
Aviones estacionados en el aeropuerto de Luton, al norte de Londres, Inglaterra.
El 25 de junio, la organización Transporte y Medio Ambiente (T&E) advirtió que alrededor de 52 millones de personas que viven alrededor de los aeropuertos más concurridos de Europa corren el riesgo de sufrir daños a la salud debido a la concentración de partículas finas emitidas durante la combustión del combustible para aviones.
Las partículas ultrafinas (PUF), aproximadamente 1000 veces más pequeñas que un cabello humano, se liberan durante el despegue y el aterrizaje. Su diminuto tamaño permite que las PUF penetren fácilmente en los tejidos humanos, y cada vez hay más pruebas de que son perjudiciales para la salud humana. Sin embargo, las PUF siguen estando poco reguladas.
La organización T&E, con sede en Bruselas, analizó las concentraciones de UFP alrededor del Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol basándose en datos recopilados por el Instituto Nacional Holandés de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM).
Luego, T&E aplicó estos resultados a los 32 aeropuertos europeos más activos, asumiendo que la contaminación por UFP aumentaba con el tráfico aéreo y se distribuía uniformemente en cada aeropuerto.
Según T&E, en un radio de 5 km alrededor del Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, los investigadores del RIVM registraron concentraciones de UFP que oscilaron entre 4.000 y 30.000 partículas por centímetro cúbico (cm3).
Mientras tanto, en los centros urbanos, las concentraciones de UFP oscilaron entre 3000 y 12 000 partículas por cm³, lo que demuestra que los aeropuertos tienen un impacto significativo en la contaminación por UFP. En consecuencia, T&E concluyó que 52 millones de personas que viven en un radio de 20 km de un aeropuerto europeo concurrido corren el riesgo de sufrir graves daños a la salud debido a las altas concentraciones de UFP.
T&E también afirmó que la reducción del tráfico aéreo y la mejora de la calidad del combustible para aviones podrían mitigar el problema a corto plazo, además de proporcionar beneficios climáticos adicionales. Exigió un mayor monitoreo y mayores objetivos de reducción de UFP.
El pasado febrero, Airparif, la agencia de monitoreo de la calidad del aire de la región parisina, midió concentraciones de UFP de 23.000/cm³ en el Aeropuerto Charles de Gaulle de París. La agencia de monitoreo encontró concentraciones de UFP particularmente altas en un radio de 5 km de los aeropuertos.
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