Aunque la ciencia aún está investigando, en la vida real muchas personas creen en el mundo espiritual. - Foto: DAILY EXPRESS
Y uno de los primeros buscadores de almas en Estados Unidos, y del que se habla mucho, es Hans Holzer, nacido en 1920 en Austria, que llegó a Nueva York en 1938. Recibió una educación formal, se doctoró en parapsicología y tenía una extraña pasión: la caza de almas.
Cazador de almas
El Dr. Holzer, fallecido en 2009, publicó numerosos libros sobre investigación espiritual, como Cazador de fantasmas, Fantasmas: Encuentros reales con el mundo del más allá... Según Hans Holzer, los fantasmas son las emociones y recuerdos que quedan de personas que murieron trágicamente, sin ser conscientes de su propia muerte y sin querer aceptarla.
El Dr. Holzer ha llevado a cabo muchas investigaciones fascinantes sobre el alma de una persona, pero el caso más notable fue la investigación del asesino Ronald DeFeo Jr., quien disparó y mató a sus propios padres y cuatro hermanos en 1974. La casa donde tuvo lugar el trágico incidente era alquilada, pero tuvieron que desalojarla poco después de escuchar extraños gemidos y gritos.
Holzer colaboró con una médium para investigar y el espíritu de un jefe nativo americano Shinnecock le dijo que la casa estaba construida sobre un cementerio sagrado, por lo que un espíritu enojado poseyó a DeFeo para que usara su mano para matar a su familia con una pistola.
En su vejez, el Dr. Holzer declaró a la prensa que, cuando falleciera, no necesitaba ni lápida ni cementerio, porque lo más preciado para una persona es el alma, y el cuerpo es solo una envoltura exterior.
Existen innumerables cazafantasmas como Holzer. Incluso en el siglo XXI, utilizan dispositivos electrónicos modernos para rastrear fantasmas. Entre ellos, los fontaneros Grant Wilson y Jason Dawes se convirtieron en cazafantasmas, hasta el punto de que el canal SciFi produjo una serie de telerrealidad sobre ellos.
Con cámaras infrarrojas que filmaban en la oscuridad y dispositivos electromagnéticos y de medición de temperatura, descubrieron cosas extrañas como la presencia de espíritus. Sin embargo, también investigaron supuestos "fantasmas" que en realidad eran luces artificiales que se filtraban por las rendijas de las puertas, ruidos extraños debido a bisagras rotas, habitaciones frías por una calefacción deficiente...
Cuando la ciencia busca el alma
En un mundo del siglo XXI cada vez más dominado por la razón, las batas blancas y las frías cifras, el concepto del alma parece estar confinado a la religión y la leyenda. ¿Pero qué pasaría si la ciencia moderna estuviera a punto de revelar algo verdaderamente metafísico?
Según el Daily Mail, esa es la fascinante afirmación que está generando nuevos debates, ya que muchos científicos y académicos destacados creen que la conciencia y posiblemente el alma no desaparecen necesariamente cuando el cuerpo humano deja de existir.
El debate comenzó a intensificarse a principios de este año cuando el Dr. Stuart Hameroff, anestesiólogo de la Universidad de Arizona, interpretó una actividad cerebral inusual en pacientes cercanos a la muerte como posible evidencia de "el alma abandonando el cuerpo".
Esta observación ha reavivado un tema que muchos preferirían dejar en manos de la teología, pero que ahora está siendo abordado por algunos científicos utilizando máquinas de resonancia magnética, electroencefalogramas e incluso argumentos filosóficos.
El difunto profesor Charles Tart, uno de los pioneros en el campo de la parapsicología, dedicó décadas al estudio de fenómenos que muchos consideran pseudociencia. Pero a Tart no le interesaba la "doblada de cucharas" como en el programa, sino las experiencias cercanas a la muerte y la posibilidad de que la conciencia exista independientemente del cuerpo.
En uno de los experimentos más famosos, una participante dormida, conectada a un electroencefalógrafo, informó haber experimentado una proyección astral. Describió con precisión un número de cinco dígitos colocado en un estante alto, que físicamente no podía ver. Este suceso ha alimentado la especulación entre los investigadores de que la mente puede viajar independientemente del cuerpo, una hipótesis que resuena de forma curiosa con muchas tradiciones espirituales.
