Mientras China avanza rápidamente con una estrategia para “nacionalizar” la educación en IA, Estados Unidos –aunque rezagado– tiene el potencial de acelerar gracias al sector privado y a la creatividad de un sistema educativo descentralizado.
Este artículo no intenta comparar superioridad e inferioridad, sino que se centra en analizar las estrategias principales, los movimientos de reforma dentro de Estados Unidos, los desafíos futuros y lo que Vietnam puede aprender.

China: Dar forma desde la raíz e implementar de manera integral
China ha optado por un camino que no complica el marco curricular: en lugar de crear una nueva asignatura llamada "IA", el país integra contenido de IA en asignaturas existentes como matemáticas, ciencias , tecnología e ingeniería. Desde primaria, los estudiantes se familiarizan con el pensamiento computacional. En secundaria, abordan programación básica y problemas utilizando datos. En bachillerato, se prueban contenidos avanzados como visión artificial, chatbots y modelos de aprendizaje automático.
La clave reside en el método de implementación. En primer lugar, el gobierno desempeña un papel central en la formulación de políticas y la coordinación de recursos a nivel nacional. En segundo lugar, las empresas tecnológicas intervienen para proporcionar software, materiales y apoyo tecnológico educativo; desde iFlytek hasta Baidu, todas cuentan con programas de "IA para escuelas". En tercer lugar, universidades de primer nivel como Tsinghua y Fudan se encargan de crear planes de estudio, capacitar al profesorado y evaluar la calidad de la implementación.
En particular, el gobierno chino ha desarrollado una plataforma nacional de aprendizaje con IA que permite a estudiantes de todas las regiones, incluidas zonas pobres como Gansu y Guizhou, acceder al mismo contenido que los estudiantes de Pekín o Shanghái. Se han implementado profesores asistentes virtuales con IA para apoyar clases personalizadas, ayudando a los estudiantes a progresar según sus propias capacidades. De esta manera, China no solo crea una política educativa con IA, sino que también garantiza una popularización equitativa, un requisito previo para una sólida base tecnológica.
Estados Unidos: Reforma desde abajo, con las empresas al mando
Mientras China trabaja de arriba a abajo, Estados Unidos se reestructura de abajo a arriba. El modelo educativo descentralizado ha sido un lastre para la reforma educativa nacional, pero en la era de la IA, abre un espacio flexible para la experimentación. Paralelamente a la carta abierta de más de 250 directores ejecutivos a los gobernadores estatales, varias grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Amazon, Meta y NVIDIA han lanzado varios programas de apoyo a las escuelas públicas desde hace unos meses: proporcionando software gratuito de aprendizaje de IA, capacitando a docentes, donando equipos y diseñando cursos de muestra.
Algunos distritos escolares, como Lamar (Texas), Oakland (California) o Baltimore (Maryland), incluso han implementado un modelo de aula totalmente basado en IA: cada estudiante aprende a su propio ritmo; los docentes actúan como gestores del progreso y brindan apoyo intensivo. Los estudiantes interactúan con chatbots de IA durante la clase de matemáticas, utilizan la visión artificial para realizar experimentos de biología y aprenden programación mediante juegos con IA integrada.
El gobierno federal también está participando. El presidente creó un "Grupo de Trabajo sobre Educación en IA" para desarrollar estándares curriculares, conectar iniciativas dispares y facilitar la participación de la industria sin obstáculos regulatorios. El Departamento de Educación está trabajando con los estados para desarrollar currículos de código abierto, crear centros de capacitación docente y financiar programas piloto en zonas marginadas.
De este modo, Estados Unidos no necesita alcanzar a China en términos de velocidad administrativa –algo casi imposible–, sino que aprovecha sus ventajas competitivas: el poder innovador de las empresas privadas, el ecosistema de aprendizaje abierto y la diversidad de modelos educativos a nivel local.
Cuellos de botella y desafíos
Sin embargo, tanto Estados Unidos como China enfrentan grandes obstáculos cuando se trata de introducir la IA en la educación: no solo técnicos, sino también sociales y éticos.
En primer lugar, la cuestión de la seguridad de los datos. Cuando los estudiantes utilizan tutores de IA, se recopilan datos sobre su comportamiento de aprendizaje, sus emociones, su velocidad de procesamiento de la información e incluso cómo formulan preguntas. Sin protección legal, las empresas pueden comercializar completamente estos datos con fines publicitarios o utilizarlos para adaptar el contenido de forma que les beneficie.
En segundo lugar, el riesgo de polarización tecnológica. En Estados Unidos, la brecha entre los distritos escolares ricos (a menudo urbanos) y pobres (rurales, pertenecientes a minorías) se ampliará sin una inversión federal adecuada. En China, el modelo de "asistente de enseñanza con IA" puede funcionar en zonas con buena infraestructura, pero probablemente sea inútil en zonas sin una digitalización básica.
En tercer lugar, el problema de moldear el pensamiento mediante algoritmos. Cuando la IA no solo enseña, sino que también sugiere cómo aprender y cómo responder, los estudiantes pueden absorber inconscientemente los sesgos ocultos en el algoritmo. A partir de ahí, la educación pierde su papel en la formación del pensamiento independiente, el núcleo de una sociedad democrática.
Para superar estos desafíos, Estados Unidos propone una "Ley de Privacidad de la IA en la Educación" que exigiría transparencia algorítmica, prohibiría la venta de datos educativos a terceros y exigiría el cifrado de extremo a extremo para todos los sistemas de aprendizaje de IA. China, en cambio, tiene un control de contenido centralizado, pero carece de supervisión independiente de la sociedad civil.

