La escalada de tensiones en el Mar del Este no beneficia ni a China ni a Filipinas, y los dos países incluso enfrentan muchos riesgos geopolíticos .
Las tensiones entre China y Filipinas en el Mar de China Meridional siguen aumentando. (Fuente: AP) |
En un análisis publicado en el South China Morning Post el 28 de mayo, el profesor Richard Javad Heydarian (analista político, profesor de la Universidad La Salle de Filipinas y con experiencia en la investigación del Mar del Este) evaluó la tensión entre Filipinas y China en el Mar del Este y comentó sobre las políticas de ambos países en la situación actual. El periódicoWorld & Vietnam tradujo el análisis.
La presión está aumentando
Recientemente, el presidente filipino, Ferdinand Marcos, enfatizó que el aumento de las tensiones en el Mar de China Meridional es "lo último que queremos". Al ser preguntado si Manila adoptaría tácticas como los cañones de agua utilizados por China, el Sr. Marcos respondió que su uso aumentaría las tensiones en el Mar de China Meridional y descartó la idea.
En los últimos meses, las fuerzas marítimas chinas han disparado repetidamente cañones de agua contra las fuerzas filipinas que patrullan y se reabastecen en el Mar de China Meridional, y Manila enfrenta una creciente presión para tomar contramedidas más enérgicas.
Para reforzar su posición, Filipinas se ha unido a una alianza emergente llamada "Escuadrón" con Estados Unidos, Australia y Japón para contrarrestar a China. Filipinas ha ampliado el alcance de sus ejercicios militares anuales con aliados occidentales.
Sin embargo, también hay opiniones de que la inclinación de Filipinas hacia EE.UU. podría poner en peligro la autonomía estratégica de Manila y hacer que China sea más asertiva, además de que algunos países de la región temen una situación de "nueva Guerra Fría".
Para China, sus acciones en el Mar de China Meridional tendrán un impacto significativo en su reputación como actor responsable en el Indopacífico, acelerando así la creciente presencia estadounidense en Filipinas. Aún más preocupante es que Pekín y Washington podrían desencadenar un conflicto en esta vital vía fluvial.
En el peor de los casos, una escalada descontrolada de tensiones podría resultar en pérdidas mutuas, especialmente cuando las partes intentan obtener ventajas y no logran gestionar pacíficamente los complejos conflictos. Es hora de que Filipinas y China se esfuercen por resolver pacíficamente las disputas, en lugar de depender del poderío militar y la intransigencia diplomática.
Resolución pacífica de controversias, evitando errores de cálculo
Es fácil ver el delicado estado de las relaciones entre Filipinas y China. En medio de la escalada de disputas marítimas, se están cerrando los canales diplomáticos.
China hizo público recientemente por primera vez lo que denomina un acuerdo no escrito de 2016 con Filipinas sobre el acceso al Banco Scarborough en el Mar de China Meridional. En concreto, en un comunicado publicado en el sitio web de la Embajada de China en Manila el 2 de mayo, esta mencionó el "acuerdo temporal especial" entre ambos países, suscrito por el entonces presidente filipino Rodrigo Duterte durante su visita a Pekín en 2016.
En medio del estancamiento diplomático, la administración de Marcos impulsa una cooperación más estrecha en materia de seguridad con sus aliados tradicionales. El mes pasado, Marcos asistió a una cumbre trilateral con sus homólogos japonés y estadounidense en la Casa Blanca.
Este mes, el secretario de Defensa de Filipinas, Gilberto Teodoro, se reunió con líderes de defensa de Australia, Japón y Estados Unidos en Hawái. En los próximos meses, las cuatro partes fortalecerán la interoperabilidad naval y realizarán patrullas conjuntas regulares en el Mar de China Meridional.
El estamento de defensa filipino también está presionando para ampliar la cooperación en materia de seguridad, incluidos acuerdos de fuerzas visitantes con Japón y Francia.
Si bien este enfoque es de naturaleza defensiva, también podría socavar la autonomía estratégica de Filipinas. Además, Estados Unidos tiene otras preocupaciones importantes en política exterior, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, la situación en Oriente Medio y las próximas elecciones estadounidenses, en las que aún no se sabe quién ocupará la Casa Blanca.
Además, si bien Japón mantiene una "alianza global" con Estados Unidos, también enfrenta un estancamiento económico y demográfico, y es improbable que brinde un apoyo firme a Filipinas. Para Australia, la controversia en torno a su proyecto de submarinos de propulsión nuclear con Washington y Londres es algo que Manila también debe tener presente.
Sin embargo, mantener el statu quo actual también plantea muchos riesgos, aumenta la preocupación internacional, incrementa el riesgo de enfrentamientos y colisiones en el mar y muy probablemente crea una confrontación armada en el Mar del Este.
En general, es evidente que China necesita reconsiderar su enfoque hacia Filipinas para reducir las tensiones y lograr soluciones pacíficas a las disputas. Por su parte, la administración de Marcos debe garantizar el mantenimiento de canales de diálogo transparentes con China, fortalecer la autonomía estratégica y promover activamente un orden regional estable e inclusivo con la ASEAN.
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Fuente: https://baoquocte.vn/chuyen-gia-phan-tich-nuoc-co-cua-trung-quoc-va-philippines-truoc-cang-thang-gia-tang-tai-bien-dong-272865.html
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