El acné es un problema común para muchas personas, especialmente durante la pubertad y en personas con piel grasa. El acné no solo causa falta de estética y pérdida de confianza, sino que también afecta la salud de la piel.
Cambia tu estilo de vida
Existen muchas causas del acné, como la piel grasa, la mala higiene de la piel, el polvo en el trabajo, el trasnochar y el estrés... Pero principalmente se deben a cuatro mecanismos principales: la queratinización y la obstrucción de los folículos pilosos, el aumento de la secreción sebácea, la acción de la bacteria P. acnes (C. acnes) y la reacción inflamatoria. Estos mecanismos rara vez se presentan solos, pero pueden ocurrir simultáneamente, por lo que el tratamiento del acné también requiere una combinación de varios métodos.
En primer lugar, cambiar tus hábitos de vida representa el 50% de la efectividad del tratamiento. Una dieta poco saludable puede empeorar el estado de tu piel. La comida rápida y los alimentos ricos en azúcar y grasa pueden causar acné facial.
Concéntrate en comer muchas verduras, frutas y alimentos ricos en fibra, y bebe mucha agua para mejorar el estado de tu piel. Acostúmbrate a acostarte temprano; esto no solo ayudará a que tu piel luzca más radiante, sino que también mejorará considerablemente tu salud, especialmente durante la pubertad. El ejercicio regular ayuda a mejorar el estado de tu piel al estimular la circulación sanguínea y aumentar su resistencia. Además, cambia las sábanas y las fundas de las almohadas con regularidad. Evita malos hábitos como apretarte las uñas y tocarte la cara.
Cuidado adecuado de la piel
El 50 % restante del efecto del tratamiento proviene de productos para el acné (tópicos, orales) y cosméticos para el cuidado de la piel. Si la afección es grave, debe consultar a un dermatólogo para que le recete antibióticos orales como doxiciclina, minociclina o isotretinoína. Estos antibióticos pueden ir acompañados de zinc, L-cistina y antihistamínicos. Los medicamentos tópicos especiales son productos cuyos principales ingredientes activos son adapaleno, tretinoína, peróxido de benzoilo y ácido azelaico, que ayudan a reducir la inflamación y a secar rápidamente el acné. Se recetarán según la gravedad del acné.
En cuanto a la rutina de cuidado de la piel con acné en casa, lo primero y más importante es la limpieza. Debes desmaquillarte y lavarte bien el rostro con un limpiador que contenga ácido salicílico o peróxido de benzoilo para una limpieza profunda y reducir el exceso de grasa. Los productos con ingredientes activos como niacinamida, AHA, aceite de árbol de té y ácido salicílico también ayudan a combatir la inflamación, reducir la secreción sebácea, limitar la obstrucción de los poros y atenuar las manchas oscuras postacné. Sin embargo, al principio debes usar una concentración baja y luego aumentarla gradualmente para que tu piel tenga tiempo de adaptarse.
Los productos restauradores y de protección solar deben ser prioritarios en la rutina diaria de cuidado de la piel. Las cremas hidratantes deben priorizar los productos a base de agua, sin aceite, de textura ligera para mantener la piel ventilada y con potentes ingredientes activos restauradores como ceramidas, péptidos y pantenol. Usar protector solar ayudará a proteger la piel de los efectos nocivos del medio ambiente, minimizando la formación de acné y manchas oscuras postacné. Dado que la piel con acné es bastante sensible, también debería considerar usar un protector solar adecuado que no contenga ingredientes que irriten la piel.
Sea persistente en el tratamiento científico del acné, no se apresure a utilizar cremas mixtas o vino medicinal que contengan ingredientes poco claros, que provocarán graves daños a su piel.
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