¿Qué puede aprender Vietnam?
Vietnam se encuentra en un punto de partida en el diseño de la educación en IA. La pregunta no es si elegir el modelo educativo de IA estadounidense o chino, sino: ¿qué enfoque debería elegir Vietnam que se adapte a su infraestructura, población y cualificación docente actuales?
En primer lugar, Vietnam puede aprender mucho de China. Las escuelas vietnamitas pueden integrar la IA en las asignaturas existentes sin crear nuevas. El Ministerio de Educación y Formación debe proporcionar un marco mínimo de competencias para el pensamiento computacional y la IA en cada nivel educativo. La creación de un recurso de aprendizaje digital abierto y compartido a nivel nacional contribuirá a reducir la desigualdad entre las zonas urbanas y rurales, así como entre las tierras bajas y las zonas montañosas.
En segundo lugar, un punto positivo de EE. UU. que Vietnam puede mencionar es la movilización del sector privado para participar en la formación docente y proporcionar plataformas educativas de IA. Empresas como FPT, Viettel, VNPT, VNG, CMC... pueden desempeñar un papel similar al de Microsoft y NVIDIA en EE. UU., no solo invirtiendo en infraestructura, sino también desarrollando software de aprendizaje basado en estándares abiertos. Al mismo tiempo, se deberían implementar ampliamente los programas de formación docente a través de plataformas digitales, con certificados emitidos según el modelo MOOC (Cursos Online Masivos y Abiertos), que reconocen la finalización de cursos en línea abiertos (generalmente gratuitos), impartidos por universidades o plataformas digitales de prestigio.
En tercer lugar, Vietnam debería considerar pronto la creación de un centro nacional de coordinación —posiblemente el "Comité Nacional de Educación en IA"— para garantizar la coherencia del programa, conectar a empresas, escuelas y el estado, y conectar los datos nacionales de aprendizaje. Sin embargo, este centro no debería operar con un mecanismo administrativo rígido, sino con una coordinación abierta, flexible y transparente.
Los estudiantes son el centro, los primeros ciudadanos de IA del siglo XXI
La carrera de IA entre Estados Unidos y China ha entrado en una fase en la que la educación ya no es una herramienta para impulsar el desarrollo tecnológico, sino una base decisiva para la capacidad nacional de innovación. Estados Unidos se queda atrás en cuanto a políticas centrales, pero tiene ventaja en cuanto a ecosistema privado y flexibilidad. China puede implementar la tecnología de forma uniforme y rápida, pero enfrenta problemas de control de contenido y diversidad de pensamiento.
Vietnam no necesita ser una copia de nadie. Lo más importante es empezar ya: desarrollar un programa integrado de IA desde la educación primaria, capacitar ampliamente a los docentes, popularizar los dispositivos de aprendizaje y establecer una institución de coordinación público-privada eficaz y adaptada a las condiciones de Vietnam. La inteligencia artificial no esperará, y los países que no actúen pronto se quedarán atrás para siempre en la carrera educativa y tecnológica del siglo XXI.

Fuente: https://vietnamnet.vn/chay-dua-giao-duc-ai-va-bai-hoc-cho-viet-nam-2400069.html










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