En el marco del debate “Innovación en la agricultura y la alimentación” de la Semana de la Ciencia y la Tecnología VinFuture 2025, el profesor Raphaël Mercier, genetista molecular y director del Departamento de Biología Cromosómica del Instituto Max Planck de Genética Vegetal (Alemania), compartió su perspectiva sobre el aumento de la producción alimentaria sostenible y resiliente en un futuro próximo.
La tecnología ayuda a aumentar la productividad entre un 20 y un 30 %
La investigación del profesor Raphaël Mercier se centra en los mecanismos moleculares de la meiosis, en particular la regulación de la formación y distribución de cruces, y cómo estos procesos configuran la diversidad genética en las plantas. Ha identificado genes clave como FANCM, RECQ4 y FIGL1, que actúan como factores anticruzamiento, proporcionando nuevas estrategias para regular la recombinación y promover la mejora de los cultivos.
También fue pionero en el desarrollo del sistema MiMe (mitosis en lugar de meiosis), que convierte la meiosis en una división celular similar a la mitosis, permitiendo la producción de semillas asexuales, un avance que ha tenido importantes implicaciones para mantener el vigor híbrido en cultivos como el arroz.

Al hablar específicamente sobre la solución de crear semillas asexuales para mejorar la productividad de los cultivos, el profesor Raphaël Mercier afirmó: «En la naturaleza, algunas plantas no necesitan fertilización ni polinización para producir semillas, como el diente de león. Sus pétalos ayudan a dispersar las semillas, un mecanismo que puede ser útil para la agricultura».
La reproducción asexual se basa en la mitosis, que no incluye la meiosis ni la fecundación como la reproducción tradicional, sino que simplifica el proceso de división meiótica para crear dos copias de genes. Las plantas híbridas F1 son resistentes; no es necesario controlar la calidad de las plantas progenitoras, solo la del híbrido.
La reproducción asexual permite la preservación de características deseables y la rápida generación de líneas puras, que pueden utilizarse en una amplia gama de cultivos, lo que beneficia a los agricultores. En particular, la creación de semillas asexuales ayuda a mantener el vigor híbrido sin necesidad de recruzar durante muchas generaciones. Aplicada a la agricultura, puede aumentar la productividad entre un 20 % y un 30 %.
Aplicación a plantas de arroz vietnamitas
Vietnam es uno de los pocos países líderes en la exportación de arroz a nivel mundial . El profesor Raphaël Mercier cree que debemos seguir aprovechando todas las tecnologías disponibles para mejorar la calidad, aumentar la productividad y aplicar nuevos modelos agrícolas.
“Creo que se deben investigar, adoptar y adaptar nuevas tecnologías a la agricultura vietnamita para mejorar la productividad y la calidad”, afirmó el profesor Raphaël Mercier.
En el laboratorio, el profesor Raphaël Mercier y sus colegas trabajan principalmente con una pequeña planta llamada Arabidopsis (de la familia de la mostaza). El equipo también ha aplicado la tecnología al arroz y está realizando ensayos de campo para evaluar su eficacia en condiciones reales. Este es el último paso antes de poner la tecnología en práctica.
Tras 15 años investigando la transición de variedades naturales a asexuales, el profesor Raphaël Mercier observa una tendencia hacia un uso más eficiente de las variedades híbridas. Las plantas crecerán con mayor vigor, lo que dará lugar a mayores rendimientos. Como resultado, los agricultores podrán utilizar menos tierra o menos fertilizantes para producir la misma cantidad de alimentos. En otras palabras, gracias al alto rendimiento determinado por los genes de la planta, se puede reducir el impacto ambiental manteniendo la misma producción.
Los híbridos también son más tolerantes a las fluctuaciones, como las de temperatura o la disponibilidad de agua. Son más resilientes, lo que significa que pueden mantener altos rendimientos incluso en condiciones adversas.
En comparación con las variedades puras, las variedades híbridas ofrecen un rendimiento aproximadamente un 30 % mayor. Es decir, el simple cambio a variedades híbridas puede aumentar inmediatamente el rendimiento en aproximadamente un 30 % en comparación con las variedades puras. Además, el impacto ambiental de la producción se reduce indirectamente, ya que con mayores rendimientos, se puede producir el mismo producto con menos tierra y menos fertilizantes.
Sin embargo, este experto también afirmó que esta es solo una tecnología de un amplio conjunto de herramientas que debemos combinar para afrontar los retos futuros. Necesitamos utilizar todas las tecnologías que puedan servir a la ciencia para alcanzar objetivos, como un aumento del 70 % en la productividad. Por ejemplo, la IA ayuda a los agricultores a reducir el esfuerzo y a tomar decisiones más precisas.
Fuente: https://daidoanket.vn/cai-tien-cay-lua-viet-nam.html






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