Un grupo de científicos, entre los que se incluyen Tina I. Lam, Christina C. Tam, Larry H. Stanker y Luisa W. Cheng, publicaron los resultados de una investigación clínica en la Revista Electrónica de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5198571/) el 16 de diciembre de 2016, junto con 62 trabajos de investigación relacionados con el tema "Los microorganismos beneficiosos inhiben la internalización de las células epiteliales de la neurotoxina botulínica serotipo A".
bacteria C. botulinum
DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD ALIMENTARIA, MINISTERIO DE SALUD
Los resultados han demostrado la viabilidad de utilizar microorganismos beneficiosos (probióticos) para inhibir y minimizar los efectos nocivos de la bacteria C. botulinum y las toxinas que produce.
En particular, las soluciones propuestas en el experimento al usar probióticos son muy populares y se venden en todo el mundo , incluyendo Vietnam. Entre ellas se encuentran las siguientes cepas bacterianas: Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus reuteri (presentes en enzimas digestivas y probióticos), Saccharomyces boulardii (levadura que favorece la digestión) y Lactobacillus casei (presente en el yogur). Estos probióticos y cepas de levadura se pueden adquirir fácilmente en farmacias modernas con el asesoramiento de un farmacéutico.
¿De dónde proviene la toxina botulínica?
La toxina botulínica es producida por la bacteria Clostridium botulinum (C. botulinum). Esta bacteria grampositiva, anaerobia, con forma de bastón, ciliada y móvil, se multiplica rápidamente en el tracto intestinal del huésped. En particular, cuando se expone a condiciones adversas, puede formar esporas. Por lo tanto, la bacteria C. botulinum se encuentra ampliamente distribuida en la naturaleza, por ejemplo, en el suelo de los jardines, las heces de animales y el agua de los estanques, y puede crecer y reproducirse especialmente en condiciones anaeróbicas, como en alimentos enlatados y bolsas de vacío que contienen carne, pescado y paté almacenados durante largos periodos.
Durante el proceso de alimentación y vida de los seres humanos, la aparición de la bacteria C. botulinum en los intestinos puede ocurrir en cualquier momento, pero la intoxicación es poco frecuente debido a la resistencia, la capacidad de las bacterias beneficiosas (probióticos) del tracto digestivo para destruir las bacterias dañinas, o porque la cantidad de bacterias no es lo suficientemente fuerte como para superar las barreras protectoras naturales del cuerpo.
Mecanismo de ataque de la bacteria C. botulinum
La bacteria C. botulinum puede multiplicarse explosivamente en ambientes ricos en nutrientes pero con bajo contenido de oxígeno, en condiciones favorables. Esto se debe a que, en condiciones naturales, los impactos ambientales, así como el crecimiento y desarrollo de otras bacterias, pueden superar la población de C. botulinum.
Los casos más comunes de intoxicación por la bacteria Clostridium botulinum suelen deberse al consumo de alimentos almacenados durante mucho tiempo en envases herméticos, como carne, pescado y paté enlatados, o envasados al vacío. En estas condiciones, la bacteria se multiplica, crece y produce la toxina botulínica, constituyendo una doble intoxicación, ya que contiene una gran cantidad de bacterias y toxinas producidas por dicha población bacteriana.
Cuando se ingieren alimentos que contienen toxinas y bacterias dañinas, estas toxinas afectan al sistema nervioso y, al mismo tiempo, una gran cantidad de bacterias botulínicas se multiplican y producen nuevas toxinas. Debido a la rapidez con que actúan las toxinas y a la alta capacidad de reproducción de la bacteria botulínica, los casos de intoxicación suelen tener consecuencias muy rápidas, que pueden provocar coma o incluso la muerte.
El mecanismo de defensa del cuerpo humano contra la bacteria C. botulinum
La bacteria C. botulinum aparece en todas partes, pero la intoxicación no es común porque el cuerpo humano tiene muchas "barreras biológicas" que protegen a los humanos de las bacterias dañinas en general y de la bacteria C. botulinum en particular.
