededor de AU$ 50 mil millones (alrededor de US$ 33 mil millones) en 2023.
Una nueva encuesta muestra un cambio en la elección de destinos para estudiar en el extranjero por parte de estudiantes internacionales, desde destinos importantes como Canadá, el Reino Unido y Australia hacia países más pequeños como Nueva Zelanda, Alemania y Estados Unidos. Este cambio se produce después de que los gobiernos de Canadá, el Reino Unido y Australia introdujeran políticas más restrictivas para gestionar el aumento del número de estudiantes internacionales.
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