Reducción de la pobreza gracias a los ciruelos
Al cruzar las escarpadas laderas de la comuna de Chieng Tuong (distrito de Yen Chau, provincia de Son La), nos encontramos con un modelo especial de desarrollo económico : la plantación de árboles frutales en terrenos inclinados, una iniciativa de los soldados de la estación de la guardia fronteriza de Chieng Tuong, que acompaña a la población desde 2016.
En el terreno de una hectárea del Sr. Phang Lao Lang, un hombre de etnia Mong nacido en 1983, los ciruelos están cargados de fruta, anunciando otra temporada de fruta dulce. “En aquel entonces, planeaba plantar árboles frutales, pero no sabía por dónde empezar. Cuando el ejército vino a proporcionar semillas, ayudar a plantar los árboles y ofrecer asesoramiento técnico, mi familia se alegró mucho. Desde entonces, los árboles han crecido bien, la fruta es abundante y se vende a buen precio”, compartió el Sr. Lang.
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La familia del señor Lang cultiva actualmente unos 550 ciruelos. |
La familia del Sr. Lang es una de las primeras familias en participar en el modelo de plantación de árboles frutales en terrenos inclinados implementado por la estación de la guardia fronteriza de Chieng Tuong desde 2016.
En aquel entonces, las tierras montañosas que rodeaban el pueblo se utilizaban principalmente para el cultivo de maíz y yuca, con ingresos inestables y baja productividad. Gracias al apoyo de los guardias fronterizos y las autoridades locales, su familia recibió más de 100 plantones. Hoy en día, el huerto de ciruelos de Lang cuenta con unos 550 árboles. Además de los árboles, él y otras familias participantes en el programa recibieron orientación sobre el proceso de siembra, cuidado, control de plagas y fertilización, según la etapa del ciclo de cultivo.
El proceso de cultivo de ciruelos ya está consolidado: tras la cosecha en julio, se fertiliza, se aplican pesticidas biológicos para limpiar los árboles y se podan las ramas a finales de año. En febrero del año siguiente, cuando florecen los ciruelos, se aplican pesticidas para proteger las flores y los frutos, y se fertiliza nuevamente para fortalecer los árboles y asegurar su desarrollo. Todos los pesticidas son productos biológicos de origen natural, lo que garantiza su seguridad y respeto por el medio ambiente.
“Gracias al ciruelo, la familia tiene una fuente de ingresos estable, que cada año asciende a decenas de millones. Tenemos dinero para criar a nuestros hijos, reparar la casa y comprar cosas. Cultivar árboles frutales es ahora una actividad sostenible”, confesó el señor Lang.
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Durante los primeros 3 años, oficiales y soldados de la estación de la guardia fronteriza de Chieng Tuong acompañaron a la gente desde la compra de las plántulas hasta el cuidado y la cosecha de la fruta. |
Los soldados bajaron al pueblo, trabajaron con la gente para proteger la tierra y hacer negocios.
Según la Estación de la Guardia Fronteriza de Chieng Tuong, desde 2016, la unidad, en colaboración con las autoridades locales, ha seleccionado familias con las necesidades y condiciones necesarias para implementar un programa piloto de cultivo de árboles frutales en terrenos inclinados. En la zona fronteriza abundan estos terrenos, pero la población aún carece de técnicas, capital de inversión y una visión de producción a largo plazo. «Hemos apoyado a cuatro familias con un total de más de 2000 ciruelos, plantados en aproximadamente 4,7 hectáreas de terreno inclinado . Durante los primeros tres años, oficiales y soldados acompañaron regularmente a los agricultores a los campos para cuidar los árboles, brindarles asesoría técnica y acompañarlos durante cada temporada de cultivo», declaró el Capitán Vang A Nu, Jefe del Equipo de Movilización Masiva de la Estación de la Guardia Fronteriza de Chieng Tuong.
Según el capitán Nu, este modelo no solo ayuda a las personas a estabilizar sus medios de vida y aumentar sus ingresos, sino que también contribuye a la conservación de la tierra, la lucha contra la erosión, la protección de los bosques y a un cambio gradual en la mentalidad agrícola. «Actualmente, cada hogar gana entre 70 y 100 millones de VND al año, una cifra considerable en una zona fronteriza con tantas dificultades», afirmó.
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Este modelo ayuda a la familia del Sr. Lang y a otros hogares a desarrollar su economía y mejorar sus vidas. |
Además del apoyo inicial, el ejército también pone en contacto a técnicos agrícolas , presenta la producción y anima a la población a cambiar la estructura de los cultivos en una dirección que se adapte a las condiciones del terreno y al cambio climático.
Tras el éxito inicial, se está impulsando la expansión del modelo de plantación de árboles frutales en las laderas de Chieng Tuong. Cada temporada, la floración blanca en las colinas no solo promete frutos dulces, sino que también demuestra el cambio logrado gracias al esfuerzo, la dedicación y el compañerismo de los soldados en la frontera. «Los soldados ayudan a la gente no solo a proteger el bosque y la tierra, sino también a proteger la aldea y preservar la vida. En un lugar tan difícil como Chieng Tuong, ese compañerismo es invaluable», afirmó el Sr. Giang A Nu, jefe de la aldea Pa Kha 1.
La historia del Sr. Phang Lao Lang y su huerto de ciruelos es un ejemplo paradigmático del camino correcto hacia la reducción sostenible de la pobreza, basada en la fortaleza de la población, el apoyo de las fuerzas locales y, sobre todo, en un cambio de mentalidad en la producción. En la ladera, el futuro florece con la dulce cosecha de esta fruta.
Fuente: https://tienphong.vn/bo-doi-huong-dan-ba-con-trong-hoa-qua-tren-dat-doc-de-thoat-ngheo-post1753017.tpo
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