En primer lugar, cabe mencionar la mucosa intestinal, donde los péptidos antibacterianos impiden la penetración de bacterias dañinas a través de esta capa. A continuación, se encuentra el ecosistema de la microbiota intestinal, que contiene numerosos grupos de bacterias simbióticas beneficiosas (probióticos) que superan y compiten con las bacterias dañinas, previniendo así su proliferación descontrolada.
Las toxinas producidas por bacterias dañinas son procesadas parcialmente por microorganismos beneficiosos; el resto es detectado por el cuerpo y eliminado. En la vida cotidiana, a esto lo llamamos vómitos, diarrea o, popularmente, "boca de vómito, diarrea". Se trata de un mecanismo de defensa muy importante del cuerpo contra el ataque de toxinas y bacterias dañinas.
Sin embargo, este mecanismo no funcionará eficazmente si el sistema digestivo humano tiene muy pocos microorganismos simbióticos (probióticos) o si la cantidad de bacterias dañinas y toxinas es demasiado alta, superando el umbral de tolerancia.
Utilizar enzimas digestivas (probióticos) para tratar la intoxicación por botulismo
A través de proyectos de investigación de prestigiosas agencias internacionales de investigación, las bacterias beneficiosas (probióticos), además de favorecer la absorción de nutrientes de los alimentos, también desempeñan un papel importante en el tratamiento de las intoxicaciones causadas por bacterias dañinas mediante los siguientes mecanismos: destrucción e inhibición de las poblaciones bacterianas dañinas a través de mecanismos competitivos; procesamiento y descomposición de sustancias tóxicas, incluidas las toxinas naturales producidas por bacterias dañinas, e incluso prevención de los efectos de los metales pesados.
Aplicar el conocimiento científico a la vida
Con el conocimiento anterior, podemos encontrar soluciones integrales para prevenir y minimizar los daños causados por bacterias dañinas, tales como: Limitar el consumo de alimentos enlatados, especialmente los que están caducados.
Los alimentos enlatados que se han abierto y luego almacenado en el refrigerador aún pueden ser una fuente de toxinas peligrosas provenientes de bacterias dañinas; utilice regularmente alimentos que contengan muchas bacterias beneficiosas, como probióticos, yogur, frutas fermentadas, vino de arroz glutinoso, etc., porque en ambientes donde se desarrollan bacterias beneficiosas (probióticos), las bacterias dañinas se inhiben y se destruyen.
Ante el dolor abdominal y los vómitos, se puede utilizar rápidamente una mezcla de enzimas digestivas (probióticos) y miel o agua azucarada concentrada (prebióticos) para inhibir temporalmente el crecimiento bacteriano y los efectos de las toxinas. También se puede usar yogur mezclado con miel en mayor cantidad de lo habitual. Esta es una solución de primeros auxilios con base científica para intoxicaciones. Posteriormente, es necesario trasladar a la persona intoxicada a un centro médico para su seguimiento y tratamiento.
La Dra. Pham Thi Ly, profesora asociada, exprofesora titular de la Universidad de Medicina y Farmacia de Hai Phong y jefa del Departamento de Bioquímica, actualmente profesora de tiempo completo en la Universidad de Thang Long, Hanói, declaró: «Algunos casos recientes de intoxicación alimentaria por Clostridium botulinum han generado pánico y temor en la comunidad, como intoxicaciones por paté vegetariano, intoxicaciones masivas en escuelas e intoxicaciones por comida callejera… El tratamiento de pacientes con intoxicación por botulismo es muy costoso y conlleva un alto riesgo para la vida del paciente. Este artículo ofrece a los lectores una perspectiva objetiva y científica, desde la autoprevención hasta primeros auxilios muy eficaces con productos que tenemos a nuestro alcance, como enzimas digestivas, yogur, miel y jugo de frutas fermentadas…»
El conocimiento que aporta el autor es muy objetivo y científico, con numerosas referencias a resultados de investigaciones clínicas de científicos de reconocido prestigio. Muchas gracias al autor por esta información tan oportuna e importante.
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