Hoy en día, la ciencia ha utilizado el aprendizaje automático moderno para comprender el alma, al igual que los estados cerebrales de personas cercanas a la muerte. - Foto: MICHIGAN MEDICINE
En su libro, La ciencia secreta del alma, Tart aboga por una mayor apertura mental entre los científicos: "La ciencia real puede contribuir mucho a la comprensión de las experiencias cercanas a la muerte". Enfatiza que descartar estos fenómenos de plano demuestra más prejuicio que escepticismo científico.
Mientras que el psicólogo Charles Tart profundiza en los fenómenos parapsicológicos, el profesor de filosofía de la Universidad de Nueva York, Thomas Nagel, ofrece una visión profunda de la naturaleza de la conciencia, según The Economics Time.
Argumentó que, por muy avanzada que sea la física, aún no basta para explicar por completo la complejidad de la cognición humana. Si el universo está compuesto únicamente de átomos y moléculas, ¿cómo podemos explicar el surgimiento de los pensamientos, las emociones y las experiencias subjetivas?
El profesor Nagel defiende la teoría del panpsiquismo, una audaz hipótesis filosófica que plantea que todos los elementos del universo, incluso los aparentemente inanimados, podrían poseer alguna forma de consciencia. Si esta hipótesis es correcta, la consciencia no es un producto exclusivo del cerebro, sino que forma parte inherente de la estructura fundamental de la realidad.
Nagel escribió en una ocasión: «Nuestra vida forma parte de un universo que está despertando gradualmente y tomando conciencia de sí mismo». ¿Podría esta autoconciencia, o estado de conciencia despierto, ser el alma en otra forma?
En particular, el Dr. Jeffrey Schwartz, psiquiatra e investigador en neuroregeneración, sostiene que el cerebro y la mente humanos no son lo mismo. Su investigación demuestra que los seres humanos pueden reestructurar la arquitectura cerebral mediante la fuerza de voluntad concentrada, modificando patrones de pensamiento en personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o que se recuperan de un accidente cerebrovascular.
Argumentó que esto sugería la existencia de algo más allá de la materia, quizá una mente, o incluso un alma. En su exitoso libro «Brain Lock», Schwartz afirmó que el cerebro puede crear pensamientos obsesivos, pero la mente tiene la opción de rechazarlos.
Si la materia lo es todo, ¿cómo puede ser esto? Para Schwartz, el poder de la voluntad, la capacidad de la mente para trascender el cerebro, sugiere una existencia dual: un cuerpo físico y un cuerpo espiritual.
¿Y no existe tal cosa como el alma?
Sin embargo, no todos los científicos están convencidos. El profesor David Kyle Johnson, del King's College de Pensilvania (EE. UU.), se muestra más escéptico. En su libro ¿Existen las almas?, Johnson recuerda el famoso caso de Phineas Gage, un trabajador ferroviario del siglo XIX que sobrevivió milagrosamente después de que una barra de hierro le atravesara el cerebro. Sobrevivió, pero su personalidad cambió por completo.
Johnson argumenta que si la personalidad puede alterarse por una lesión física, esto plantea interrogantes sobre la existencia de un alma inmaterial. Señala que la neurociencia ha ido asumiendo gradualmente funciones que antes se atribuían al alma, desde la memoria, la emoción y la toma de decisiones, hasta incluso la consciencia.
“Todo aquello que antes se consideraba dominio del alma”, escribe Johnson, “ahora se ha demostrado que pertenece al cerebro”.
Hasta la fecha, la comunidad científica no ha dado con una respuesta definitiva, pero la curiosidad supera cada vez más al escepticismo. A través de estudios neurológicos de experiencias religiosas y relatos de proyección astral, una cosa está clara: el alma ya no es solo un concepto religioso. Se está llevando a los laboratorios, se examina bajo microscopios y se debate en las aulas universitarias.
En definitiva, lo más fascinante quizá no sea si los científicos han demostrado la existencia del alma, sino que se atrevan a emprender esa búsqueda. Y en ese esfuerzo singular, desde escáneres cerebrales y obras filosóficas hasta recuerdos místicos, ¿acaso la humanidad se acerca más a la respuesta a la pregunta de si el alma existe o no?
THUY CHI
Fuente: https://tuoitre.vn/bi-an-linh-hon-va-su-giai-ma-cua-khoa-hoc-ky-cuoi-tho-san-ma-va-khoa-hoc-tim-kiem-linh-hon-20250919231727388.htm






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